domingo, 31 de enero de 2016




Nadie hay profeta en su tierra. Una sentencia que, no sólo es verdad, sino que la hemos vivido en nuestras propias carnes. Porque donde menos somos escuchados y valorados es en nuestra propia casa. Es una historia que se repite a menudo en muchas lugares.

A Jesús le ocurrió eso. Conocido por sus paisanos, no entendían que se declarara el Mesías enviado, pues se decían: pero, ¿ no es este el hijo de José y María? ¿De dónde le viene esa sabiduría y autoridad? En sus planes y cabeza no entraba esa revelación.

Y, aún hoy, persiste. Muchos no creen que Jesús sea el Mesías, e intentan destruirlo con sus lenguas, con sus persecuciones, con sus rechazos y con todo lo que se les ponga a su alcance. Están ciegos y no ven las maravillas que hace el Señor.

sábado, 30 de enero de 2016



En la vida podemos optar por muchos caminos, pero no podemos seguir a Jesús y hacer lo que yo creo con respecto a Dios. Porque Dios y Jesús son uno mismo. Y están unidos en un mismo pensamiento y amor. Así que, si dejas de seguir a Uno, también dejas de seguir al Otro.

No puedes relacionarte con Dios, y hacer lo que a ti te parece. Utilizas a Dios según tú entiendas y te parezca qué es mejor. ¿Acaso sabes tú más que Dios? A Dios lo llevas en tu corazón, pero lo llevas maniatado según tu Voluntad.

Jesús es el Hijo de Dios. En Él se cumple toda la Escritura, y Él es el verdadero y único Profeta enviado a sanar nuestros corazones y pagar por nuestro rescate liberándonos de la esclavitud del pecado. Seguirle es tratar de cumplir y vivir el mismo estilo de vida. Otra cosa es hacer lo que a ti te parezca.

viernes, 29 de enero de 2016




¿Es Dios el centro de mi vida? Y si lo es, ¿confío en Él hasta el punto de conformar mi vida según su Palabra? Supongo, con humildad, que si lo es, y que me esfuerzo en que mi vida sea reflejo de la de Él. Pero también experimento, aunque me sea difícil advertir, que dejo mucho que desear.

Una de las facetas importantes es la relación con los demás. ¿Trato de que sea tal y como a mí me gusta que sea conmigo mismo? Ahí veo más claro que fallo, y que mis egoísmos priman y me vencen. La lucha existe y la consecuencia son las oraciones y Eucaristías.

Experimento la gran dificultad del análisis propio, y el esfuerzo que hay que hacer para estar disponible y dispuesto a olvidarte de ti para, liberado, darte a los demás. La entrega y el servicio pasan por desapegarte, para disponerte, y para eso necesito la Gracia de Dios.

jueves, 28 de enero de 2016



Nadie, por sentido común, elige el mal. Porque lo malo te perjudica y no viene bien a nadie. Por lo tanto, la sabiduría debe estar siempre al alcance de todos, para que alumbre el camino por donde se debe ir.

Sería absurdo, y eso lo entendemos todos, que la luz se oculte y se ponga debajo de la mesa. No tendría sentido, porque la luz, su esencia y característica fundamental, es para alumbrar. Si la luz no alumbra, deja de ser luz y se convierte en oscuridad.

Por el contrario, la oscuridad no sirve sino para ocultar la verdad y, en consecuencia, engañar. Y donde hay engaño, hay mentira y mal. Por eso, quien vive en la oscuridad apaga la luz e impide que alumbre, pues a la mentira no le interesa que la vean.

miércoles, 27 de enero de 2016



El amor no nace de repente. Es posible que, de forma instantánea surja una atracción y un enamoramiento, pero sin raíces profundas, porque realmente no ha habido tiempo para echar raíces.

El conocimiento, que cataliza y madura el amor, necesita tiempo, cercanía y diálogo. En ellos se produce la elección y el compromiso. El amor nace de ese compromiso, de sabernos, no simplemente atraídos, sino dispuestos a comprometernos y gastar nuestra vida juntos.

