lunes, 31 de octubre de 2016

Buscamos que nuestra entrada o presencia sea notada, sea aclamada o festejada. No nos gusta pasar desapercibido y gustamos de ocupar los primeros puestos y también llenarlos de gente de la que nos podamos resarcir o aprovechar para algún favor.

El criterio de este mundo está conformado de esa forma. Sin embargo, hemos recibido todo gratuitamente, pero no lo damos así. Hoy, Jesús, viendo nuestra forma de comportarnos, nos previene y nos aconseja, y nos invita a no buscar recompensa en nuestro obrar.

No sugiere que invitemos o sirvamos a aquellos que les será imposible pagarnos. A aquellos que no van tener posibilidad de devolvernos el favor. Porque entonces tendremos la oportunidad de que, quedándonos sin recompensa, nos la dé Dios en el Cielo. Seguro que su paga será infinita y de infinito valor. Valdrá la pena hacerlo gratis y esperar.

domingo, 30 de octubre de 2016

Cambiar un corazón endurecido por la ambición, el poder y la riqueza es misión altamente difícil. Ya dijo Jesús que es más difícil que entre un rico en el Cielo que un camello pase por el agujero de una aguja. Se necesita mucha humildad y actitud de conversión.
                 
El criterio humano está lejos de ese cambio. Necesita la Gracia de Dios para poder convertirse. Sí, puedes, y es necesario, buscar y querer cambiar, pero necesitas dejarte mirar por Dios. Es el caso de Zaqueo. Sentía algo por Jesús y quería conocerle.

Y lo más importante, se dejó mirar y tocar por el Señor. Y cuando entramos en contacto con Jesús, el cambio se produce. Su mirada amorosa y misericordiosa nos invade hasta el punto de que queremos amar como Él nos ama.

sábado, 29 de octubre de 2016

Con frecuencia en la vida nos ocurre que miramos más alto que lo que podemos o debemos, y luego tenemos que bajarnos y ponernos a la altura que nos corresponde. Siempre será bueno ser humilde y quedarte, a pesar de estar más bajo, en un lugar más seguro según tu categoría.

Será mejor y más agradable que te inviten a estar más cómodo y subir algo tu situación acomodándote mejor, que tenerte que invitar a ocupar otro lugar más atrás. Es esa la observación que Jesús hace a aquellos fariseos que llegaban y ocupaban los primeros puestos.

La moraleja está bien clara. Conviene ir por la vida de forma humilde y modesta antes de presumir y mirar más alto que los demás. Porque quienes se humillan serán enaltecidos, y los que se enaltecen serán humillados.

viernes, 28 de octubre de 2016

La vida es lo primero que todos queremos conservar y, de hecho, pasamos mucho tiempo dedicados a conservarla y cuidarla. Cuando vamos por la calle observamos a mucha gente que corre, que hace ejercicios, que va a los gimnasios. Incluso, sabemos que hacen dietas y se preocupan por comer sanamente.

Sí, la salud es algo muy importante en la vida de las personas. Sin embargo, hay una vida mucho más importante que ésta, y que promete ser eterna. Nos la proclama Jesucristo, y para eso ha elegido a doce apóstoles que continuaran su misión de proclamarla. Nos ofrece una Vida gozosa y eterna.   

No sólo lo predica, sino que lo demuestra con sus obras. Llega incluso a decirnos que si no creemos en su Palabra, que creamos, al menos, en sus obras. Pero, lo más importante es su Resurrección. Todavía hoy, después de dos mil años, se habla de ella, se discute y se intenta demostrar. Mientras Jesús sigue vivo, se manifiesta en muchas personas y a través de muchos y de su Iglesia actúa en el mundo.

jueves, 27 de octubre de 2016

Seguir a Jesús no es fácil. El mismo Jesús nos lo descubre y nos lo advierte. Habla de puerta estrecha; habla de renuncias y de no tener donde reclinar la cabeza; habla de dejarlo todo y de muchas cosas más. A nadie se le esconde que seguir a Jesús es ir contra corriente.

