viernes, 28 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mt 9,14-15
Todos experimentamos momentos de sacrifico, dolor, renuncias y, por supuesto, ayuno. Porque, ayuna el estudiante cuando se esfuerza y se prepara unos exámenes; ayuna aquel que se preocupa por el sufrimiento de que sufre. Ayunas cuando te importan los problemas de los demás y te esfuerzas en aliviarlos.

Porque, el ayuno no consiste en privarte de algo que haces o te gusta hoy y mañana vuelves a saciarte. No son prácticas para un tiempo sin más sentido sino el de la costumbre y la rutina. Nada de eso, el ayuno es el esfuerzo por convertirte y luchar con el mundo que te seduce y te tienta.

Ayunó Jesús en el desierto cuando el diablo trató de seducirle con lo material, le tentó a la jactancia y al poder. De la misma forma nos ocurre a nosotros, nos dejamos seducir por las satisfacciones sensoriales y sexuales; nos jactamos de ser los mejores y perfectos y nos dejamos arrastrar por la ambición del poder.

jueves, 27 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Lc 9,22-25
No podemos privarnos de aquellos momentos gloriosos cuando experimentamos la cercanía y presencia de Dios en nuestra vida. Son momentos de regocijos, de esperanza y de alegría. Un gozo nos invade y nos llena de felicidad. No son momentos para ayunar, sino para festejar que Dios es nuestro Padre y nos salva.

Pero, como hemos dicho, también llegarán los momentos de enfermedad, de oscuridad, de no percibir la presencia de Dios, de experimentar su ausencia. Son los momentos de ayuno, de sacrificio, de aceptación y de esperanza. Son los momentos de confiarnos a su Misericordia.

De todas formas, el seguimiento a Jesús nos exige solidarizarnos con aquellos que sufren, que son perseguidos, que padecen enfermedad, que presentan debilidad y que están necesitados de ayuda y de amor. Y ese es el verdadero ayuno que complace al Padre.
Resultado de imagen de Mt 6,1-6.16-18
Ser creyente y seguidor de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, es vivir en silencio la verdad que esconde en su corazón. Es no buscar que te vean ni lucir lo que haces, sino humildemente estar disponible para hacer el bien sin mirar a quien, pero dando siempre preferencia a los pobres.

Ser cristiano es huir de las apariencias y la imagen. Es mostrarte tal como eres en todas las circunstancias que la vida te presenta, buenas y malas, y sostenerte en la confianza de que el Señor está contigo y actúas por Él, en Él y por amor a Él.

Y darte cuenta de que toda tu verdad se cuece y nace dentro de ti, en lo más profundo de tu corazón. Por eso, nunca debes moverte para que te vean, porque, tu Padre que está en el Cielo y presente en todo momento de tu vida, ve tu actuar y tus verdaderas intenciones. Y eso es lo que verdaderamente importa.

martes, 25 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 9,30-37
Nuestros objetivos desde pequeño son materiales. Queremos ser ricos, poderosos y tener muchos bienes. Esas son nuestras aspiraciones y, aunque las disimulamos, en el fondo de nuestros corazones aspiramos a ellas. Y, pronto, experimentamos que la vida se nos vacía y pierde todo su sentido.

Es entonces cuando empezamos a darnos cuenta que ese camino terrenal no es correcto y nos lleva a la perdición. Experimentamos entonces que darnos a los demás, sobre todo a los más débiles nos llena de gozo y felicidad. Sobre todo, si lo hacemos por y en nombre de Jesús.

Y esa es nuestra mayor grandeza, que no se encuentra en tener un puesto notable y relevante ni ser el mayor entre los mayores. Es lo que estaban discutiendo los apóstoles a lo que el Señor les respondió: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos».

lunes, 24 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 9,14-29
Y eso es lo que parece que le faltaba a los apóstoles hasta el punto que Jesús les dice: « ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? Y es que la fe es un don de Dios y necesitamos mucha oración y confianza en Él.

También es lo que parece nos falta a nosotros. Sin embargo, hay muchos creyentes que si han hecho milagros porque se han fiado del Señor. Conocemos los milagros del Padre Pio, de los pastorcitos de Fátima y Bernardita de Lourdes y muchos más. ¿Por qué tú y yo no podemos?

