miércoles, 20 de noviembre de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Poco a poco te vas dando cuenta de que tienes talentos y puedes hacer muchas cosas que servirán para beneficiar a otros. La tentación, que se esconde en ti, te dice que los guardes para ti y no los compartas con nadie. Ese es el peligro que nos acecha: egoísmos y ambición.

Señor, sin tu presencia me pierdo, me desoriento, el mundo y sus seducciones pueden con mi voluntad y mi quedo hundido en la perdición y el vacío. Nada puedo si Tú no caminas a mi lado. Me reconozco débil y fácil de seducir por el mundo, demonio y carne. Por eso, Señor, consciente de mis debilidades y pecados te suplico que endereces mis pasos.

Reconocer que esos talentos – minas – no son tuyos, sino que los has recibido de lo alto, te ayudará a reconocer que tienes el compromiso y deber, de negociarlos para el bien de los más desfavorecidos y que han recibido menos que tú. Dejarlos morir, olvidados, enterrados o, por comodidad, no utilizarlos para el bien, será un grave error y tu perdición.

martes, 19 de noviembre de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Mientras tu corazón no sienta deseos de realizar lo que arde dentro de él, tu vida quedará estancada en la mediocridad o en la satisfacción de lo caduco que le ofrece este mundo. Porque, en lo profundo del corazón del hombre hay un ardiente deseo de felicidad eterna.

Señor, Tú lo sabes, mi problema es que siempre quiero salirme con la mía. Incluso, creo que lo que yo quiero y deseo es mejor que lo que Tú me propones. Toma, Señor, mi corazón y hazle saber que sólo tu Voluntad es el único y verdadero camino de salvación.

Posiblemente, Zaqueo tenía ese ardiente deseo de felicidad. Quizás llegó a pensar que con el dinero podía saciar ese ardiente deseo, pero, al parecer, no era esa la experiencia que iba viviendo. Sin embargo, la Palabra que le llegaba de lo que decían de Jesús, si daba sentido a lo que, dentro de él, experimentaba. Y eso despertó la curiosidad por conocerle. Y, cuando se conoce a Jesús, cambia nuestra vida. 

lunes, 18 de noviembre de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Cuidamos de nuestra vista para ver las maravillas que el mundo nos ofrece. Vemos la televisión y todo el colorido hermoso contenido en este mundo, pero, quizás no nos hemos preocupado por ver lo verdaderamente importante: a Jesús de Nazaret.

Señor, cada momento de mi vida es una prueba. Una prueba que me angustia, me agobia y me impacienta. A veces no sé por qué, y otras creo tener razón. Dame la fortaleza, la sabiduría y la paz de poder sostenerme en la paciencia y misericordia siendo manso y humilde como Tú, Señor.

Aquel que está a nuestro lado, nos llama y nos propone invitarnos a su Reino y Gloria de Vida Eterna. Jesús que pasa todos los días por nuestra vida, que nos habla de la Infinita Misericordia de su Padre, y que nos anuncia que también es Padre nuestro. Posiblemente tengamos los ojos de nuestro corazón y de nuestra alma cerrados, o puestos en otras cosas de este mundo que nos impiden ver lo único y verdaderamente importante: a Jesús de Nazaret que pasa por nuestra vida.

domingo, 17 de noviembre de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Experimentar que somos carne de pecado, no es que sea bueno, pero sí beneficioso, pues nos sirve para darnos cuenta de que nuestro camino es un camino incómodo, de lucha y resistencia para no dejarnos doblegar y sostenernos preparados asistidos en el Espíritu Santo.

Esta oración es mi vivo retrato, Señor. Sé que Tú me conoces mejor que yo, no en vano eres mi Creador. Por eso recurro a Ti y te pido que me des la fortaleza de perseverar, a pesar de mis debilidades, miedos y pecados. Confío en Ti, pues eres mi Padre y mi Salvador. Amén.

Enfrentarnos nosotros solos sería descabellado y condenados a ser vencidos. Pero, unidos al Espíritu Santo – recibido en la hora de nuestro Bautismo – seremos inexpugnables y podremos salir victorioso en nuestra lucha personal contra esos enemigos de nuestra alma: mundo, demonio y carne. Entonces tendremos paciencia y esperanza, apoyadas en nuestra fe, para aguardar y estar preparados para cuando llegue la hora de responder a la llamada de nuestro Padre Dios.

sábado, 16 de noviembre de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Es evidente que la insistencia de nuestras peticiones está muy estrechamente relacionada con nuestra fe. Si creemos en nuestro Padre Dios, nunca dejaremos de pedirle por nuestras necesidades porque sabemos de su Amor y Misericordia con nosotros.

Hay momentos que la vida me sobrepasa, y otros en los que creo que puedo con ella. De cualquier forma la carga de mi propia vida no me resulta cómoda, y, hay momentos, que me pesa demasiado hasta el punto de que creo desfallecer. Dame, Señor, la fortaleza de poder cargarla sobre mis espaldas y llegar a Ti.

Nuestras insistencia y nuestra perseverancia van descubriendo la medida de nuestra fe. Otra cosa muy distinta es lo que pidamos, porque la realidad es que no sabemos pedir y, posiblemente, pedimos cosas que no nos conviene o desproporcionadas con lo que verdaderamente necesitamos. Dios es nuestro Creador y nuestro Padre. Sabe quiénes somos y qué necesitamos. Por tanto, creamos en su Amor Misericordioso y que nos dará lo que realmente nos viene bien para nuestra salvación.

viernes, 15 de noviembre de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

¿Acaso no nos damos cuenta de que la vida se repite a cada momento? Si lo pensamos detenidamente, observamos que nuestra vida se compone, casi siempre, de lo mismo: comer, trabajar, ocio, diversión, descansar, dormir y a repetir lo mismo.

Hay momentos, Señor, que pierdo tu Rostro y dudo de tu Palabra. Hay momentos, Señor, que las exigencias de amar y darme me hacen dudar de tu presencia. Haz, Señor, que en esos momentos vea tu Rostro y sienta tu presencia. Pero, de cualquier forma nunca me separe de Ti.

De vez en cuando tenemos alguna variación, un extra – como solemos decir – y poco más. Si somos capaces de mirar atrás nos damos cuenta de que llevamos toda nuestra vida haciendo, en lo que se refiere a lo fundamental, casi lo mismo. Es decir, vivimos, con algunas diferencias en el orden tecnológico, haciendo sustancialmente lo mismo. Y, por mucho que queramos, no salimos por nosotros mismo. Sólo Dios nos transforma y cambia nuestro rumbo rutinario.

jueves, 14 de noviembre de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

La cuestión no está en esperar, sino en vivir esa espera. Vivir en el esfuerzo diario de amar como Él nos ama; de perdonar como Él nos perdona; de comprender como Él nos comprende; de ser manso y paciente como Él es manso y paciente.

Guardar silencio es signo de dominio, de control y de evitar el desenfreno, la reacción incontrolada, no razonada y desproporcionada. Es dar protagonismo al tiempo para que pase la tormenta, la agresividad, madure la soberbia y vuelva la cordura, lo racional y el control de uno mismo.

Se trata de imitar a nuestro Señor Jesús injertados en el Espíritu Santo, recibido en la hora de nuestro bautismo. Porque, solos seremos vencidos por las seducciones del mal: mundo, demonio y carne, los grandes enemigos del alma. Se trata, pues, de confiar en su Palabra y, creyendo, esperar nuestra hora final o su prometida venida. Mientras gozaremos de sabernos dentro del Reino de Dios.