Pero, cuando Jesús dice eso es porque Él lo experimenta en su propia vida de Hombre. Es advertido muchas veces del peligro que corre. En el pasaje evangélico de hoy le advierten que Herodes lo busca para matarlo. Su vida corre peligro porque está amenazada.

A pesar de todo, Él sigue adelante. Sabe de su misión y su compromiso es tal que está dispuesto a entregar su Vida para cumplir con la Voluntad del Padre. Sus pasos son firmes y decididos. Su meta es Jerusalén, porque es allí donde entregará su Vida para salvar a los hombres.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Aquella persona le preguntó a Jesús: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». Y Jesús nos invita a no pensar tanto en la salvación sino a estar preparado y al esforzarnos en entrar por la puerta estrecha. Porque eso es lo verdaderamente importante. Confiar en la Palabra del Señor esforzándonos cada día en vivir en su Palabra y cumplir su Voluntad.

Más que pensar que mi vida está asegurada, lo que debo hacer es tener el seguro de mi vida al día, para que si me ocurre algo que la compañía responda según la póliza firmada. Igual nos corresponde a nosotros estar perseverantes y en constante actitud de esfuerzo en cumplir la Voluntad del Padre.

Ese es nuestro mejor y firme seguro: “escuchar la Palabra de Dios y cumplir su Voluntad”. Dos veces lo hemos oído de labios de Jesús refiriéndose a sendas preguntas respecto a su Madre. Y en las dos responde que bienaventurados y dichosos son aquellos que escuchan la Palabra de Dios y hacen su Voluntad.

martes, 25 de octubre de 2016

De esta forma compara Jesús hoy el Reino de Dios. Empieza como una semilla pequeña que, abonada con buena tierra y buen estiércol llega a crecer y a hacerse grande.

El amor, la esencia del Reino de Dios, se descubre en los detalles y cosas pequeñas hasta llegar a las más grandes y hermosas, tal es dar la vida gratuitamente por otro. 

Así, unas gotas de amor introducidas en la masa de tu entorno, de tu ambiente y de tu propio mundo, será suficiente para fermentarlo y llenarlo de la Gracia y el Amor de Dios.

lunes, 24 de octubre de 2016

A veces la vida se tuerce y experimentamos que nos pesa hasta el punto de sentir que se nos encorva nuestra espalda. Y esa actitud encorvada nos hace mirar para el suelo y no impide mirar para arriba. Luego, nuestra mirada terrenal nos ciega y nos somete a fijarla en las cosas de aquí abajo.

Acostumbrado a caminar con una actitud encorvada, no vemos bien el horizonte, ni la claridad del camino despejado. Quedamos atrapados por nuestra inclinación terrenal y nuestra mirada empecinada y fija en el mundo. Difícilmente seremos capaces de levantar y despejar nuestra mirada y dirigirla hacia el Cielo.

¿Seremos capaces de ponernos en la presencia de Dios y pedirle que nos ponga derecho? ¿Seremos capaces de alabarlo y bendecirlo y darle gracias porque ha enderezado nuestra vida? ¿Y seremos capaces de  abrirnos a la Gracia del Señor que nos ofrece su salvación?

domingo, 23 de octubre de 2016

Los problemas de las diferencias entre los hombres nacen de la consideración del poder. El poder me hace ser superior a ti y te esclavizo, o te excluyo y me considero mejor que tú. E incluso deriva en la esclavitud y en la explotación. Y surgen las diferencias de clases, de estirpe y hasta de dignidad.

Y esas diferencias se hacen insalvables si el hombre no se llena de humildad. El Evangelio de hoy nos lo dice claramente. Uno, fariseo, se considera un hombre justo, honrado y cumplidor. Pero, él mismo califica a otro, publicano, como pecador,  que no cumple y que es indigno de perdón.

El benedicto ya lo conocemos, y si no es así puedes leerlo en Lucas 18, 9-14. Ser humilde nos hace mejores y nos descubre que también nosotros somos pecadores, pues la dignidad no nos viene de los hombres, sino de Dios, que perdona a aquellos que se reconocen pecadores.

sábado, 22 de octubre de 2016

La vida de cada persona es un misterio que sólo Dios sabrá entender y juzgar. No somos mejores unos que otros porque tengamos más o menos suerte en la vida. La vida de cada persona es la que es y lo que importa es que sea digna ante Dios.

