lunes, 21 de septiembre de 2020

 

Muchos, como es el caso de Mateo, respondieron a la llamada de Jesús, pero, eso no nos sirve de consuelo, porque, mi respuesta no la puede dar otro. Me corresponde solo a mí responder a la llamada de Jesús y nadie puede sustituirme. Depende de lo que tú y yo decidamos.

Por tanto, tendrás y tendremos que estar atentos, abiertos nuestros ojos y oídos y en actitud disponible para, puestos en sus Manos, responder a su llamada con amor. Un amor que necesita crecer y madurar en su presencia.

Reconocemos que no es fácil responderle al Señor, porque no hay otra respuesta que la del amor. Y amar al estilo de Jesús no es nada fácil. Mejor, diría imposible para nosotros solos. Necesitamos la fuerza y el poder de Dios que, desde nuestro bautismo, hemos recibido en el Espíritu Santo. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.