No termino de atreverme, Señor, a bajar de mi propio árbol. Ese árbol que sostiene mi soberbia, mi suficiencia y mis parálisis. Y, a pesar de mi insatisfacción no me abajo de mi árbol y te abro la puerta de mi casa.
Dame, Señor, la sabiduría de abrirte mi corazón y postrarme ante ti para que cures mis parálisis. Porque, yo, Señor, necesito tu Misericordia para quedar limpio de todos mis pecados y, vacio de las inmundicias de este mundo abrir mi corazón para llenarme de Ti.
Señor, pongo ante Ti mi camilla y te presento mis parálisis, porque quiero, Señor, que me cures y perdones mis pecados. Ayúdame a conocer las parálisis que impiden que mi vida se llene de tu Gracia y que pueda levantarme, tomar mi camilla y caminar, junto y contigo, hacia Ti. Te busco, Señor, y tiendo ante Ti mi camilla y mis parálisis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.