Pasamos la mayor parte de
nuestra vida disfrazados. Es curioso que el Evangelio de hoy, en pleno
carnaval, nos hable de las diversas
caretas que adoptamos en nuestras vidas. Por un lado, nos disfrazamos de jueces
para ver los defectos y errores de los otros, y, sin embargo, no vemos los
nuestros.
Fingimos ser misericordiosos
cuando nos conviene, pero actuamos con soberbia y prepotencia cuando nos
interesa. Como los camaleones, adoptamos el color que más nos conviene para sacar
el mayor partido y aprovecharnos de los demás.
La hipocresía es el disfraz
que más se nos adapta a nuestra condición de hipócrita. Y aparentamos dar
buenos frutos cuando de nuestro corazón pervertido, adulterado, lleno de
concupiscencias y malos sentimientos no puede salir nada bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.