Si
tratas de vivir la Buena Noticia que, a través de los apóstoles, Jesús, el
Señor, proclamas, convergerás en que lo verdaderamente importante es amar.
Cuando amas al estilo de Jesús se nota y quien recibe ese amor recibe – valga
la redundancia – la Buena Noticia.
Mi
vida se agota y se cansa. La rutina va, poco a poco, quemando mi vida y
gastándola irremediablemente. Dame, Señor, ese descanso necesario para que,
apoyado en Ti, encuentre maneras de renovarme y de fortalecerme en tu amor.
Amén.
Cuando creemos que los frutos vienen de nuestro esfuerzo y méritos, podemos desanimarnos cuando las cosas se tuercen. Pero, eso no nos ocurrirá si pensamos – y además es verdad – todo nos viene dado del Señor y nuestros frutos nos vienen de Él.
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