En diversas ocasiones nos
encontramos encerrados en un círculo cerrado del que nos es difícil salir.
Círculos que nos limitan y nos impiden ver y que limitan nuestra libertad.
Conviene moverse y buscar ayuda de quienes te pueden ayudar a encontrarte con
el Señor.
Siempre será de gran ayuda
encontrar los que te allanen el camino y te procuren acercarte al Señor.
Porque, sólo Él podrá curarte de tus parálisis. Parálisis que en muchas
situaciones pueden estar provocadas por el pecado. Parálisis que sus causas se
hunden en esa situación de pecado que permanece en ti.
Por eso, conviene acercarse a Jesús y abrirte a su
Misericordia para que, perdonados tus pecados, tus parálisis desaparezcan y sintiéndote
libre puedas experimentarte salvado y glorificar a Dios. Porque, sólo Él es el
Camino, la Verdad y la Vida.
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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.