Posiblemente, nos falta la fe de aquellos que sí han creído en el Señor. Eso no significa que tengamos que exigirle al Señor que tenemos que hacer milagros, pues el Señor elige a quien quiere, pero sí el estar disponible y abierto a lo que Él quiera de nosotros, incluso hacer milagros.

domingo, 23 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mt 5,38-48 por Fano
En el corazón del hombre hay un deseo de responder al daño recibido. Es decir, que cuando eres ofendido tratas, como si de manera instintiva se tratara, de responder con la misma moneda y hasta con mayor agresividad. Cuando te planteas seguir a Jesús todo se orienta de otra manera.

Porque, seguir a Jesús significa estar dispuesto y abierto al perdón. Y un perdón que se extiende a todos, incluyendo el perdón a los enemigos. Indudablemente, ese perdón ofrecido al enemigo es contrario a nuestra naturaleza y para poder asumirlo y vivirlo necesitamos la Gracia de Dios.

Por eso, en nuestro bautismo recibimos al Espíritu Santo para que nos asista y auxilie en esos momentos donde tenemos que sobreponernos y perdonar a nuestros enemigos hasta el extremo de amarlos y servirles. Y eso sólo se puede conseguir injertados y abiertos al Espíritu Santo. Amén.

sábado, 22 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mt 16,13-19
Jesús al fundar su Iglesia nombra a Pedro como cabeza de su Iglesia: «Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

Cristo es la Cabeza y la que la sostiene, pero Pedro es quien, guiado y auxiliado por el Espíritu Santo la cuida y mantiene la misión de hacerla presente en este mundo y recordar a la comunidad cristiana que no se olvide cual es su centro y su misión: hacer universal el amor.

Y nosotros debemos permanecer fieles a misterio Petrino que hoy está representado en el Papa Francisco. Todos unidos al Papa para con él caminar hacia el Señor y llegar a la Casa del Padre. Todos empeñados en ser uno como el Padre y el Hijo son uno. Porque, en la unidad reflejamos el amor universal al que Dios, nuestro Padre nos llama. Amén.

viernes, 21 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 8,34-9,1
Seguramente no escuchamos con verdadera atención, ni tenemos una fe firme respecto a lo que Jesús nos dice, porque en el Evangelio de hoy lo deja todo muy claro: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?»pensam

No parece tampoco estar muy convencido de que la salud es lo más grande pues, aparentemente no da la sensación de que se cuide con esmero y dedicación. Sabemos que tarde o temprano se irá deteriorando y, sin embargo no ponemos el empeño necesario para protegerla. A veces anteponemos los vicios que le perjudican mucho.

Por lo tanto, si realmente queremos salvarla y desearla eternamente, escuchemos con verdadera fe lo que Jesús nos dice. Él tiene Palabra de Vida Eterna. ¿Acaso no venció Él la muerte? ¿Y eso no es prueba suficiente para convencernos? La conclusión es que nuestra fe es muy débil y no terminamos de creérnoslo.

jueves, 20 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 8,27-33
Los apóstoles no entendieron el plan que Jesús les proponía. Al parecer ellos tenían otros planes y lo que Jesús les decía no les gustaba o no coincidía con sus ideas y proyectos. Y pensaron que estaba equivocado y así se lo propusieron.

También nosotros no entendemos lo que nos propone Jesús y pensamos que nuestros planes son mejores. Pensamos que el poder y las riquezas son mejores proyectos que el que nos propone Jesús. El poder y la fuerza se imponen y convienen para vencer y convencer y nos parece mejor que el amor.

En el Evangelio de hoy Jesús nos lo deja claro. Nos dice en la persona de Pedro, que fue quien se atrevió a corregirle, que nos pongamos detrás de Él porque, Él es el Maestro y seguirle a Él es pisar sus huellas y seguir sus pasos. Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 8,22-26
Hay una cosa necesaria, y es tu disponibilidad a abrirte a la conversión. Necesitas ponerte en Manos del Espíritu Santo para que Él vaya aclarando tus dudas y fortaleciendo tus miedos y tus debilidades. Se trata de un ir descubriendo que sólo abriendo al Señor puedes encontrar el amor que deseas.

Necesitas salir al exterior, apartarte del ruido y de todo aquello que trata de distraerte y confundirte. Las tentaciones amenazan con hacernos olvidar de la presencia de Dios en nuestra vida. Te prometen una felicidad falsa, vacía y efímera. Necesitas creer y tener confianza en la Palabra del Señor.

