Y ese seguimiento es firme,
perseverante y decidido. Le siguen, se acercan y quieren conocerle. Y, cuando
nuestro acercamiento es sincero y verdadero, la respuesta de Jesús es siempre
de acogida y de invitación a conocerle.
Quizás, nosotros ni le
hayamos seguido decididamente ni le hayamos preguntado quien es o en dónde
vive. Porque, Jesús ha venido para eso, para enseñarnos la Casa de su Padre e
invitarnos a vivir en ella. Está esperando nuestras preguntas.
Necesitamos dar ese paso y obedecer la invitación de
nuestra Madre la Iglesia, o de nuestros padres, familia o algún amigo.
Necesitamos buscar y conocer quien realmente es ese Niño que hace unos pocos
días hemos celebrado su nacimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.