Digna porque responde a la dignidad, valga la redundancia, de ser hijos e iguales y con los mismos derechos, y, como hijos, vivir en su Palabra y Voluntad. Y sólo seremos rechazados si no nos convertimos. Lo demás sucesos no tienen que ver con nada de esto.

La paciencia de Dios es Infinita y, a pesar de nuestro rechazo o distracción, nos espera y nos da oportunidades para que podamos revertir la situación y convertirnos. Es decir, salir de la sequedad de esta vida insípida y tratar de hacerla fértil y dar frutos.

viernes, 21 de octubre de 2016

Si hay un momento de gloria esa es la muerte. Claro, gloriosa para aquellos que esperan resucitar. Gloriosa para aquellos que creen en la resurrección y gloriosa para aquellos que la muerte es la jubilación para la Vida Eterna. Ahora que se habla mucho de la jubilación, y lo negro que ser presenta el panorama, jubilarse para la Vida Eterna sabe a gloria bendita.

Por el contrario, para los que ponen todas sus esperanzas en este mundo, la muerte es el final. Porque sus esperanzas no están puestas en Dios, sino en este mundo caduco, y eso no pinta bien al final. Porque el resultado no promete sino más dolor y sufrimiento eterno.

Escrutar este tiempo de nuestra vida exige reflexión. Reflexión serena y humilde sobre nuestro origen y destino. Porque hemos, quieras o no aceptarlo, salido de Dios, y al Él volveremos. Y lo haremos para vivir en plenitud de gozo eterno o en plenitud de tormento y sufrimiento eterno  La cosa es muy seria, porque nos jugamos nuestra plena y eterna felicidad.

jueves, 20 de octubre de 2016

Recordamos nuestro bautizo, donde fuimos sumergidos en el agua y renacidos en el Espíritu a la Vida de la Gracia y regenerados como hijos de Dios. Mantengamos ese fuego del Espíritu vivo, ardiendo y limpio como renacidos del agua, pero encendido y dando fuego de amor.

Por eso, el Señor, nos dice hoy que no viene a traernos la paz, esa paz acomodada y apoyada en el confort, en el egoísmo y sufrimiento de los demás. Jesús nos anima a estar inquietos, a prender nuestros corazones de verdadero fuego de amor y del agua bautismal que quita la sed y da vida eterna.

Esa es la lucha que, desde la verdad y la paz, nos enfrenta con aquellos que rechazan la verdad y tratan de confundir e impedir que otros sigan el verdadero camino de la luz y la salvación. Y nos encontraremos en muchos casos divididos y enfrentados, pero con la espada del amor.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Sabido es que el primer y principal problema que preocupa al hombre es la muerte. Y también sabemos que es el problema más cierto y que a todos nos afecta. Porque todos los experimentaremos una sola vez, esa hora de nuestra muerte. El momento más importante y glorioso.

El problema es que nunca sabemos cuándo nos llega. Es posible que descubramos que estamos enfermos y que, quizás, nos queda poco tiempo. Pero nos es difícil aceptarlo y siempre mantenemos la esperanza de que podamos escapar. Lo cierto es que nos viene de forma inesperada, aunque sea lenta su venida.

Porque, de no estar debidamente preparado nos será difícil prepararnos en esos momentos de lucha y de desespero. Si antes no hemos estado atentos; si antes no nos hemos preparados y hemos estado vigilantes para que la hora y el momento no nos cojan desprevenido. Será tarde cuando llegue.

martes, 18 de octubre de 2016

No es que el catecismo nos descubre esa huella que habita dentro de nosotros, La descubre el propio hombre en su recorrido vital de su propia vida. Pero, algunos se enfrentan a ese interrogante y se esfuerzan en responder, y otros trata de justificarse y miran para otro lado.

Tampoco faltan los que al tratar de justificarse distorsionan la realidad y rechazan su propia realidad de hijos de Dios. Trata de borrar esa huella impresa en su corazón y se auto engañan. Caen sometido a la esclavitud del mundo y de su príncipe, y ciegos se precipitan al abismo. 

