![]() |
Mt 2,1-12 |
Por nuestro bautismo somos sacerdotes. No el sacerdocio del orden ministerial, sino el sacerdocio que nos consagra de poder ofrecer todo nuestro obrar y vivir al Padre Eterno. Un sacerdocio que nos relaciona con nuestro Señor Jesús, sumo Sacerdote.
Somos también profetas. Profetas que nos da la capacidad para poder hablar de Jesús y de las enseñanzas de su Palabra en su Nombre y por la acción del Espíritu Santo, que también recibimos en nuestro bautizo. Nuestro compromiso bautismal nos exige ese don de profeta.
Y, por último, somos también reyes. Reyes capaces conducir, gobernar y reinar en un mundo edificado sobre la paz, justicia y amor. Un mundo de entrega, solidaridad y servicio, tal y como hizo Jesús, Rey del Universo, que no vino a ser servido, sino a servir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.