¿Te has
preguntado alguna vez qué habría pasado si María hubiera dicho no al plan de
Dios? Una cosa si es cierta, estamos aquí. Sigamos su ejemplo, para que, un
día, podamos celebrar en el cielo la fiesta eterna junto a nuestra Madre.
Toma mi
vida, Señor, e infúndeme fortaleza para seguir tu camino sin desviarme de vivir
en tu Voluntad. Dame la serenidad de saber discernir y encontrar el camino que
Tú me señalas, Camino, Verdad y Vida. Amén.
Un sí que
permitió que Jesús, el Hijo de Dios, se encarnara en nuestra naturaleza humana
y, entregando su Vida, rescatara nuestra dignidad de hijos de Dios,
liberándonos de la esclavitud del pecado y abriéndonos la puerta de la
salvación, viviendo en la Voluntad del Padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.