Es
de sentido común. Se te pedirá cuenta de tu tiempo y tesoros. Porque, se te han
dado para compartirlos y ponerlos al servicio de los más necesitados. Si
decides guardarlos para ti, se quedarán aquí e irás con las manos vacías ante
la presencia de Dios.
Todo
cobra sentido cuando Tú, Señor, estás en mi presencia. Yo sé que siempre estás,
pero hay momentos que no percibo tu presencia, y me entristezco, y otros que
sí, y me alegro. Mi esperanza, Señor, está puesta en Ti, en quien confío. Amén.
La
familia es la célula de la sociedad. Conocemos esa frase desde hace mucho
tiempo, pero, no por eso es menos realidad hoy. Proteger y salvar a la familia
es proteger y salvar al mundo y a la vida. La vida, un derecho que toma
verdadero sentido desde y dentro de la familia y que da origen a la misma.
Defendamos la vida.
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