miércoles, 31 de mayo de 2017

El hombre ha pensando siempre en los misterios del mundo. Su imaginación ha trascendido tras el horizonte del espacio. Es verdad que todo termina al límite de donde le alcanza su vista, pero su inteligencia y razón la han traspasado. Ocurre que necesitan fiarse de alguien porque de ahí no pueden pasar.

Y la razón de la necesidad de confiar, nace de los mismos interrogantes que anidan y viven dentro de su corazón. El hombre busca respuestas, y enterrarlas o dormirse ante la necesidad de responder equivale a mirar para otro lado y perder el sentido de su vida.

Dios te llama y, ante la ausencia de tu respuesta, espera y sostiene sus Brazos abiertos. Está en constante espera, pero esa llamada necesita respuesta. De no ser así, el tiempo puede acabarse y el tren no pasar más. María y su prima Isabel son dos testimonios y ejemplos de respuestas decididas y comprometidas ante la elección y llamada del Señor.

martes, 30 de mayo de 2017

Quizás, la respuesta a nuestra poca humildad se esconde en la soberbia. Somos soberbios y nos molesta que nos elijan y nos manden. Eso nos resulta incómodo y, por naturaleza, nos resistimos y oponemos a la llamada. Pensamos, incluso que nos quitan la libertad.

Y, ciegos, seguimos oponiéndonos a ser aceptado y elegidos. Y rechazamos la invitación del Señor y nos desmarcamos de su lista donde estábamos apuntados. Quizás, por eso dice el Señor: Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado. 

Por eso, en principio, todos somos llamados y elegidos, pero no todos aceptamos esa elección. Muchos la han rechazado. Así, el Señor nos dice: «Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti».

lunes, 29 de mayo de 2017

Sin embargo, Jesús nos descubre que seguirle nos trae complicaciones, preocupaciones y sufrimientos. Es extraño, pero seguir a Jesús significa tomar tu propia cruz y padecer como Él padeció. No hay engaño, pues habla muy claro y nos avisa al respecto.

Sabe que nuestra fe va a pasar por muchas pruebas, y pruebas duras que nos pondrán a prueba, valga la redundancia. Por eso nos matiza nuestra fe y alegría: «¿Ahora creéis? Mirad que llega la hora (y ha llegado ya) en que os dispersaréis cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

 Pero nos alienta y nos da esperanza y ánimo. Sabe de nuestra debilidad y nos transmite que con Él venceremos también al mundo. Y nos repite: Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo».

domingo, 28 de mayo de 2017

Jesús se va, y es enviado el Paráclito. Ya lo ha anunciado y descubierto que convenía que se fuera para que llegara el Paráclito, el Defensor, el Consolador, el Espíritu Santo. Y bautizados en el Espíritu Santo serán llenos de sabiduría y fortaleza para proclamar el Reino de Dios.

Es entonces cuando, bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, recibiremos la fuerza para ser testigos del Señor y darlo a conocer en todo el mudo, bautizándoles también. Por eso, conviene no alejarse de la Iglesia y estar unida a ella, para con los demás, apoyarnos y fortalecernos en el Espíritu Santo.

.No olvidemos que el Señor nos ha prometido que estará con nosotros hasta el final de los tiempos. Y eso significa que, si nosotros le abrimos nuestro corazón y le aceptamos incondicionalmente, recibiremos todo lo necesario para ser testigos de su Mensaje.

sábado, 27 de mayo de 2017

No hay nadie que camine sin ningún objetivo. Quizás algunos lo hagan, pero, sin darse cuenta, buscan siempre el gozo y la felicidad. Nadie se procura estar mal e incómodo. Busca lo mejor que puede el estar cómodo y a gusto. Y cuánto más a gusto mejor.

Posiblemente seamos muy irreflexivos y no demos tiempo a pensar y ordenar nuestras ideas. Quizás pensemos poco y nos hagamos pocas preguntas. Necesitamos darnos cuenta que rumbo toma nuestra vida, y qué va consiguiendo. ¿Vamos equivocados?

