Es evidente que nunca entenderemos ese Infinito Amor Misericordioso de Dios. Quizás, por eso nos atrevemos a darle la espalda, a mostrarle indiferencia y hasta rechazarlo. Realmente, ¿nos damos cuenta de que todo lo que somos y tenemos nos lo ha regalado nuestro Padre Dios?
Nos ama tanto – indescifrable misterio – que se ha hecho carne para – igualándose a nosotros, menos en el pecado – rescatarnos de la tiniebla y alumbrarnos el camino hacia la Verdad para darnos la Vida Eterna de gozo y plenitud.
Juan nos lo proclama y anuncia en su Evangelio – Jn 1, 1-18 – dándonos todo detalle de lo que sucedió y como, Dios encarnado – la Palabra – nos alumbra el camino para los que crean en Él queden liberados de la tiniebla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.