Páginas

viernes, 11 de febrero de 2022

 

Jesús no se queda en un lugar determinado. Atraviesa la Decápolis y proclama la Buena Noticia a todos los que le escuchan. Le presentan un sordo y casi mudo, al que cura dándole la audición y el habla.

No mira, como si hizo con aquella mujer cananea, si es judío o pagano. Viene a salvar al hombre y a abrirle su corazón para que, aceptándole proclame también su Palabra. Nos busca sin descanso y, hoy sigue haciéndolo. Espera tu respuesta.

Quiere que abras tu corazón a su Palabra. Para ello, conociendo y sabiendo las dificultades y tus debilidades, se ha quedado, convertido en Pan y Vino, en el Alimento Eucarístico que te dará la fortaleza y el ánimo necesario para cargar con la cruz de tu propia vida hasta llegar a la Casa del Padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.