Este mes de julio el Santo Padre nos ha sugerido que recemos para que todos aquellos que administran la justicia obren con integridad y para que la injusticia que atraviesa el mundo no tenga la última palabra. Súmate a esa plegaria.

Porque, en el mundo se cometen muchas injusticia que hacen sufrir a mucha gente. Sabemos que el sufrimiento llegará con las enfermedades, los errores o las tragedias naturales, pero podemos evitar las injusticias que causa el hombre a su semejante, tanto de forma directa como indirecta.

Y también las injusticias que se cometen alterando la naturaleza, la casa común, que luego trae consecuencias injustas para muchas personas que también viven en este planeta. Todos estamos relacionados y todos dependemos de todos, de manera que tus actos repercuten en la vida de los demás.