Si encontráramos a alguien que nos promete enseñarnos el camino verdadero y asistirnos dándonos lo que necesitamos para recorrerlo, ¿le seguiríamos? Posiblemente no le conozcamos, o, si le conocemos no le hacemos caso. Sin embargo nos da testimonios y pruebas. Creemos que siguiendo nuestros pensamientos vamos mejor. Pero, ¿es esa la realidad?




viernes, 26 de mayo de 2017

Las mujeres, las únicas habilitadas por la naturaleza para dar alumbramiento nuevas vidas, sufren durante el embarazo. También, dependiendo del lugar y de las personas, será más o menos, pero todas, por lo general sufren. Si no en el aspecto físico, si, al menos en el psicológico y emocional.

De cualquier forma, las madres, a la hora del parto, dan todo por bueno si ha salido bien y todo está dentro de lo normal y esperado. Eso significa que, a pesar de los sufrimientos y sacrificios padecidos, todo es bienvenido y la alegría hace su aparición.

El camino del gozo y la alegría es sinónimo al del embarazo. Incluso, se cita en el Evangelio de hoy. Todo camino que exige trabajo, renuncia y sufrimiento no llena de alegría, sin embargo, llegada la hora y conseguida la meta, todo se vuelve regocijo, gozo y desbordante alegría. Así, nos dice Jesús, será la llegada del creyente a la meta de su camino en esta vida.

jueves, 25 de mayo de 2017

En el proceso de la vida, el hombre pasa irremediablemente por muchas fases y etapas. Unas bastantes duras, otras menos y algunas felices. Unas  en las que el hombre es consciente de su realidad; otras en la que no se da cuenta y pasa desapercibida. La cuestión es que tanto unas como otras te ayuden a encontrar el verdadero sentido de tu camino.

Se hace difícil descubrir a Jesús. El encuentro no tanto depende de nosotros, sino de nuestra insistencia y súplica para recibirlo. Él, el Señor, nos ha dicho que insistamos y pidamos – Mt 7, 7 -. Pidamos entonces lo verdaderamente importante, “nuestra conversión”, porque teniéndola, tendremos todo. ¿No te parece?

En eso consiste ver y no ver. El Señor se ha ido al Padre, está a su derecha y vendrá de nuevo. Quizás lo hayamos perdido de vista, pero sigue estando. Vendrá de nuevo porque nos lo ha prometido. Y será entonces cuando lo volveremos a ver. Quizás sea ahora, mañana u otro día. El tiempo, nuestro tiempo, se acaba. No lo perdamos y estemos atentos y expectantes con la mirada puesta en Él.

miércoles, 24 de mayo de 2017

Sería absurdo abarcar antes de tiempo algo que corresponde tomar más adelante. Como también dejar pasar el tiempo de lo que en ese momento se debe aprender. Es importante adaptarse sin prisas, pero tampoco sin pausas y enfrentarse a lo que corresponde en cada momento.

Hoy, el Evangelio, nos desvela el tiempo adecuado para abrirse a la acción del Espíritu Santo. Y muchos estamos en esa hora, porque nos ha sido enviado el Paráclito, para que nos asista y nos vaya revelando, según avanzamos en nuestro camino, la Verdad plena.

Recibiremos todo lo que el Señor nos ha revelado por la acción del Espíritu. Y nos abrirá, el Paráclito, nuestra mente para entender. No sólo lo que Jesús nos ha dejado, sino también todo lo que ha oído al Padre, pues todo lo que tiene el Padre es también del Hijo. En Él encontraremos el Camino, la Verdad y la Vida.

martes, 23 de mayo de 2017

Jesús ha cumplido su misión y ha pasado un tiempo que ya llega a su fin. Quedan pocos días y se apresura a preparar a sus amigos y discípulos para aleccionarles y animarles a que continúen su misión. Le revela que regresa al Padre, pero que Él va a seguir con ellos.

No es hora ni tiempo de entristecerse, porque el Señor sigue entre nosotros. Es más, nos envía el Paráclito, para que nos enseñe y descubra el pecado y la ceguera del mundo; nos revele todo lo que no hemos entendido y lo que nos falta por entender.