Pero la esperanza nunca se pierde porque Dios nos espera y nos abre los brazos. Por eso le pedimos que envíe obreros a su mies, porque hacen falta obreros para llegar a todos los rincones y proclamar su Palabra de salvación. La esperanza del hombre no está en el mundo, sino en su Padre Dios.

lunes, 17 de octubre de 2016

En la medida que transcurre nuestra vida descubrimos que a pesar de tener riqueza, bienes, poder, salud y belleza, la felicidad no está conseguida con todo eso. Y, es más, nuestra vida no depende de tener o no tener. En cualquier momento podemos perderla por mucho que tengamos.

Luego, nos planteamos, ¿para quién o quiénes será todo lo acumulado? Nuestros planes no se sostienen y se vienen abajo por cualquier causa. Necios somos aquellos que apoyamos la felicidad y nuestra vida en las cosas de este mundo, porque de nada nos sirve.

Sólo nos vale, aunque nos resistamos a creerlo, ponerla en Manos de Dios. Porque lo único que vale es lo que atesoremos lo que realmente es riqueza para Dios. Y eso pasa por ser misericordioso como el Padre. Todo lo demás no sirve para mucho.

domingo, 16 de octubre de 2016


El sentido común no siempre está en consonancia con lo que se debe hacer. Puedes experimentar que el sentido común te descubra que lo lógico es no perdonar, y tu sentido misericordioso te sugiera hacerlo. Es la experiencia de la madre que perdona al hijo que ha pecado.

Es también posible que, portándose la vida contigo de forma admirable y abundante, tú no te sientas agradecido, sino todo lo contrario, y exijas más y más sin pensar que otros necesitan algo de lo que a ti te sobra. Posiblemente esa suficiencia no te lleva a pedir ni a suplicar nada. Pues tienes de todo.
                         
De una u otra forma, la vida va colocando a cada uno en su lugar. Y en la medida que sepas estar y amar, tú vida será premiada o censurada. Y todo lo que hayas disfrutado sin tener en cuenta las carencias de los otros, acabarás pagándolo, pues cuando se te reclame lo recibido se te exigirá tu solidaridad.

sábado, 15 de octubre de 2016


Nadie que no deje entrar en su corazón la humildad será capaz de perdonar. Porque perdonar exige comprender, y comprender lleva consigo el ser misericordioso. Porque el pecado no se perdona porque se entiende, sino por la misericordia. A pesar de no tener justificación, la misericordia te perdona.

Ser misericordioso exige humildad y sencillez, porque quien no es así no puede perdonar. Y la misericordia perdona por encima de la culpa cometida. Porque ser misericordioso es perdonar por amor. Y es esa Misericordia la que nos sostiene y nos salva.

Porque, por nuestros pecados estamos ya condenados justamente. El poderoso y suficiente nos condenarían por derecho, pero Dios, nuestro Padre, nos salva por su Amor Misericordioso. Más, para eso necesitamos ser humildes., porque son a esos a los que Dios ha venido a darles su Misericordia.

viernes, 14 de octubre de 2016


La verdad nos hace libre, pero no una verdad humana, que viene del hombre y vive en el pecado. Sólo la Verdad que nos viene de Dios nos hará libre. Y esa es la estela que el hombre tiene que seguir, porque es la que le salva del peligro de la muerte eterna.

Cuidado con los fariseos que viven en la mentira y tratan de persuadir según sus egoísmos e intereses. Nuestro mundo está salpicado de muchos de ellos que engañan, falsean y mienten para ganar beneficios, prestigio y poder. Sólo basta echar una simple mirada al mundo político y económico. 

Y también los medios, por los que este mes de octubre el Papa pide, especialmente por y para que los periodistas, en el ejercicio de su profesión, estén siempre motivados por el respeto a la verdad y por un fuerte sentido ético.

jueves, 13 de octubre de 2016


Cuando nuestro presente está condicionado por nuestro pasado, ocurre que lo que hicieron nuestros padres queda aprobado ahora. Y nuestros padres también, pecadores, cometieron errores. Errores tales como no oír a los profetas y apóstoles y rechazarlos. Incluso matando a muchos.

