Cuando
nos asalta el miedo al compromiso nos estamos equivocando gravemente. Con Jesús
no hay nada que temer si realmente comprendemos el porqué de su Amor. Nos ama
gratuitamente y sin exigencias, de modo
que eso nos exime de prestaciones.
En
estos momentos mi vida sufre decaimiento y cansancio. Me pesa mi cuerpo y me
cuesta moverme. Junto a estas sensaciones me asola el desánimo, y solo me
sostiene tu presencia, Señor. Porque, sé que Tú estás presente en mi vida y
espera que yo crea en Ti y siga adelante. Y eso, en y por tu nombre, haré,
Señor.
No le debemos nada, porque nada podríamos pagarle. Todo lo que somos y tenemos nos lo ha dado. Todo es Gracia y regalo del Señor. Somos simplemente sus criaturas, de modo que Él no espera de nosotros que le paguemos nada – no podríamos – ni tampoco comerciar nada, pues no espera una transacción. Nos da todo gratuitamente y sin condiciones. Solo quiere que correspondamos a su amor amando como Él nos ama. Y unido a Él es posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.