Y en eso estamos en este momento. La Iglesia sigue adelante, a pesar de estos tiempos tan difíciles y convulsivos. Tiempos de contradicciones y de oscuridad, que rechazan a Dios y abrazan todo lo material y corrupto. Tiempos de ciegos y necios que se acompañan por otros ciegos y necios. Y así el mundo se agita y se pierde.

lunes, 22 de mayo de 2017



Todos sabemos por experiencia que todo lo que tiene valor exige esfuerzo. Detrás del éxito se esconde el esfuerzo, trabajo y sacrificio. Y muchas veces no se ve ni el éxito ni los frutos. Jesús fue el primero que pasa por ese calvario de la Cruz y da testimonio y ejemplo.

Ya nos advirtió que el discípulo no es más que el Maestro –Mt 10, 24-. Y hoy, en el Evangelio - (Jn 15,26—16,4) - nos lo recuerda. Por lo tanto, queda claro, seguir a Jesús comporta molestias, persecuciones, peligros y sufrimientos. Y nos lo dice para que lo tengamos en cuenta y no nos coja de sorpresa.

Claro, todo esto viene realizado por aquellos que no conocen al Padre ni, por supuesto, al Hijo. Quizás seamos nosotros los que, en su Nombre, debemos dar testimonio y ejemplo para que conozcan al Hijo y a quien lo ha enviado. Incluso a pesar del peligro de dar nuestra vida por amor.

domingo, 21 de mayo de 2017

Y la historia y los hechos han demostrado que Gamaliel estaba en lo cierto. Después de XX siglo, y ya en el XXI, el Mensaje de la Buena Noticia sigue en pie. Y sigue porque Jesús está Vivo y permanece con nosotros. En el Evangelio de hoy nos lo deja muy claro:

No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros sí me veréis, porque yo vivo y también vosotros viviréis. 


Y, los que creemos en Él seguimos en el camino tras  Él. Porque en Él esperamos seguir Viviendo, pues es el Camino, la Verdad y la Vida. Porque dentro de nosotros sentimos el gozo y el impulso del Espíritu de la Verdad que nos llama a la Resurrección y a la Vida Eterna.

sábado, 20 de mayo de 2017

El hombre es ambicioso, está esclavizado y sometido por el vicio y la mentira. Gusta de hacer lo que no quiere y es tentado por malos pensamientos que le someten y le arrastran a realizarlos. Es la lucha de cada día: “hago lo que no quiero, y dejo de hacer lo que quiero”-Rm 7, 18-19-.

Hoy, Jesús, nos previene contra ese rechazo del mundo: «Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he sacado del mundo, por eso os odia el mundo». Y esto lo tenemos que tener muy claro los que creemos y seguimos a Jesús.

Esa es la cruz de la que tanto hablamos. A eso añadimos las tentaciones, obstáculos y vicisitudes que la vida nos presenta hasta llegar a la meta final, compartir nuestra muerte con Jesús. Muerte que será, no el final, sino el principio de una vida prometida para los que viven en los mandatos del Señor. Vida Eterna llena de gozo y alegría

viernes, 19 de mayo de 2017


La amistad no se gana con dádivas y méritos materiales. Ni siquiera con espirituales. No nos van a tener en cuenta nuestros esfuerzos ni cultos. Ni siquiera oraciones y Eucaristías. Sólo seremos verdaderos amigos si guardamos y hacemos lo que Jesús nos manda.

Y el mandato es bien claro: «os mando es que os améis los unos a los otros». Así que sólo nos van a medir nuestro amor. Y esa cantidad de amor dará la verdad de nuestra amistad. Nadie tiene verdadero amor que aquel que da su vida por su amigo. Y ese es el metro con el que medirán nuestro verdadero amor.

No estamos diciendo que todo lo demás: oraciones, culto, esfuerzos, buenas obras y, sobre todo, Eucaristías no tengan valor, sino todo lo contrario, tendrán gran valor, sobre todo la Eucaristía, en cuanto sean expresión de nuestro verdadero amor, porque ese es el mandato del Señor.

jueves, 18 de mayo de 2017

Todos queremos portarnos bien. Al menos presumimos de eso. Incluso los de mala fama y tachados de dudosa reputación, incluso violenta, tratan de aparentar ser buenas personas. Y se defienden de los ataques de quienes le acusan de ser persona non grata y peligrosa.

