Un
camino supone movimiento, porque de quedar parado no hacemos camino. Como dice
el poeta, se hace camino al andar. Y
nosotros lo hacemos en la medida que, siguiendo al Señor, tratamos de vivir en
su Palabra y hacer su Voluntad.
La
dureza del camino se hace patente y cuesta discernir, ver lo bueno y hacer tu
Voluntad, Señor. Por eso, te pedimos luz, fortaleza y un corazón manso y
humilde como el Tuyo que nos haga ver el mundo con los ojos del amor, ser
humilde, paciente, comprensivo, suave y bueno.
La cuestión es echar las redes, porque, posiblemente nos haya llegado esa invitación y no hayamos respondido. Quizás nos hemos quedado sin echarlas y sin responder a esa invitación que se nos ha hecho. Y sin no has echado tus redes no hay posibilidad de pesca. La cuestión es ser dócil a la Palabra de Dios.
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