Cuando quieres hacer justicia en este mundo,
sobre todo para aquellos desfavorecidos, pequeños y explotados por los
poderosos te das cuenta de que el mundo se te pone cuesta arriba. Experimentas
que eso significa lucha y también sufrimiento y sabes que no te queda otra
opción sino que sufrir y luchar con ellos desde la paz, la justicia y la
verdad.
Pero, también experimentas que esa lucha tiene
fecha de caducidad. Igual no consigues mucho, pero todo tendrá su fin en algún
momento. Es posible que tú no lo veas ni consigas nada, pero el esfuerzo y el
testimonio de tu lucha quedarán en la retina de otros y, sobre todo, en la
presencia del Espíritu Santo, que nos acompaña y nos asiste.
Por eso, el Señor Jesús llama bienaventurados a todos aquellos que, a
pesar del dolor y sufrimiento, se mantienen firmes en seguir sus pasos y en
permanecer al lado de los pequeños, de los pobres, de los que lloran, de los
perseguidos por su Nombre, de los limpios de corazón y de todos los que quieren
seguir a Jesús hasta sus últimas consecuencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.