Dios lo puede
todo. Para Él no hay nada imposible. Basta simplemente creer. Quizás las cosas
no sucedan como yo pienso y me gustaría pero quien sabe lo que conviene y por
donde hay que pasar es Jesús. Él nos indica el Camino, la Verdad y la Vida.
Hay momentos,
Señor, que no estoy seguro de estar haciendo tu Voluntad o la mía. Tú sabes que
yo quiero hacer tu Voluntad, lo que Tú me digas, pero me confundo, soy débil y
quizás hago lo que me conviene y gusta más que tu Voluntad. Ayúdame, Señor, a
hacer tu Voluntad.
Es verdad que la vida en algunos momentos se vuelve turbia, oscura y dura. Es verdad que nuestro fin termina en la cruz. Compartir nuestra muerte con el Señor es la puerta de entrada a esa nueva vida que comienza en la resurrección. Vale la pena pasar por todo lo que nos traiga la vida hasta llegar al momento de Gloria junto al Padre. Amén.