
Pedro pasó por la misma circunstancia y
dio la respuesta correcta. ¿A dónde vamos a ir? ¿Nos da más confianza y
fiabilidad el mundo o los hombres? Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna y tus
Obras nos hablan de Ti y de tu Verdad. Luego, a pesar de no comprender me fío
de Ti.
Tú, Señor, sin sacar provecho para Ti, ni
tener ningún interés, te ofreces en ayudarnos, en enseñarnos la verdad y a
amarnos. Te has mostrado misericordioso con cada uno de nosotros y nuestros
corazones arden de buenos deseos y de verdadero amor. ¿A dónde, como
Pedro, podemos ir, Señor? Nos quedamos
contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.