El tiempo, aunque
aparente mucho puede ser una apreciación falsa. No sabemos la hora ni el
momento que puede acontecer tanto nuestra hora final como el fin de los
tiempos. Si bien, es verdad que hay señales que nos indican la hora final de
este mundo.
Señor, todo
consiste en ponerme en tus manos y dejarme conducir por tu Espíritu. Eso te
pido, Señor, que me revista de tu Espíritu y hagas que mi corazón se transforme
en un corazón como el Tuyo, que sepa amar como amas Tú, mi Señor.
El Señor nos lo dice claramente en el Evangelio de hoy. Nos previene para que estemos atentos y no nos dejemos engañar. Si bien, nuestra propia hora final no la sabemos, si, el final de este mundo viene marcado por unas señales que nos avisan de que su fin está próximo. De cualquier forma nuestra actitud debe ser estar preparados en todo instante de nuestra vida, para que tanto la venida del Señor como nuestra propia hora final no nos sorprenda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.