Y ahora, nosotros, en las circunstancias de nuestra época, le levantamos mausoleos, sepulcros y hasta honores. Pero no seguimos sus enseñanzas ni sus criterios. Sus vidas son exaltadas y celebradas, pero para nada inciden en la vida presente de los que hoy viven y les celebran. 

Así, contemplamos un mundo donde se permite como un derecho el aborto; se persigue la libertad religiosa; muchas personas carecen de lo necesario para vivir y son explotadas. Sobre todo los niños, que son condenados a morir en el seno de sus madres. ¿Es eso lo que nos dijeron aquellos que hoy le dedicamos honores y mausoleos?

miércoles, 12 de octubre de 2016


Lo importante no se encuentra en el cumplimiento, sino que, siendo importante el cumplimiento, lo verdadero e importante es vivir el criterio del cumplimiento. Porque si te quedas en cumplir puedes quedarte en la mediocridad del criterio. El criterio que es vivir en la Misericordia de Dios.

Porque la Misericordia de Dios se ríe de la justicia y está por encima de ella. Mientras a nosotros nos cuesta ser misericordiosos, pues nos arrimamos más a la justicia y al cumplimiento, nuestro Padre Dios nos ama con Misericordia perdonándonos todos nuestros fallos y pecados.

Ese es el caso de nuestra Madre María, que ella no sólo accedió a ser la Madre Dios entregándose a la Voluntad de Dios incondicional y voluntariamente, sino que vivió su Misericordia acompañando a su Hijo hasta el pie de la Cruz. Y allí nos acogió a todos como hijos. Por eso es dichosa y llena de Gracia.

martes, 11 de octubre de 2016


Hay personas que viven de las apariencias, y lo que les importa es aparentar, no ser. Se actúa de una forma en el interior y otra en el exterior. Se aparenta cumplir las normas, pero se omiten las que no convienen o no interesan. De tal forma que a los débiles se les hace cumplir, y los más fuertes escabullen las más pesadas.

De esta forma vivimos en un mundo irreal, donde lo que se ve no está en correspondencia ni tampoco en consonancia con lo que se es. Se presenta de una forma, pero se vive de otra. Se dice esto, pero se hace lo otro. Se programa esto y se desarrolla lo otro.

El mundo político pierde toda su credibilidad. Como aquel fariseo que le sorprendió que Jesús no guardara en ritual de limpiarse las manos antes de sentarse, pero descuidaba los valores de la verdad, el respeto, la sinceridad, justicia, honradez y…etc. Y es que lo que importa a muchos es parecer no ser. Son sepulcros blanqueados por fuera, pero corruptos por dentro.

lunes, 10 de octubre de 2016


Nos molesta cuando encontramos gente que tienen confianza y se fían de lo que les dicen. Sobre todo si quien dice lo hace con autoridad y lo prueba con su vida y obras. Así, el Evangelio de hoy nos habla de los ninivitas, que creyeron en Jonás, mientras que nosotros, generación malvada, no nos fiamos de la Palabra del Señor.

Y por mucho que insistamos no se nos dará otra prueba sino la Cruz, donde el Señor fue crucificado y, tras la muerte, Resucitó. Nuestra incredulidad nos cierra el camino de conversión y nos aparta de la redención. Porque por el Señor, su Pasión y Muerte, hemos quedado justificados.

Hagamos un acto de fe y pidamos la Gracia de ser dócil a la Palabra del Señor y, como los ninivitas, confiando en Jesús, seamos dóciles a su Palabra. Amén

domingo, 9 de octubre de 2016


Nuestra propia experiencia nos dice que estamos prestos, rápidos y prontos para suplicar y pedir, pero somos olvidadizos y tardíos para dar las gracias. Es decir, nos cuesta menos pedir, y más agradecer. Eso fue lo que ocurrió con aquellos diez leprosos. Fueron curados los diez, pero sólo uno volvió a dar las gracias.

