Sucede que dudamos
porque no entendemos. La duda nos corroe y nos distancia del pensamiento del
Señor Jesús. Santiago y Juan, discípulos suyos, le suscitan al Señor violencia
contra aquellos que no quieren recibirle. Y Jesús, el Señor, les regaña.
Saber que a cada
momento de mi vida puedo establecer una conexión con Dios, mi Padre, a través
de la oración, es la bendición y el privilegio más grande que un ser humano
puede tener. Porque, estando en su presencia todo es diferente y todo reluce de
otra manera. ¡Alabado sea el Señor!
También nos sucede
a nosotros. Sentimos deseos de responder a la violencia con violencia. Es
evidente que esa actitud es el origen de las guerras y muertes que hoy se
suceden cada día en este mundo. Jesús viene a traer el Amor. Un Amor que nos
regala misericordia, incluso al enemigo, y que siembra semillas de paz por
donde pasa. El culmen de su Amor es la Cruz. Una Cruz donde entrega su Vida
para darnos a todos esa oportunidad de amar y amarnos para salvarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.