Por
mucho que quieras disimular, tu búsqueda se centra en la eternidad. Cuando
hablas de salud estás afirmando que buscas tener vida eterna. Pues bien, la
tienes regalada por Amor. Un Amor Infinito y Misericordioso y, me pregunto
¿estás ciego?
Dame,
Señor, la fortaleza, la paz y sabiduría para no dejarme nunca seducir por el
gusto de la fama y de mi vanagloria. Que siempre, Tú, Señor, seas el primero en
mi vida y que todo lo que haga sea para tu Gloria y por tu Amor. Que mi vida te
refleje en todos mis actos.
En
realidad, ¿te has preguntado alguna vez en tu vida qué estás buscando? O dicho
de otra forma, ¿qué es lo que más te interesa y deseas? Porque, de encontrar la
respuesta verdadera y plena, no hay tiempo que perder. Conviene ponerse en
marcha. ¿No te parece?
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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.