Y, precisamente, el que menos se esperaba, el extranjero. El que no entraba en los planes de salvación según el pueblo de Israel. Ese, que no esperaba salvación según la ley judía, advirtió la necesidad de sentirse agradecido y dar las gracias. Y esa gratitud, no sólo le valió para curar su lepra del momento, sino para curarlo interiormente y darle la paz y el gozo eterno.

Los otros, olvidadizos y descuidados, quedaron satisfechos con esa curación física de sus cuerpos, pero no advirtieron que necesitaban más, la curación también del alma. Alegres y mirándose sólo ellos mismos no descubrieron la necesidad de limpiar y curar sus almas, ni la de agradecer lo que habían hecho por ellos. Encerrados en su ingratitud, perdieron la única y verdadera curación.

sábado, 8 de octubre de 2016


En esta ocasión, Jesús, vuelve a dejar claro que su Madre no es importante porque le ha dado su seno y amamantado con sus pechos, sino porque se ha sometido voluntariamente al Plan de Dios y se ha dado íntegramente a ser la Madre del Hijo, del Predilecto y enviado a salvar a todos los hombres.

Si ya en una ocasión dijo lo mismo cuando le avisaron que su Madre y hermanos estaban fuera buscándole, hoy lo repite y lo deja meridianamente claro. No se es importante porque lo que se hace, ni por la cantidad cosas que se hace, sino por hacer la Voluntad de Dios. 

Y eso simple, sencillo y humilde. La Virgen no parece haber hecho mucho, pero hizo lo importante, abrirse a la Voluntad de Dios y a su amor. Y toda su vida cumplió eso, amar y amar. Amar hasta estar con su Hijo al pie de la Cruz, donde en ese momento se consumó la Voluntad del Padre. La Redención nos salva a todos los hombres.

viernes, 7 de octubre de 2016


La gente justifica su ceguera y su impotencia con disparates como el que leemos hoy en el Evangelio. Acusan a Jesús de expulsar demonios en nombre de Beelzebul, cuando ocurre todo lo contrario. No se puede entender que alguien se expulse así mismo, y, el sentido común es que Jesús nos libere del mal, pus su misión consiste en salvarnos.

Por eso, conviene estar alerta y con mucho cuidado siempre. Toda nuestra vida es una constante lucha contra el príncipe del mal, porque al menor descuido se mete en nuestra vida y nos destroza. Y la mejor manera de revestirnos y salvaguardarnos del mal demoniaco es la oración constante junto a María.

El santo Rosario, junto a nuestra Madre, María, es un arma eficaz contra las amenazas del Maligno, y una poderosa defensa que nos mantiene fuera de su influencia. En este mes de octubre, mes del rosario, María, nuestra madre nos fortalece para la lucha de cada día.

jueves, 6 de octubre de 2016


Ocurre que muchas personas abandonan muy pronto lo que persiguen. El que la sigue la consigue, reza un refrán que encierra mucha verdad. De cualquier forma, se hace necesario saber cuándo es conveniente insistir y cuándo no. Y eso es difícil, por eso conviene insistir y perseverar.

El Evangelio de hoy nos habla de eso, y Jesús nos sugiere y anima a pedir:  Es una constante que debemos recordar y practicar. Todo aquel que tiene fe termina por insistir y perseverar, porque esa es la prueba de la fe, la perseverancia.

Si nosotros, que somos pecadores, damos a nuestros hijos lo que les conviene y nos piden, con el riesgo de equivocarnos y hacerlo mal. ¿Cómo nuestro Padre del Cielo no nos va a atender y a darnos lo que nos conviene para nuestra salvación? Porque eso es lo bueno y lo que nos vale, lo que nos sirve para alcanzar la Gloria Eterna.

miércoles, 5 de octubre de 2016



No hay nada más loable y hermoso que pedir por los demás. Porque eso pone a prueba tu amor y tu desapego e interés por el bien de los demás. Esa es la esencia del verdadero amor. Pero, también es hermoso pedir para que nuestras capacidades se pongan al servicio de los demás y sirvan para hacer el bien a todos.

