La
insistencia es una manera de descubrir nuestra perseverancia y nuestra
confianza. Poque, quien cree y confía, insiste. Mantiene viva siempre la
esperanza y cree en la bondad del Aquel a quien pide. El Señor, Padre Bueno,
nos invita a perseverar e insistir.
Sé,
Señor, que mi vida ha de pasar por momentos frustrantes, de sobriedad y
sufrimiento. Es vida de dolor y esperanza el camino que nos lleva a Ti, pero,
también sé que, llegar a Ti es la mayor alegría y gozo que podamos alcanzar.
Vida eterne en plenitud.
El camino exige estar siempre en pie y avanzar. Eso, traducido al lenguaje de cada día, significa: esfuerzo, perseverancia, fortaleza y, sobre todo, exigencia en pedir e insistir. Porque, las cosas no llegan al abrir nuestra boca, exigen tiempo y maduración. Amén.
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