No
se podría imaginar una Iglesia sin mujeres. La mujer tiene y desarrolla un
papel importante dentro y afuera de la Iglesia. A través de la vida de la
Iglesia, pasando por María, la mujer estuvo siempre desde el principio en los
caminos de la Iglesia.
María,
desde el principio, tú estuviste en el comienzo de la primera andadura de la
Iglesia. Nos has acompañado siempre y tu disponibilidad, obediencia y fortaleza
nos han enseñado a no desfallecer y, como tú, por la Gracia de Dios, seguir al
pie de la cruz.
La mujer, Señor, ha estado siempre presente en el caminar de la Iglesia desde el primer día de su comienzo y peregrinación. Haz, Señor, que su presencia y su buen trabajo nunca falte en la Iglesia, tan necesitada de manos femeninas que den ternura y amor. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.