Hay un gran peligro cuando podemos confundir la Iglesia con el templo. Incluso, de forma coloquial solemos decir: Vamos a la Iglesia, cuando en realidad, a donde vamos es al templo. La Iglesia somos nosotros, es decir, tú y yo. La congregación de los fieles cristianos, decía el catecismo de mi época.
Tú eres templo vivo del Espíritu Santo, y por tanto, Iglesia viva en Xto. Jesús. Porque, Jesús es el Templo Vivo que en la hora de nuestro bautizo, vive y mora dentro de cada uno de nosotros.
De modo que, de la misma manera que mantenemos nuestros templos bellos y cuidados, tenemos también nosotros que cuidarnos y sostenernos como templos vivos del Espíritu Santo, porque llevamos a Jesús, Camino, Verdad y Vida dentro de nosotros. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.