Jesús sabe de nuestros deseos y ansias, pero, también de nuestros miedos y temores. Por eso, sale al paso y nos tranquiliza y serena. Conoce nuestra situación, nuestros temores y nos da solución al respecto. Nos invita a creer en Él.
«No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.
Las Palabras de Jesús nos dan mucha esperanza y mucha paz. Conocer de sus mismos labios que vendrá a buscarnos y que nos prepara un lugar, una morada en la Casa del Padre para llevarnos con Él, es la gran y buena Noticia que todos esperamos con verdadera esperanza y gozo.