Son los pasos que dio aquel ciego. Buscó al Señor y se puso en su Manos. Tuvo paciencia y resistió las primeras aguas turbias que no le dejaban ver claro. Se agarró al Señor y se apartó de todo aquello que le pudiera impedir ver la verdadera Luz que el Señor le puso delante.

martes, 18 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 8,14-21
Nos preocupa el pan material y cerramos los ojos a otros signos sencillos y cotidianos que, quizás, nos pasan desapercibido delante de nuestros ojos. ¿Es que no percibimos la misericordia de Dios respecto a los pecadores? ¿Es que no nos damos cuenta de la necesidad de perdonar y de amar?

Cada día hay muchos momentos en los que podemos descubrir la presencia de Dios en nuestra vida a través de un acto sencillo y humilde: una sonrisa que nos estimula; una palmadita que nos anima; una escucha atenta a nuestras inquietudes; un servicio a nuestras necesidades y muchas cosas más.

Cada día, por la Gracia de Dios, encontramos su presencia en múltiples de instantes que acontecen en nuestra vida. Necesitamos estar despiertos y con los ojos y oídos muy atentos para percibir la brisa suave que nos descubre la presencia de Dios en nuestras vidas. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios. Amén.

lunes, 17 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 8,11-13
Confundimos a Jesús con alguien que viene a probar su veracidad y su divinidad. Alguien que ha sido enviado a anunciar la Buena Noticia de Salvación y que tiene que probar quien es. ¿Acaso su Vida y su Palabra no nos lo revela?

Nuestra terquedad y cerrazón nos lo exige. No aceptamos su Verdad y su Vida. Buscamos un libertador según nuestra imaginación y nuestra razón. Un libertador fuerte, poderoso y capaz de poder contra los enemigos. Y Jesús aparenta todo lo contrario.

No comprendemos la ley del amor que Jesús nos propone. Eso de la humildad, de la paz y el amor nos parece débil y nada convincente. No nos convence su propuesta y exigimos pruebas más contundentes y que muestren mayor poder. El amor no nos parece la solución.

domingo, 16 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mt 5,17-37 por Fano
Es en el corazón del hombre donde se cuecen la verdad de sus buenas o malas intenciones. Porque, aparentando ser buenas unas resultan que son malas porque disfrazadas de verdad, desnudas resultan ser mentiras.

De ahí que todo lo que reluce no es oro, pues disfrazados de verdad pueden estar interiormente llenos de mentiras. Por lo tanto, no sólo se incumplen las leyes que están escrita sobre el papel con la vida sino también desde y con el corazón.

De modo que, quien ha cumplido la ley escrita tiene que también cumplirla con el corazón, pues, a pesar de cumplirla bajo las apariencias, la certificación de su verdad está impresa en su corazón. Y si el corazón dice otra cosa la ley ha sido burlada.

sábado, 15 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 8,1-10
Dios, nuestro Padre, se compadece de nosotros. Nos lo ha dicho muchas veces por medio de su Hijo, nuestro Señor Jesús. No quiere que suframos y menos que seamos infelices. Su Palabra y Anuncio por medio de su Hijo, nuestro Señor Jesús, nos lo descubre claramente.

Hay muchos mensajes donde nos invita a luchar por alcanzar la Vida Eterna. Y hay muchas personas como nosotros que lo han logrado con su Gracia y haciendo su Voluntad. Tú y yo también podemos hacerlo si contamos con Él y nos ponemos en sus Manos.

Todo es cuestión de fe, tal y como ha sucedido con otros. La historia de muchos que se han guiado por su Palabra es larga y que también se han dejado guiar por otros que, contando con la Gracia del Señor, han intercedido para ayudarnos. Tú y yo somos algo insignificante, somos sus criaturas y, en sus Manos, recibiremos el Amor que Él nos quiere dar gratuitamente.

viernes, 14 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Lc 10,1-9 po Fano
Todo ser humano está llamado a escuchar. Es el primer mandamiento: Escucha Israel, el Señor es tu único Dios, y a Él sólo amararás… Pero, esa Buena Noticia hay que transmitirla y darla a conocer. ¿Quién te la ha transmitido a ti?