Pero, esa cosecha de amor necesita cultivo, escucha, agua, y, sobre todo, la Gracia del Espíritu de Dios. Un Dios Padre que nos ama con locura, y que es nuestro modelo para, amándonos así también nosotros, parecernos a Él. Por eso le invitamos a nuestra vida y compromiso de amor, para que nos asista y nos ilumine.

martes, 26 de enero de 2016




La Voluntad de Dios no es simplemente que se hable bien de Él y se le presente a los hombres y mujeres, sino que al darle a conocer transmitiendo su Palabra, también se viva lo que se transmite. Porque si lo uno no dice lo otro, el Mensaje no llega.

Por eso, cuando le avisan a Jesús que su Madre y hermanos está buscándole, Jesús, mirando a los que le rodeaban dice: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».

No se trata de ignorar a su Madre, sino de exaltarla, porque ella es la primera que cumple la Voluntad de Dios. Pues, por ella, Dios se hizo Hombre y nació por obra del Espíritu Santo, para, tomando naturaleza humana, redimirnos y liberarnos de la esclavitud del pecado.

lunes, 25 de enero de 2016



La vida, ese espacio de tiempo que se nos ha dado, y en el que nos vamos desarrollando, no es para desperdiciarlo, aunque no tomemos conciencia de ello. La vida es muy importante, y su tiempo nos exige sacar rendimiento a nuestros talentos

Porque, cuando nos demos cuenta, tendremos que dar resultados de todo lo que hemos recibido. Y nos lo pedirán sin previo aviso, aunque algunos nos demos cuenta, pero sin remedio para rectificar. Y el resultado nos exigirá buenas obras. Obras de amor.

Por eso, será muy importante revisarnos y dar al máximo todo lo que hemos recibido, porque en esa proporcionalidad nuestro juicio nos descubrirá si hemos actuado bien o no. Amar no es sólo desearlo, sino vivirlo y concretarlo en actos de bienestar y ayuda a los demás.

domingo, 24 de enero de 2016



Cuando se habla de millones de años, es fácil suponer que la cadena de todos esos hechos que hoy suponen, muchos son supuestos y deducidos por la razón, pero no científicamente comprobados. Sin embargo, nadie los discute.

Por otro lado, poco hay que decir al respecto, porque poco interesan. O dicho de otro modo, no comprometen la vida del hombre, ni cambian su destino, ni tampoco le resuelven su problema de búsqueda de la felicidad. Por lo tanto, importa creerlo o no. Están contenidos en un interés más histórico o cultural.

Respecto a Jesús, su Vida y sus hechos están contados y transmitidos por testigos oculares, tal y como hoy nos dice Lucas (Lc 1,1-4;4,14-21): Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

sábado, 23 de enero de 2016



Dios ha pensado un proyecto de salvación que va perfeccionando a lo largo del tiempo y la historia. Empieza con Abrahán, pero alcanza su plenitud con Jesús. Él es el único y verdadero protagonista, y su Palabra lo cambia y renueva todo. Perfecciona la Ley.

Esa Palabra no es acogida por muchos porque no coincide con la que ellos se habían formado y esperaban. Les complica su vida instalada y organizada, según a ellos les interesaban y entendían.

Y, hoy, continúa igual. Por eso, muchos se inventan otra palabra, que se acomode más a su forma de ver  y esperar las cosa. Jesús es la Palabra que nos salva y da Vida Eterna.

viernes, 22 de enero de 2016




Nadie podrá esconder el resultado de su vida. Mientras, aquí, en la tierra, podrás aparentar y vivir en las apariencias de parecer esto y ser lo otro. Pero, llegará un día en que todo emergerá y saldrá a la luz. Y se verá el auténtico y verdadero color de tu vida.

Esa capacidad de disponer de tu vida se llama libertad. Puedes incluso esclavizarla, como el que mete a un pajarillo campestre en una jaula, pero siempre, tu corazón, gritará por la libertad. Porque has sido creado para vivir en libertad.

La vida no es para vivirla deprisa, pero tampoco despacio. Es, simplemente, para ir al ritmo de los pasos que marca tu corazón y la velocidad de tu capacidad de amar. Cuando amas al ritmo de tus latidos encuentras el ritmo y los pasos de tu vida.
            

jueves, 21 de enero de 2016



La vida es el resumen de tus actos bondadosos y misericordiosos. Y todos los hombres se sienten orgullosos de las cosas buenas que han hecho, y se arrepiente o justifican de las malas. Incluso tratan de esconderlas.
              
