La búsqueda de tu Persona, Señor, exige camino, exige verdad y exige dar la vida. Porque, Tú eres, precisamente, eso, Camino, Verdad y Vida. Buscarle demanda riesgo, aventura, salir de ti mismo e ir donde quizás no crees que pueda estar. Mira en lo pequeño y busca con humildad.
El se revela en lo pequeño, en lo humilde, en los pobres, indefensos, inocentes y marginados. En los más débiles que no saben ni tienen quienes le defiendan. Nos lo dice: He venido a salvar a los pobres, a los que necesitan salvación.
La pregunta es clara y concreta: ¿Quieres conocerle y encontrarle? Busca en ese mundo necesitado, de pobres, de inocentes, de ciegos que teniendo ojos no ven. Busca y abre tus ojos para que, en Él, puedas ver. Porque, si no estás con Él también estarás ciego.
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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.