Cuando nos llega la noticia de algo bueno intentamos conseguirlo. Más todavía si se trata de algo curativo que nos devuelva la salud. Estamos dispuestos a conseguirlo a pesar de que nos cueste grandes sacrificios, pero nos equivocamos si no nos detenemos en la Causa de esas curaciones.

Porque la salud volverá a deteriorarse y le llegará la hora de su fin, pero el que tiene poder para curarte ahora, puede también darte la salud para siempre. Y esa es la que verdaderamente buscas e interesa.

Busquemos, pues, al Aquel Médico que cura para siempre, y pidámosle esa Gracia que da Vida Eterna.