De tal forma que, cuando hablan refiriéndose a uno, les gustaría que nombrasen sus buenas obras. Y eso descubre en nosotros que nos gustaría hacer cosas buenas, más que malas. Pero, muchas veces ocurre lo contrario, que sin querer hacer cosas malas, las hacemos.

Es, entonces, cuando experimentamos que no somos dueños de nosotros mismos, y que nos sentimos esclavos de nuestras pasiones, sentimientos, afectos y apetencias. Descubrimos la necesidad de ayuda y liberación.

miércoles, 20 de enero de 2016



La ambición nos ciega de tal manera que hacemos cosas que, no estando al margen de la ley, si son cosas que perjudican al bien general de las personas. Y, en otras ocasiones, la tan desmedida ambición nos lleva a ignorar la ley y el bien común.

Nuestra mente distorsiona la realidad y justifica nuestras actitudes contrarias al bien común. Nos auto engañamos buscando razones demagógicas que justifiquen nuestra actitud pareciendo como verdaderas y justas, cuando son, si no injustas, sí inmorales y malas para el pueblo.

Y es que cuando no se busca la verdad, se encuentra la mentira y el mal. Así, muchos preferían dejar de hacer el bien para cumplir con la ley del sábado. El hombre estaba en función del señor sábado, y no importaba su sufrimiento.

martes, 19 de enero de 2016




El hombre debe estar siempre en el primer plano del bien y sentido común. Las leyes deben estar pensadas de forma que sirvan para servir, valga la redundancia, al hombre. De modo que, una ley que deje al hombre en segundo plano, deja de ser ley y se convierte en yugo.

Jesús, consciente de que hay muchas cosas, viejas y caducas, que tienen que ser renovadas, descubre que todo debe estar en función del hombre. Así, leyes que lo posponían son abolidas para dar pasos a leyes nuevas que lo dignifican y ponen en primer lugar.

Tal es el caso del Evangelio de hoy. Jesús pone la supervivencia del hombre por encima de toda regla o ley, porque todo ha sido creado para servicio y bien del hombre.

lunes, 18 de enero de 2016



El ayuno es una práctica que se utiliza para ejercitarnos en el dominio espiritual apoyado en la oración. Conviene ayunar para fortalecernos, pero no como un mero cumplimiento, sino como una actitud de esfuerzo en no doblegarnos a las tentaciones y perezas que el mundo nos ofrece.

Jesús está entre nosotros, y estando con Él, el ayuno no nos es necesario. Él es el Vino Nuevo que debemos beber para alegrar nuestro corazón y nuestra vida. Él renueva todo, y tolo lo hace nuevo sin necesidad de ofrecer sacrificios ni ayunos.

Otra cosa que el ayuno nos sirva de preparación, de dominio y equilibrio para fortalecernos, pero la presencia del Señor es nuestra Roca y Fortaleza. En Él, con la oración y alimento de su Espíritu, nos confortamos y fortalecemos.

domingo, 17 de enero de 2016



La vida se nos ha dado con una carga de talentos y cualidades. Es posible que esos talentos queden sepultados y dormidos en el fondo de las tinajas de nuestro corazón, contaminados por nuestros propios pecados.

El reto es purificarnos y transformar esos talentos adulterados en talentos útiles, para lo que han sido puestos en el corazón. El hombre ha sido creado para amar. Y se trata de realizar esa misión. Lo contrario sería no responder a nuestro compromiso de amor.

Se trata, pues, de transformar todos nuestros talentos en el buen vino que, aparte de oler y perfumar toda nuestra vida, nos da los frutos que buscamos y deseamos poner al servicio de los demás.

sábado, 16 de enero de 2016



La vida nos presenta muchas opciones. También nos pone dificultades, pero tanto de una manera como otra, nuestra misión es hacer las cosas bien y para bien de todos. ¿Por qué? Podemos preguntarnos. Y la respuesta es bien sencilla: Porque somos semejantes a Dios.

Si Dios no puede hacer el mal, nosotros, que somos semejantes a Él, tampoco deberíamos hacer el mal. Es verdad que somos libres, y que también estamos tocados y heridos por el pecado, que nos inclina al mal. Pero nuestro mayor deseo es hacer el bien. Es decir, amar.