A partir de ahí y conociendo como tú la has recibido nacerá el compromiso de hacer un tanto lo mismo. Desde la hora de tu bautizo estás llamado a proclamar la Buena Noticia y no estás solo. Eres enviado y auxiliado por el Espíritu Santo.

Pero, también eres testigo, porque, de no serlo te será imposible dar testimonio. Se puede dar testimonio de aquello que se vive y se cree. Y, porque se cree se vive en Él haciendo vida su Palabra. Entonces, simplemente dar testimonio con tu vida y de esa Palabra será la forma de anunciar la Buena Noticia.

jueves, 13 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 7,24-30
Cuando crees en alguien, no vacilas en buscarle y corres hacia él porque sabes que te soluciona tu problema. Te mueves y pones en acción toda tu inteligencia para lograr tu propósito. En él pones todas tus esperanzas y a él te aferras poniendo en juego todas tus fuerzas a pesar de los riegos que puedas correr.

Y sucede todo lo contrario si tú fe no es lo suficiente fuerte. No mueves un dedo y te resignas a tu suerte. Con Jesús sucedía todo lo contrario, era asediado en todos los lugares por donde pasaba. La gente se agolpaba a su alrededor y les rogaban que les curara. Conocían sus milagros y acudían a Él pidiéndoles por su sanación.

Eso fue lo que hizo aquella mujer sirio-fenicia cuando supo que Jesús pasaba por allí. Su fe la movió a buscar a Jesús y a rogarle que expulsara al demonio de su hija. Su sorpresa fue cuando escuchó lo que le dijo Jesús: «Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos». Pero ella le respondió: «Sí, Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños».

miércoles, 12 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 7,14-23
Lo que da responsabilidad a nuestros actos son nuestras intenciones más profundas nacidas desde el corazón. Ellas descubrirán la bondad o malicia de los mismos.  Podemos esconder, bajo nuestras apariencias, la malicia o bondad de los mismos, pero su verdadero sentido quedará registrado en nuestro corazón. Y él nos delatará en la hora final.

Conviene, pues, realizar nuestros actos de forma coherente desde nuestros más profundos sentimientos y siguiendo nuestras bien intencionadas acciones en beneficio del bien común. Porque, lo importante no es lo que aparentemente se ve sino lo que realmente es.

Porque, actuar y vivir hipócritamente es engañarte, pues la verdad emergerá al final y toda mentira escondida saldrá a la luz. ¿De qué te vale ganar el mundo si al final pierdes la Vida Eterna? Sería desperdiciar toda una vida si crees que sólo cuenta lo que tú aparentas hacer y no lo que realmente haces en verdad y justicia.

martes, 11 de febrero de 2020

Resultado de imagen de (Mc 7,1-13 por Fano
Sin darnos cuenta nos agarramos a la ley y nos apuntamos a esas reglas que, sin mayor exigencia, cumplimos y nos parece muy bien. Incluso nos creemos verdaderos santos y buenos cumplidores. Y decimos, no robo, no mato y ayudo, por tanto, soy bueno.

Y no se trata de creer que haya mucha gente buena, sino de que no hayan tantos malos porque no hayan visto la luz y sal de los buenos. Por tanto, la cosa no consiste en permanecer en uno, sino derramarse para otros. ¿Qué hizo Jesús?

Podía quedarse en Él y siendo bueno y perfecto no transparentar esa bondad ni compartirla con los demás para que, viéndola otros, se contagiaran de su amor. Porque, si buscamos la felicidad, ésta no está en las cosas ni en el tener y poseer, sino en dar y compartir. Fue precisamente lo que hizo Jesús.

lunes, 10 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 6,53-56
La gente buscaba a Jesús para solucionar sus problemas, y Jesús lo sabía, pero no le importaba. Él ha venido a sanar a todas las personas que humildemente se acercan a Él y le piden, creyendo que les puede sanar, su curación. Jesús te pide la fe en Él y lo demás corre de su cuenta.

Eso es lo que a ti y a mí también nos pide, que creamos en Él y que confiemos en su Palabra y en sus promesas. ¿Qué nos promete? Nada más y nada menos que la Vida Eterna en plenitud y gozo. Nos resulta difícil de comprender y creer, pero esa es lo que Jesús, el Señor, nos pide.

El plan que te propone, a simple vista no es apetecible sino todo lo contrario. Te exige renuncias, misericordia y humildad, nada fácil de vivir en este mundo donde lo que parece importar es el dinero y el poder. Y ante eso estar en disponibilidad de perdonar y amar nos parece algo que no es posible.