En el fondo, el hombre guarda en lo más profundo de su corazón un deseo inmenso de hacer el bien. Y es que está llamado a eso, a amar. Porque amar es buscar el bien y la libertad, que se fundamentan y apoyan en la verdad. Y así Jesús, el Señor, nos invita a guardar sus mandamientos.

Porque los mandamientos de la Ley de Dios nos garantizan un estilo de vida buena. Un estilo de vida que cumplen en la verdad, en la justicia, en la paz y en el amor. Un estilo de vida que busca la fraternidad, la unidad y el amor entre todos los hombres. Un estilo de vida que hace de este mundo un Reino de justicia, de amor y de paz.

miércoles, 17 de mayo de 2017

El hombre prima más por los bienes materiales que los espirituales. A todo esto, su ceguera es enorme, pues los bienes materiales son caducos y pierden todo su valor. Sin embargo, lo que se perpetúa son los valores espirituales que hablan de la verdad, la justicia y el amor.

El hombre se ha vuelto pragmático y ha puesto su mirada sólo en la material, en lo que tiene valor inmediato y se hace presente al instante. Y eso busca y defiende, cayendo en la trampa de la apariencia y el espejismo. Porque, de la misma manera que aparece, desaparece.

Los frutos que tienen verdadero valor son los que se obtienen unidos al Señor. Porque, sólo en Él podemos dar frutos que tienen valor para la Vida Eterna. La verdadera Vida por la que hay que trabajar y la que hay que buscar. Frutos de Vida Eterna.

martes, 16 de mayo de 2017

Es bueno buscar la paz y la tranquilidad, porque sólo en ellas podemos ser capaces de encontrar respuestas y soluciones a nuestros problemas. Eso es lo que nos dice Jesús en el Evangelio de hoy: «Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.

Y es que la paz del mundo se esconde en intereses y ambiciones que son puestas como condición para negociar la paz. Jesús nos la ofrece gratuitamente y desencarnada de toda ambición y egoísmos que provocan enfrentamiento y luchas entre los hombres.

Porque la Paz del Señor es una Paz pura, limpia de toda mancha y puesta al servicio de todos los hombres. Una Paz que hace posible un Reino de justicia, de verdad y de amor.

lunes, 15 de mayo de 2017

El amor se demuestra no por palabra sino por hechos. De tal modo que quien guarda los mandatos del Señor es el que demuestra que le ama. Y a ese le ama el Padre. Y Jesús promete amarle y revelarse. Resulta que en la medida que nos damos recibimos la luz para entender y comprender el Misterio de Dios.

Muchas veces nos empeñamos en entender y comprender antes que creer. Y eso nos falla, porque el Misterio de Dios sólo es revelado a quien el Señor elige y decide. Elección depende también de tu disponibilidad. Y eso pasa por guardar sus mandatos y confiar en Él, pues lo dice muy claramente:

Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho. Abramos nuestro corazón al Espíritu Santo.

domingo, 14 de mayo de 2017

El Evangelio de hoy es muy tranquilizador y nos llena de esperanza. La herencia de nuestro Padre Dios, al considerarnos sus hijos –Rm 8, 16-17- está asegurada. Porque no es cuestión de espacio ni de lugar. Hay para todos. Lo único que se exige es tener confianza. Ese es el billete para el viaje.

Estamos a la espera, porque Jesús nos ha dicho que volverá. Y sabemos que siempre cumple su Palabra. Es un problema de confianza. Creemos y le esperamos. Y lo hacemos siguiéndole y esforzándonos en cumplir su Voluntad. Eso es lo que nos ha dicho, que creamos en Él y guardemos sus mandatos.

Y no hay confusión ni dudas. Nos lo ha dejado todo claro. Él es el Camino, la Verdad y la Vida, y a Él tenemos que seguir. Seguir sus bienaventuranzas, su estilo de vida y su entrega por los demás. Y bien acompañados, porque nos envía el Espíritu Santo para que nos enseñe lo que no hemos entendido y nos recuerde lo que hemos olvidado.

sábado, 13 de mayo de 2017

Todo el obrar y hacer de Jesús está realizado por el Padre. Esa es la última razón que nos da para que creamos en Él. ¿Cómo podemos estar tan ciegos? Tratemos de despertar y creer en el Señor. Sus obras las tenemos delante de nuestros ojos y su Amor también. Pues todo lo hace por Amor. No hay ninguna razón que le obligue a dárnoslo. Es puro regalo.

