No
nos han creados para vivir unos cuantos años. Al contrario, hemos sido creados
para vivir eternamente felices. Es lógico, una Padre Bueno te crea para que
vivas eternamente a su lado gozosamente. Lo contrario no sería lógico ni
tendría sentido.
He
nacido herido por el pecado. Con el bautismo, Señor, me sanas y limpia, pero,
la travesía del mundo y mis debilidades me amenazan con volver a caer y
mancharme. No dejes, Padre Bueno, de limpiarme y sanarme cada vez que mi alma,
débil y herida, se macha. Gracias, Señor.
Está claro que hay que decidir. No se puede estar a medias entre un camino y otro. O estás con y en el mundo o, estando el mundo, eliges seguir a Jesús dejándolo todo y poniéndole en el centro de tu vida. Él será quien, en el Espíritu Santo, dirija tu vida. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.