Pero, quizás, lo primero que hay que pedir es el don de la fe. Sin fe no pediremos ni tampoco sabremos pedir. Necesitamos creer y poner toda nuestra confianza a los pies del Señor. ¡Señor, danos el don de la fe!, porque la fe es la hija de la oración, y la oración la madre de la fe.


La fe alimentará nuestra oración y le dará confianza y perseverancia. La fe nos ayudará a confiar y a esperar la respuesta de nuestro Padre Dios. Y la fe nos sostendrá en la esperanza de saber discernir todo aquello que recibamos para utilizarlo según la Voluntad de Dios.

martes, 4 de octubre de 2016



Lo importante en la vida no es tanto el hacer sino el ser. Se trata de vivir y de prestar atención y escucha a la vida. El trabajo en exceso nos puede distraer y no advertir la presencia del otro. Piénsese en el matrimonio, la familia y los amigos. Piénsese en el grupo, la comunidad y el pueblo o ciudad.

El activismo conviene, pero de forma más moderada y controlada. Se hace necesario saber el límite de nuestro activismo y lo que realmente nos conviene. Y, conseguido eso, aflojar, porque hay otros espacios vitales que necesitan ser atendidos y vividos.

Ese fue el planteamiento de Jesús respecto a Marta, la hermana de María. Si no escuchas y reflexiónas la Palabra de Dios, el camino se enturbia, se hace espeso y oscuro y nos perderemos. Es prioritario escuchar al que sabe del Camino, pues es Él precisamente el Camino, la Verdad y la Vida.

lunes, 3 de octubre de 2016



En muchas ocasiones oímos decir: yo ni mato ni robo, no hago mal a nadie y ayudo a todo el que puedo. Por lo tanto soy buen cristiano. Sin embargo, ser cristiano no consiste en eso, sino en  

Esa es la esencia del cristiano que responde a su fe. Porque la consecuencia de la fe es amar. La fe es la hija de la oración, y la oración la madre de la fe. Quien cree, reza. Y quien reza obra en consecuencia en el amor. Y quien ama actúa como el buen samaritano.

Por lo tanto, un buen cristiano es aquel que vive lo escrito en la ley: Amar a Dios sobre todas las cosas y se preocuparse por el prójimo necesitado de ayuda y de auxilio. No es nada fácil, pero con y en el Espíritu Santo podemos lograrlo.

domingo, 2 de octubre de 2016



No se comprende que desperdiciemos nuestra vida en cosas caducas que no nos dan lo que más ansiamos, la plena felicidad. Buscar sin rumbo y sin garantías es tirar nuestra vida y nuestro tesoro por la ventana. Hay un camino que nos conduce a la meta de nuestra mayor aspiración, pero hay que descubrirlo y seguirlo.

Ocurre que abrimos nuestros ojos para las cosas que nos deslumbran, pero con una luz perecedera que no perdura y que pronto nos vuelve a la oscuridad. Estamos necesitados de otra luz. Una Luz que nos alumbre el verdadero camino y nos llene de plena satisfacción.

Buscar esa Luz es seguir el verdadero camino y nuestro primer deber. Es a lo que estamos llamados y lo que realmente debemos hacer. No dejemos que nada ni nadie nos aparte de ese camino de verdad y de vida, y sigamos los pasos de esa Luz que nos alumbra.

sábado, 1 de octubre de 2016



No son las cosas de este mundo las que nos dan alegrías plenas, porque las alegrías, valga la redundancia, de este mundo son efímeras, caducas y no te dan plenitud. Por lo tanto, lo inteligente y se impone es buscar, caso de que las hayas, alegrías plenas y eternas.

Sin embargo, la ceguera del hombre le impulsa a seguir buscando esas alegrías que desea en el lugar donde no las podrá encontrar. Y esa ceguera le pierde y hace inútil su esfuerzo. Quizás le falte la fe suficiente para darse cuenta que la vida no está en este mundo.

Y, encendida esa luz, empezaremos a pensar que nuestro tesoro no está aquí, en este mundo, sino en otro lugar. Buscarlo por nuestra cuenta es asegurar el fracaso. Necesitamos que Alguien nos ilumina y nos llene de fe para, creyendo en Él, podamos encontrar el camino de la verdadera Vida.