Hay mucha necesidad de clarificar conceptos y saber que realmente significan y a qué comprometen. Amar, ser buena persona y muchas formas más de conceptuar el significado de esas palabras nos llevan a fatales errores que nos pueden salir muy caros.

Ser buena persona no es hacer buenas cosas cuando se nos presenta la ocasión y según nuestra disponibilidad y gusto. Ser buena persona es estar comprometida con la verdad y la justicia y buscar que los indefensos, explotados, ignorantes o pobres no sean engañados.

Ser buena persona, no es simplemente dar de lo que te sobra, sino gastar tu vida y tu tiempo en construir un mundo mejor dentro de tus posibilidades y círculo que te rodea. Ser buena persona es tratar de no dejar de hacer cosas, que quizás son para ti, para que las haga otro. Son las llamadas omisiones.