Aprovechemos para, tomando su Palabra, que siempre tiene cumplimiento, pedir en su Nombre todo aquello que necesitemos para aumentar nuestra fe y creer en Él. Eso dará gloria al Padre y Jesús lo hará. El problema es que, quizás, no sepamos pedir. Pues nuestra naturaleza humana se confunde y pide para este mundo, que es caduco y de muerte.

Pidamos que nos enseñe a pedir y, de la mano de nuestra Madre, la Virgen María, tomemos de ella la humildad y sabiduría de obedecer y hacer silencio en nuestro corazón esperando con toda confianza a que el Espíritu de Dios nos dé la luz de entenderlo.

viernes, 12 de mayo de 2017

Cuando el hombre se resigna a morir ha perdido todo su sentido y esperanza. Porque, dentro de su corazón palpita la vida y desea desesperadamente vivir. No hay otra razón que impulse más al hombre que la propia vida. Pero una vida plena, gozosa y llena de sentido. Ese es el motor que le pone en marcha cada día.

Y hoy, en el Evangelio, Jesús nos recuerda que ha ido a prepararnos una mansión. Nos avisa que de no ser cierto nos lo habría dicho. Y Jesús tiene Palabra de Vida Eterna. Nos promete regresar para llevarnos a dónde Él va. Es decir, a Casa de su Padre, dónde hay muchas mansiones.

Y eso significa que la muerte de este mundo es un paso transitorio, porque para estar dónde estará Jesús tendremos que resucitar de nuestra aparente muerte en este mundo. No hay duda, es una buena noticia que sólo podemos ver con los ojos de la fe. Pidamos despertar a esa esperanza que llena y le da sentido a nuestra vida.

jueves, 11 de mayo de 2017

Todo pecado lleva en sus entrañas traición. El uno quiere ser más que el otro. Ahí está el peligro, porque lo verdaderamente importante, no es ser más, sino servir más. Esa actitud exige mucha humildad, porque quien sirve más se hace mayor y se reviste de más autoridad.

El poder reside no el conocimiento ni en la fuerza o la sabiduría, sino en el servicio. Es decir, en el amor. Quien ama más, más es amado y respetado. Luego, el amor te da el poder y la autoridad. De ahí que la Cruz, donde murió en Señor por amor, es el signo más grande de victoria, que nos salva y nos resucita.

Por eso, Jesús nos dice: En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Los conflictos sociales nacen en los egoísmos e intereses de los hombres. Cuánto más se desea más guerra se genera. Porque los deseos son fuentes que arrastran al incumplimiento y a la injusticia. Cuando esos deseos son controlados, apagados si las posibilidades no lo permiten, reina la paz y la concordia.

Sin embargo, cuando se quieren satisfacer por encima de todo, nacen las guerras, los enfrentamientos y conflictos que siembran discordia, envidias, soberbias…etc. El pecado habita en el corazón del hombre y lo destruye en su camino mundano. El hombre necesita una orientación y un crecimiento, escrito en su corazón.

Pero, cuando el hombre abre su corazón y saca lo que está escrito en él, la huella del Amor de Dios se hace vida y el hombre recobra su camino y su sentido. Todo se hace Luz. Pronto descubre que el amor es el único y verdadero camino, y con él florecen todas las virtudes que hacen al hombre feliz y le conducen al Reino de Dios.

martes, 9 de mayo de 2017

Hay una pregunta que flota en el ambiente: ¿No nos pasa a nosotros algo parecido hoy, después de más de dos mil años? ¿No pedimos nosotros pruebas, resurrecciones y milagros de todo tipo? ¿Nos convenceríamos? Porque, al parecer, el Señor sigue entre nosotros y seguimos ignorándolo.