Lo experimentamos en lo más profundo de nuestro corazón, y lo deseamos irresistiblemente. De modo que, cuando no hacemos el bien nos duele y nos remuerde la conciencia. Por eso, el Espíritu Santo ha sido enviado a asistirnos y acompañarnos para no desviarnos.

viernes, 15 de enero de 2016




Cuando enfermamos acudimos al médico. Y deseamos que nos curen. Estamos dispuestos a dar lo que sea por encontrar la salud. En esos momentos es lo más importante de nuestra vida. Sin embargo, una vez curados, nos olvidamos, e incluso volvemos a tropezar con la misma piedra.
                
La gente buscaba a Jesús por el interés material de la salud. Le llevaban los enfermos, endemoniados y  de todas clases. Supongo que lo que decía y proclamaba no les interesaba mucho. Hasta tal punto que se sorprendieron cuando Jesús perdonó los pecados aquel paralítico.

 Fue obligado a, no sólo perdonar los pecados, sino a demostrarle que también podía curarle la parálisis, para demostrarle su Poder y su Misericordia.

jueves, 14 de enero de 2016



Todos hemos experimentado alguna vez el deseo de súplica a un ser superior. Cuando nos sentimos impotentes recurrimos a las súplicas de Dios, y a Él pedimos y rogamos que nos libre de esa fatalidad, herida o enfermedad.

La gente buscaba a Jesús con esa finalidad. Y, también nosotros, a pesar de decir que no creemos, o creemos a nuestra manera, también recurrimos a Él suplicándole atienda nuestra petición. Y es que cuando estamos en apuros nos acordamos de Dios y de nuestra Madre, la Virgen.

Jesús nos buscas y se ofrece. Espera nuestra súplica y nos abre sus brazos. Sólo necesita que creamos en Él. Nos pide nuestra fe y la confianza para entregarles todas nuestras miserias y pecados.

miércoles, 13 de enero de 2016




Ocurre también en nuestro tiempo, que hombres y mujeres llevados por su fama experimentan luego que no era tan bueno eso de ser famoso. Al final, es algo así como vender tu vida y esclavizarla a muchas cosas caducas.

Jesús advierte al leproso que no diga nada a nadie. No quiere ser buscado por los prodigios que hace, sino por la Buena Noticia que trae. Se ve obligado a demostrar su Verdad haciendo milagros.

Y, nosotros, los hombres, quizás nos fijamos, por desgracia, sólo en los milagros, cuando lo más importante es el Amor de Dios que nos quiere con locura y envía a su Hijo para salvarnos.

martes, 12 de enero de 2016



Jesús se rebajó de su condición Divina. No la utilizó para aprovecharse, ni para destacar o lucirse. La utilizó para cumplir su Misión, la de anunciar el Reino de Dios. Y eso le obligó en algunos momentos a, en el Espíritu Santo, y por su Gracia, alterar la naturaleza natural y humana.

Era un Hombre exactamente igual a nosotros, menos en el pecado. Sufrió, sintió sed y hambre, sudó hasta sangre en algunos momentos, y aceptó el castigo, que le fue infringido injustamente, hasta causarle la muerte.

Quiso tomar la naturaleza humana, parecerse al hombre, para hablarle, al hombre, de Dios. Quiso vivir como un hombre para acercarles a todos los hombres el Rostro de Dios y su locura de Amor. Y entregó su Vida para rescatarlo de la esclavitud y muerte del pecado.

lunes, 11 de enero de 2016




Jesús sabía que tenía que volver al Padre, y que su tiempo, no sólo era proclamar la Buena Noticia, sino formar el colegio apostólico que continuara su misión. La Iglesia, presidida por Pedro, primer Papa, continúa la misión de Jesús hasta su segunda venida.
                       
Y desde entonces, la Iglesia, no ha parado de proclamar la Palabra de Dios. Posiblemente con muchos errores, pero también con muchos aciertos. E inspirada y guiada por el Espíritu Santo, enviado también a asistirla e iluminarla, la Iglesia continúa firme su misión.
                                                      
Demos gracia al Señor que nos acompaña, y que nos ha dejado al Espíritu Santo para que podamos ir comprendiendo y realizando todo lo que ha sido encomendado a la Iglesia, permaneciendo unida a pesar de las dificultades y peligros.

domingo, 10 de enero de 2016



El Bautismo significa estar dispuestos a seguir a Jesús, y a esforzarnos, cada día, en imitarle en cada instante de nuestra vida. Ser consciente de que solos no podremos hacerlo nos predispone a injertarnos en Él, para que, con su Gracia, superar nuestras limitaciones.

