Amar es darse, es entregarse y es realmente un compromiso. Porque, no se puede amar hoy y mañana no. Es clase de amor se identifica con los sentimientos, y, por tanto, no es verdadero amor. El amor no está apoyado en sentimientos, sino en el compromiso. Cuando se quiere, se quiere siempre.

Un amor que simplemente quiera mientras duren los sentimientos y el gozo, es un amor egoísta. Y un amor egoísta no es verdadero amor. Cuando se ama de verdad se rompen las barreras de las diferencias, también de los sentimientos y se superan todas las dificultades que tienden a separarnos.

Se ama sin condiciones y comprometidos en la fidelidad y la verdad. De no ser así estaríamos ya condenados para toda la eternidad. Dios, nuestro Padre, nos ama con ese Amor comprometido, que no merecemos y que nos lo regala. Nos ama libremente a pesar de nuestros desplantes y rechazos. ¿No debemos amar así también nosotros?