No se explica ni se comprende por qué unos creemos y otros no. También, por qué para unos su fe es comprometida y otros caminan a dos velas;  unos se esfuerzan en morir para dar frutos, y otros viven buscando la comodidad y sin comprometerse. Porque Dios da la fe a quien se la pide.

Posiblemente, ahí está la diferencia. El Señor sabe quien de verdad quiere responder, y quien, aunque lo aparenta, se instala en sus propios egoísmos y esconde la mano. El Señor sabe lo que palpita dentro del corazón de cada uno y dará su Gracia a aquel que de verdad está dispuesto a dejarse revestir de verdadera humildad.

lunes, 8 de mayo de 2017

Hay muchas señales e indicaciones que marcan los pasos a seguir en este mundo. Muchas puertas que atraen y se visten de apariencias y falsedades. Se hace necesario estar atento y conocer la voz del Buen Pastor que nos asegura la vida y vida en abundancia.

Pero todo ello exige conocer bien el Buen Pastor. Porque sin conocerlo no podremos escuchar su voz ni seguirle. Eso nos exige escucharle, estar atento a sus indicaciones y seguir sus pasos. Porque Él va delante marcándonos el Camino, la Verdad y la Vida.

Hay también muchos lobos que están al acecho y pendientes de nuestros descuidos y debilidades. Procuremos en estar siempre en el verdadero redil, donde el Buen Pastor nos atiende y nos pastorea. En Él estaremos seguros y protegidos, porque, Él, el Buen Pastor da la vida por sus ovejas.

domingo, 7 de mayo de 2017

La vida es un camino, y, como camino, valga la redundancia, hay muchas veredas y atajos que pueden desviarte y conducirte a peligros insospechados. A veces, creyéndote más listo que otros y suficientemente preparado, te desvías y tomas otra ruta que te lleva a tu propia perdición.

Conviene ir bien asesorado. Pero, muchas veces, ese asesoramiento contratado por un salario o apoyado en la amistad, son falsos y no comprometidos en la verdad, sino interesados egoístamente. Y resulta tan perjudicial como ir tú sólo. Todo resulta muy complicado y peligroso.


Sólo el verdadero y Buen Pastor, el Señor, es el único que puede acompañarnos y asesorarnos en el Espíritu Santo. Él es el enviado a guiarnos y conducirnos por praderas verdes y frondosas que nos lleven al verdadero redil libre de todo peligro, que en Él lograremos saltear y vencer.

sábado, 6 de mayo de 2017

Me pregunto si no será más fácil creer en el Autor de todo lo que vemos. En Alguien que ha hecho el mundo y al hombre que lo describe y analiza. Y, ¡como nos cuesta entender y descubrir todas esas cosas, a las que el hombre pone muchos supuestos para formar la cadena y los pasos de su formación! Pienso que es más fácil creer en Jesús.

Entre otras cosas, porque no hace tanto tiempo y porque muchos, más de quinientos, dice san Pablo, lo han visto Resucitado. Creer en Jesús, aunque sea un misterio, hay pruebas más sólidas y testigos que lo confirman y afirma, es más fácil. La Iglesia se ha encargado de transmitirlo a través de los siglos.

Y, sobre todo, porque sus obras, incluida el mundo en el que vivimos y analizamos, están a la vista de todo. Pues, quien es capaz de vencer la muerte y Resucitar, ¿no es capaz también de crear todo lo que vemos? Despertemos a la verdad, porque Jesús es el Señor, el único que puede salvarnos.

viernes, 5 de mayo de 2017

Sin embargo, eso ocurre, pero muchos no se dan cuenta; otros lo ignoran y otros tapan sus oídos y miran para otro lado. No se entiende que teniendo delante de sus propios ojos la salvación, la desdeñen con total indiferencia y necedad.

Muchos tratan de encontrar una solución que esté de acuerdo con sus ideas y puedan comprender y abarcar. E incluso hasta manejar. Se cierra a la fe y a la confianza en las Palabras de Jesús. Lo tratan de loco y lo rechazan. Les parece un lenguaje duro y disparatado.

