Conviene
no perder de vista la grandeza del Señor. Sin embargo, escoge lo pequeño y
débil para así demostrarnos cuán grande es su poder. El Señor, lo pequeño, lo
hace grande, de manera que los poderosos se dan cuenta de lo pequeño que son
con respecto a Dios.
Es mi mayor deseo. Creo que no dudaría, en
pedírtelo, ni un segundo. Te pido, Señor, que note y descubra tu presencia en
mi vida diaria. Que sienta tu cercanía y que, a pesar de mis debilidades y
adversidades, confíe siempre que Tú estás a mi lado.
Nuestra esperanza está fundamentada en su Poder y Amor Misericordioso. Sus obras brillan a lo largo de su Plan de salvación: Rescató a su pueblo de la esclavitud de Egipto, y a lo largo de su historia le ha guiado por caminos de libertad, amor y misericordia, y su momento principal fue, su Muerte en la Cruz, y, a los tres días, su Resurrección.
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