Es posible que te preguntes, ¿por qué existe el mal? Y las respuestas que encontrarás no te darán una respuesta que te satisfaga plenamente. Posiblemente, el mal será la prueba de tu respuesta firme por la opción al bien. La semilla de tu corazón busca y anhela el bien, la verdad y la justicia.

Sin embargo, puedes encontrar razones que te ayuden a entender que, al ser creado libre, tendrás que optar por un camino, el bien o el mal. Es decir, seguir al Señor según su Palabra y Verdad, o rendirte a las apetencias concupiscentes de la carne, el placer y poder.

Jesús, que se presenta y se define como el Camino, la Verdad y la Vida, se nos pone como Modelo para que podamos encontrar ese camino que nos lleve a elegir bien el camino, valga la redundancia, que supere al mal. Su Vida, que aparentemente resultó un fracaso, triunfó en el Amor contra el mal.