Páginas

miércoles, 3 de marzo de 2021

 

El poder establecido y apoyado en la fuerza y la imposición es un poder destructivo y dictatorial. Un poder que excluye la libertad y el derecho a elegir tu propio camino y que amenaza tu capacidad de elegir y de construir tu camino. Al final no es un poder sino una imposición por la fuerza.

Porque, el poder más grande es el servicio. Un servicio ofrecido desde la libertad y el amor. Un servicio que ayuda a levantarse, a enarbolar la bandera de la libertad y el derecho a elegir tus opciones desde la libertad y derechos. Así lo hizo Jesús, y así lo transmitió a sus apóstoles.

Y la Iglesia, continuadora de ese estilo de vida y de, fundamentalmente servicio a los más necesitado, continúa la labor. Nadie puede criticar y desmentir, a pesar de sus fallos humanos, la labor que hace la Iglesia en el tercer mundo, y también en el  primero. A la vista está.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.