Buscan un Dios que los salve, y luego, quieren un Dios que puedan entender. ¿Acaso quieren un Dios al que ellos se puedan igualar? Porque, para entenderlo hay que estar a la misma altura. Todavía está vigente la torre de Babel.

jueves, 4 de mayo de 2017

Hay un camino de resurrección. Ese mismo camino que siguió Jesús de Nazaret, y que fue, para Gloria de Dios, resucitado por el Padre. Jesús, el Hijo, es ese Camino. Es también la Verdad y la verdadera Vida. Nadie llega al Padre sino por Él. Y en Él resucitaremos el último día.

La Pascua es un tiempo de Resurrección. Y lo es porque durante ese tiempo vivimos la esperanza de la Resurrección de forma especial y continuada. No significa eso que durante el resto del año nos olvidemos, pues la Resurrección es el fundamento del cristiano, sino que la Pascua es un tiempo especial.

Podemos decir que la Pascua es tiempo de Resurrección. Porque todas nuestras esperanzas, muertas con la Muerte, valga la redundancia, de Jesús en la Cruz, nos ha abatido y desesperanzado hasta el punto de regresar a Emaús. Quizás en muchos momentos del año pasemos por eso. Por eso, ahora, lo revivimos y lo celebramos de forma especial. ¡Cristo Vive!

miércoles, 3 de mayo de 2017

Quizás sea el pecado. Pecado de soberbia que nos impide ser humildes y aceptar la verdad. O, al menos, creer en ella. Ocurre que cuando estamos ensoberbecidos la mente se ciega y no vemos nada, o no queremos ver. Incluso, ni las obras nos hacen reaccionar. Quedamos perplejos y ciegos.

De cualquier manera nos hará falta fe. Sin la fe no podremos entender ni comprender nada. Entre otras cosas, porque nuestra inteligencia no es capaz de abarcar ni asimilar tal misterio. Necesitamos apoyarnos en sus buenas obras, que nos superan, y dejarnos guiar por su Palabra. Su Gracia nos infundirá la fe que necesitamos.

Pidamos esa confianza, pues es el mismo quien nos invita a pedírselo y nos lo promete: Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré». Está claro, pidamos que nos aumente la fe.

martes, 2 de mayo de 2017

Los signos no nos dicen lo contrario. Este mundo está desorientado, corrompido e inseguro. La vida, la de este mundo, no tiene perspectiva ni horizonte. Sí, tiene un recorrido, que tampoco es seguro, pero un recorrido breve y con meta. Y llegada a ella quedamos en manos de los frutos que tengamos en nuestro corazón.

Es posible que no lo creas, tienes libertad para ello, pero te la juegas. Descubres en tu corazón que tu mayor anhelo y deseo es amar, pero experimentas que siempre no lo logras. Te cuesta y a veces se hace duro y exige renuncias. Sin embargo, experimentas gozo y felicidad. Y te agradaría que ese gozo durara.

Y cuando haces lo contrario a lo que sientes, te encuentras mal, a pesar de que lo ocultes. Desearías haber hecho lo bueno que sientes, porque eso te hace feliz. Es de sentido común que eso te ayude a descubrir que estás llamado a la eternidad, y que, a la puerta de ella, darás cuenta de lo bueno y malo que hayas hecho. Todo dependerá de la balanza.

lunes, 1 de mayo de 2017

A lo nuestro, lo que tenemos a nuestro alcance y conocemos desde siempre no le damos valor. Es a lo que nos ofrecen de otro lugar y a los que no conocemos los que  valoramos. Sucede así. Jesús era del pueblo, conocido desde pequeño, y nada nos podía decir. Era el hijo del carpintero.

Sería difícil escucharle y darle crédito a sus Palabras. Pero es que nos pasa a nosotros igual. Necesitamos mucha humildad para abajarnos y prestar atención a lo que nos dicen personas muy próximas a nosotros. Nos cuesta enormemente prestarle atención.

Lo mejor será pedir humildemente al Espíritu Santo que nos ayude a prestar atención a todos y respetar toda palabra que vaya llena de sentido común y den muestras de que derraman amor sin condiciones. Lo mejor será dejar entrar al Espíritu Santo en nuestro corazón y tratar de seguir lo que nos dice. Y ahora nos dice que tengamos fe.