Sucede que miramos más para
la ley que para las necesidades de los hombres. No se puede legislar sin tener
en cuenta lo que perjudica al hombre, buscado siempre desde la verdad y la
justicia. Es necesario ver los atenuantes y las imprescindibles necesidades del
hombre para permitirla a pesar de saltarse la ley. Eso es tener misericordia y
no quedarse rígidamente en la ley.
No tiene sentido privar a las
personas de sus necesidades por el hecho de cumplir una ley que puede
modificarse para beneficio justo del hombre. Así sucedió en el tiempo de Jesús,
aquellos fariseo recriminaban a Jesús porque sus discípulos tomaban las espigas
para comerse el grano. Era sábado y la ley exigía no hacer trabajos en sábado.
¿Acaso se puede pasar hambre por motivos de la ley? ¿A
quién beneficia eso? ¿Acaso se puede dejar morir a alguien porque no se le
puede curar en sábado? ¿Entra eso dentro de la lógica humana y de la caridad?
¿O son leyes interesadas y acomodadas que sirven a unos para someter a otros?
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