Jesús pasa por el bautismo de Juan, a pesar de sólo es de arrepentimiento, para indicarnos el camino a seguir. Sólo el Bautizo en la Trinidad nos infundirá la Vida de la Gracia que nos limpia y nos fortalece para poder permanecer limpios hasta el día final.

Así, la decisión y predisposición a bautizarnos es la confesión que descubre nuestro sincero arrepentimiento y nuestra voluntad de vivir en la Palabra del Señor.

sábado, 9 de enero de 2016




Por eso, en el intento de dar una respuesta, el hombre pone a Dios como autor de esa Vida que supone creada por Él. No sabe cómo lo ha hecho, pero su razón le descubre que tiene que existir una Primera Causa que lo explique todo.

Luego, supuesta la vida, se supone que tras el principio viene un final. Y tampoco lo entiende, porque ya vivo su corazón le invita a seguir viviendo. No entiende ser creado para luego morir. Pero, ciego por el pecado se resigna a esa muerte.

Y, entonces, aparece Jesús. Jesús de Nazaret que nos revela la existencia desde el principio de su Padre, y la locura de Amor por salvarnos. Precisamente, lo que arde en nuestro corazón, un deseo de salvación y felicidad eterna. Necesitamos. Señor, el nacimiento de Jesús, su estancia en nosotros y su Resurrección.

viernes, 8 de enero de 2016



¿Cómo es posible, con cinco panes y dos peces, dar de comer a una multitud de gente? No es posible, y sólo un milagro lo hará posible. Eso es lo que hace Jesús, un milagro, para los que lo ven puedan creer. Ahora el gran misterio es que muchos que vieron, no creyeron.

Querer encontrar explicaciones a los actos del Señor es como pedir peras al olmo. No estamos en disposición ni a la altura de poder entenderlo. Jesús hace el milagro para demostrarnos el poder de Dios y que creamos en Él.

También nos descubre su amor al mostrarnos su interés y compasión por nuestras necesidades y problemas, y al demostrar que quiere ayudarnos y solucionar nuestros problemas. Nos viene a decir que está empeñado en salvarnos, y que se ofrece a ello. Dependerá de nosotros.

jueves, 7 de enero de 2016




Cualquier ser humano, que se precie de serlo, descubrirá que su máxima aspiración es la vida eterna. No hay otra mayor. Y se supone que vida eterna en plenitud de gozo y felicidad. Eso, en una simple reflexión, nos descubre que, queramos o no, buscamos a ese Dios, Creador nuestro.

Y nos sorprenderíamos sin preguntáramos sobre eso, porque serán muy pocos los que no creen en ese supuesto Dios. Y digo supuesto porque otros lo llamarán de otra forma. El resultado es que todos creemos en ese Algo que es el principio y fin del universo.

Ahora, la cuestión está en que, primero Juan Bautista, y luego Jesús proclaman la buena Noticia de salvación. El primero, como precursor y preparador del camino del que ha de venir. Y el Segundo, Jesús, el Hijo de Dios Vivo, que se presenta como el Camino, la Verdad y la Vida.

miércoles, 6 de enero de 2016




Es posible que te sea difícil verlo así, pero en lo más profundo de tu corazón reina y prima esa idea, y el rey es tu egoísmo. Tu vida, desde el instante que despierta, consiste en dar cumplimiento a tu voluntad, y tu voluntad está sometida a tus pensamientos.

Y tus pensamientos descansan en tus apetencias y egoísmos. No adviertes que eres esclavos y, encima, te crees libre. Pero tu vida, si eres capaz de elevarte y verla a cierta distancia, descubres que persigue sostenerse en la juventud, la belleza, la riqueza y la esbeltez, caminos falsos que conducen sólo a la muerte.