Sin embargo, Jesús no se vuelve atrás. No sigue pidiendo eso y está con nosotros. Se compadece de nuestras debilidades y miedos, pero nos conforta con su presencia, su fortaleza y su poder. Quien cree en Él no fracasará ni perderá la vida, sino todo lo contrario, la ganará eternamente. La cuestión es tener fe y fiarse de Él.

domingo, 9 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mt 5,13-16
Cuando una comida esta desabrida le pones un poco de sal. ¿Qué ocurre? Aparece el gusto y el buen sabor. Ahora la comida que, aparentemente es la misma, tiene un sabor diferente y muy gustoso. Sin embargo, la sal que le hemos puesto no se ve, simplemente se nota.

Un cristiano tiene que actuar como la sal. Es decir, de forma humilde, sin apenas que se note su buen hacer, pero haciendo las cosas bien. El buen testimonio se notará ypensam se contagiará sin apenas verse ni hacerse notar. El ambiente que le rodea se irá contagiando del buen hacer.

Y la luz de tus buenas obras alumbrará a los demás a hacer lo mismo. Esa es la misión del cristiano. Una misión que va adherida a su mismo ser cristiano, porque, abiertos al Espíritu Santo recibido en el bautismo todo su obrar consistirá en servir amando a los demás.


Resultado de imagen de Mc 6,30-34
Hay momentos que el agobio y la acumulación de gente te exasperas y te conmueve. Ante tales estampas tu compromiso te exige atenderles, pero, también necesitas descansar porque no eres un superhéroe.

El trabajador necesita también un descanso. La necesidad de compartir exige también saber qué y cómo compartir. Porque, hay muchos que aprovechan esas circunstancias para su propio interés sin pensar en los demás.

Y la idea evangélica no es hacer negocio ni buscar privilegios. Se trata de dar y compartir lo necesario; lo que se tiene y hacerlo gratuitamente. Porque, gratis lo hemos recibido, y gratis debemos de darlo.

viernes, 7 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 6,14-29La historia nos presenta a muchos hombres que han perdido su vida por defender la verdad y vivir en la justicia y de acuerdo con la ley. A muchos otros les molesta la verdad y les fastidias cumplir con lo que está prescrito en la ley, sobre todo, más que la ley con lo que es justo.

Porque, a veces las leyes son injustas cuando son legisladas por personas injustas y que, a través de ellas, buscan sus intereses y satisfacciones. Juan el bautista fue una de esas personas coherente con lo que decía. Preparaba el camino al Señor y señalaba a Herodes que vivía en pecado según la Ley de Dios.

Y por eso le mataron como nos dice hoy el Evangelio de Marcos. También nosotros hoy experimentamos esa misma situación y sabemos que en muchas partes del mundo hay en este momento gente dando su vida por su fe en el Señor. Pidamos que nuestra fe sea coherente con nuestras palabras. Amén.

jueves, 6 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 6,7-13
En nuestro bautismo recibimos el Espíritu Santo y, llegado nuestro momento, somos enviados por la Iglesia a dar testimonio de esa Buena Noticia que nos salva y que ha triunfado sobre la muerte. Y lo hacemos con nuestra manera de vivir y auxiliado por ese Espíritu Santo que hemos recibido.

Sabemos de nuestras debilidades y de que, por nuestras fuerzas no podemos ni convencer ni ser testigos, pero, por la Fuerza del Espíritu Santo todo cambia y todo se transforma si se abren a su acción e impulso. Porque, dentro de cada uno de nosotros habita el Espíritu de Dios.

Somos templos de Espíritu Santo y estamos llamados a una vida eterna. Una vida plena de gozo, de felicidad y de amor, pero una vida que, primero, tiene que pasar por la prueba de la fe que la manifiesta en las adversidades que la vida le presenta. Amén.

miércoles, 5 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 6,1-6"
La vida tiene un trayecto que, poco a poco se va definiendo. Y esa vida tiene un desarrollo por etapas y por sectores. Vives en una familia y desarrollas tanto en ella como en la sociedad donde vives diferentes funciones. Unas veces como padre o madre; otras como hijo o hija, hermano o hermana. Todo según tu condición humana.

