miércoles, 2 de octubre de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Experimentamos que en la media que crecemos nos observamos más sometidos y esclavizados, y cautivos en nuestra propia cárcel. Ese corazón limpio, puro y libre que teníamos cuando niño se ha transformado en un corazón viejo, endurecido y soberbio por nuestros pecados.

Cada día me pregunto, Señor, si soy un buen cristiano, si realmente estoy cumpliendo tu Voluntad, si estoy más cerca del hijo prodigo que del hermano mayor. Porque, yo, Señor, quiero ser tu amigo e hijo de tu Padre como Tú, y no encuentro el camino, me cuesta mucho orientarme. Dame, Señor mío, la orientación correcta y aumenta mi fe.

Y, en la medida que trascurre nuestra vida, nos vamos experimentando  más cautivos, más encerrados en nosotros mismos y esclavos de nuestras propias pasiones y hábitos. Necesitamos, como cuando niños, experimentar la misericordia de nuestros padres, y ahora ya no están. Y no vemos al que siempre ha estado con nosotros, nos ha creado y dado la vida y nos tiende su mano misericordiosa. Posiblemente, tendremos que volver a ser como niños para darnos cuenta de nuestro verdadero Padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.