Y si no eres capaz de distinguir la Luz, la Luz Verdadera que alumbra el Camino, la Verdad y la Vida, pasarás el tiempo de tu vida con más pena que gloria, y su resultado será la muerte. Una muerte que has comprado con el gran Tesoro de la Vida Eterna dejándola escapar y desperdiciándola. Es para pensárselo.

martes, 5 de enero de 2016



El testimonio de los discípulos de Jesús supone un convencimiento de haber encontrado lo que realmente buscaban y querían. Obedecen la señal de Juan Bautista, y van detrás del señalado por él. Y la experiencia de ese encuentro marca sus vidas. Algo tuvo que sucederles en ese encuentro.

Encuentro que les empuja a compartirlo con otros y a anunciar que han encontrado al Mesías que las profecías anunciaban. Claro, ese anuncio solo lo pueden oír, escuchar y entender aquellos que esperaban que un Mesías viniera a salvarlos.

Quizás nosotros no hayamos tomado conciencia de nuestra suerte, pues sin pertenecer al pueblo que esperaba al Mesías, hemos recibido, por el testimonio y anuncio de los apóstoles y, después, la Iglesia, ese anuncio de salvación que sentimos dentro de nosotros.

lunes, 4 de enero de 2016




Te fías de aquel en quien confías. Sabes que su palabra no te engaña, y que habla con la verdad. Tienes confianza y pones en él fe y obediencia a su palabra. Los discípulos obedecían a Juan Bautista, porque creían en su palabra.

Y obedecen en cuanto Juan les señala al Cordero de Dios. Van detrás de Él y le preguntan donde vive. Sería maravilloso conocer que ocurrió aquella tarde con Jesús. Se supone que ambos discípulo tuvieron una experiencia y encuentro con Jesús extraordinario.

Eso lo descubre el gozo con que Andrés invita a su hermano Simón a conocer a Jesús. A quien presenta como el Mesías esperado. Algo semejante a lo que le ocurrió a Zaqueo, a la Samaritana y tantos otros que le conocieron.

domingo, 3 de enero de 2016



Los seres vivos no temen a la muerte, a excepción del hombre. Los animales viven al límite que sus posibilidades, según sus instintos, les impulsan, sin plantearse ningún problema sobre su muerte.

Sin embargo, el hombre teme por su vida, y le asusta perderla. Necesita descubrir a su Salvador, porque en lo más profundo de su corazón experimenta la esperanza de salvarse. Y para eso, la Palabra se ha encarnado tomando naturaleza humana, para acompañarnos a recorrer un camino de salvación.

La Palabra es Dios. Ese Dios que nos ha creado, y tomando Naturaleza Humana ha entregado su Vida para rescatarnos del pecado que nos amenaza. Ha nacido y vive entre nosotros.

sábado, 2 de enero de 2016




Porque no queremos morir. Sentimos en nuestro interior un deseo de eternidad y de felicidad. Luego, ¿por qué no reaccionamos, al menos, cuando nos vemos cerca? Se supone porque no creemos que Jesús, el Hijo de Dios, pueda darnos lo que nos promete.
                         
Posiblemente sea esa la explicación, pero me temo que ni nosotros mismos sabemos cuál es. Estamos ciegos y vivimos en las tinieblas. Y rechazamos la Palabra de Dios. De momento, mientras podamos superar la materialidad de nuestra vida, nos sentimos bien.

Así las cosas, no nos movemos, ni necesitamos correr como los pastores para ver y buscar a Jesús. Se cumple que, sólo aquellos que le necesitan, le buscan. Y esos son los pobres, los enfermos, los humildes y los necesitados de salvación.

viernes, 1 de enero de 2016




Los pastores oyeron el anuncio del Ángel, y fueron corriendo a Belén. Así empieza el Evangelio de hoy. Dichosos aquellos que oyendo la Palabra de Dios corren a escucharla, se admiran de sus Palabras y se esfuerzan en cumplirla.

Jesús llamó dichosos a aquellos que, oyendo la Palabra, la cumplen. Y recibir ese nombramiento de dichoso por Dios no es lo mismo que recibirlo de otro. Porque en Dios se cumple esa dicha y la experimentamos por su Gracia.

Tratemos de ser como los pastores, y corramos a buscar la presencia del Señor. Él continúa en la Eucaristía, presente bajo las especies de pan y vino, haciéndose alimento espiritual para cada uno de nosotros.