Las funciones van cambiando al mismo ritmo de tu vida. Trabajas y también te diviertes y todo lo que hace repercute en los que están cerca de ti. En esas diversos roles que la vida te ofrece podrás siempre dar buen ejemplo de seriedad, de verdad y de justicia, y eso marcará a los que te conocen.

Tu influencia será importante en los demás y dependiendo de que sea al estilo de Jesús y siguiendo sus enseñanzas según su Palabra, tu obrar en todos esos roles que la vida te ofrece según tu condición, irás transmitiendo la Buena Noticia de Salvación. Amén.

martes, 4 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mc 5,21-43"
Para Jairo, aquel jefe de sinagoga, la vida de su hija era lo importante y lo demás, no es que careciera de valor, pero, la prioridad era su hija. Ahora era su hija y su vida lo verdaderamente importante. Pero, el haber sido devuelta a la vida no significa sino que lo verdaderamente importante volverá a ser la resurrección.

Y esa resurrección es lo que nos promete Jesús. Quien cree en mí tendrá vida eterna –Jn 11, 25 – y esa es la verdadera vida que todos deseamos. Porque, esta vida es un camino y una oportunidad para ganar la otra. Y es un privilegio que tengas una nueva oportunidad venciendo la muerte, pero lo importante es vencerla definitivamente.

Por tanto, todas las resurrecciones que hizo el Señor y milagros incluidos no son sino ocasiones y pruebas para que abramos los ojos y tratemos de estar preparados y vigilantes para que cuando nos llegue esa hora podamos alcanzar la Misericordia de Dios.

lunes, 3 de febrero de 2020

Resultado de imagen de (Mc 5,1-20"
Hay listas de esperas, enfermedades en las que no se investiga lo suficiente y deficientes medios para tratar a las personas por atender a otros intereses económicos que distraen la atención de los gobernantes y la responsabilidad de los que deben de poner la atención en la persona.

Y no se reconoce que la dignidad de la persona está ante todas las cosas. Y si se reconoce es sobre el papel, sobre las palabras y reuniones. Se habla mucho de derechos universales humanos, pero, ¿luego se nota eso en la sociedad? No parece que sea así.

Muchos pueblos pasan hambre, pobreza, son explotados, manipulados, inducidos a la ignorancia y coartada su libertad. Se les impide pensar y se les mueve a pensar según un pensamiento único gobernado y dirigido por los poderosos. Y se persigue a Jesús y a los que creen en Él, porque ellos proclaman la libertad y liberación del hombre.

domingo, 2 de febrero de 2020

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Jesús viene a salvarnos de la esclavitud y a liberarnos del pecado, que significa la muerte. Él, limpio de pecado, nos indica el camino para sostenernos firmes y purificados, por su Gracia, del pecado, que nos lleva a la muerte.

Pero, esa liberación exige nuestra disponibilidad y nuestra colaboración. Hemos sido creados libre y, por lo tanto, capaces de aceptar o no. Y el Espíritu Santo, recibido en nuestro bautismo, no moverá un dedo para liberarnos sin nuestro permiso. Y eso significa que nuestra libertad debemos ponerla a disposición del Espíritu.

Porque, como Simeón, será el Espíritu Santo quien nos moverá y nos conducirá por el verdadero camino que nos lleva a purificarnos, por la Gracia, y a vivir en la Voluntad de nuestro Padre Dios. Voluntad que nos liberará de la esclavitud del pecado.
Resultado de imagen de Mc 4,35-41
En las tormentas de nuestras vidas nos asustamos y nos olvidamos de las promesas que Dios nos ha hecho. Tener fe es mantenernos firmes y creer en Él. Eso no está en contradicción con que sintamos miedo y preocupación, pero con la esperanza de que el Señor cumplirá lo que nos ha dicho.

Creer en Dios es creer en su Palabra y en lo que nos ha prometido en ella. Creer en Dios es creer en Jesús, el Hijo enviado y en todo lo que se cumple en Él. Creer en Dios es preguntarnos por lo que esperamos y en quien confiamos. Es saber y discernir en quien ponemos nuestra vida.

Sin embargo, sabemos que esta vida se nos ha dado gratis y se nos ha confiado a nuestra libertad y responsabilidad. Somos los administradores de nuestras vidas y como tal tenemos que dar cuenta en la hora final. Por tanto, conviene ir de la Manos del Creador, Señor y dador de vida, y vivir en su Voluntad.