Conocer de dónde
venimos y quien nos sostiene y nos invita a permanecer en Él, y a amarnos como
Él y el Padre se aman y permanecen unidos, es la consigna que Jesús pide al
Padre para que todos nosotros permanezcamos unidos en su amor y en el del
Padre.
Contigo, Espíritu
Santo, renovaré mi espíritu y mis deseos se fortalecerán para iluminada mi
mente y encendido mi corazón anunciar que Jesús ha Resucitado y está entre
nosotros. Contigo, Espíritu Santo, en la hora de mi bautismo, comienza mi vida
y mi salvación.
De modo que seamos
todos uno como lo son Él y el Padre. El Amor nos viene del Padre y del Hijo,
que permanecen unidos y nos dan su amor misericordioso para que nosotros les
imitemos y permanezcamos en su Amor. Ese es el mandato de que nos amemos unos a
otros como Él y el Padre nos aman. Amén.
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