PENSAMIENTOS EN EL CALOR DE LA NOCHE

Jesús no viene de forma aislada sino dentro de una familia, de un origen que lo humaniza y lo señala como verdadero hombre. Su ascendencia es humana no exenta de pecados y también virtudes. Todo está a la vista y no se esconde nada. José y María marcan la Gracia y fidelidad a Dios.

Dame la Gracia, Señor, de saber sostenerme siempre en la verdad y no desfallecer ni permitir que las tentaciones y seducciones de este mundo, demonio y carne me sometan a marginar mi fe y obediencia en Ti. Sostén mi vida, Señor, en tu Voluntad.

Los orígenes de Jesús dejan entrever su naturaleza humana. Sus antepasados están visibles en el pueblo y su historia le señala como verdadero hombre. Otra cosa es su Naturaleza divina, pues es el Hijo de Dios enviado y nacido, por la Gracia del Espíritu Santo, de una Virgen inmaculada de la estirpe de David.