En todas, o casi todas las familias hay alguna oveja negra. Considerando que la Iglesia es la reunión de familias creyentes en Jesús de Nazaret, es de sentido común, y entra dentro de lo normal, que haya también muchos malos testimonios. Y la historia se ha encargado de descubrirlo.
Pero, lo verdaderamente importante es considerar los buenos testimonios que en cada época han ido apareciendo y dándonos testimonios verdaderos de la presencia de Jesús en este mundo. Testimonios de santidad y de seguimiento a la Palabra y Vida de nuestro Señor.
Y son esos testimonios los que nos deben valer y alumbrar nuestra vida. Son esos buenos testimonios los que nos hablan y dan testimonio, valga la redundancia, de la Vida y Obra de Jesús, de su Palabra y de su estilo de Vida que nos descubren la verdadera Iglesia que nos alumbran el Camino, Verdad y Vida de la que nos habla Jesús.
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