Observas lo extraordinario y milagroso que hace otro, y en lugar de admirarlo y sorprendente, te atreves a decir que está poseído y compinchado con el demonio. Si presencia que Alguien expulsa demonio no puedes acusarlo de actuar en nombre del demonio. Porque el demonio no puede expulsarse a sí mismo. Sería algo contradictorio y sin sentido común.

Luego, mejor reconocer la autoridad de esa Persona y comprender que, en lugar de estar aliado con el nombre, es superior a él y le vence expulsándole fuera del que atormenta. Porque, sin dominarle y atarle primero, no podrá expulsarle después. Es el Señor más fuerte y su Poder es invencible.

Esa forma de blasfemar indica cerrazón y dureza de corazón contra el Espíritu Santo, al que le cierra todas las puertas de tu corazón impidiéndole actuar en ti. Quedarás a oscuras y tu corazón cegado en las tinieblas no encontrará el camino de la verdad. Necesitarás abrirte a la luz para poder ver la Verdad y el camino que te lleva a ella.