martes, 30 de abril de 2019

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Al hombre y la mujer les cuesta obedecer. Ya sucedió con nuestros primeros padres cuando se rebelaron contra el mandato de Dios, pero sigue sucediendo en cada momento que nos rebelamos o somos indiferentes a los impulsos del Espíritu Santo.

No queremos saber nada del Espíritu Santo y obedecemos nuestros propios impulsos siguiendo nuestras apetencias e intereses sin sopesar ni reflexionar sobre lo que el Espíritu Santo nos pueda indicar. Es más, lo ignoramos y le cerramos las puertas de nuestro corazón.

Corresponder al compromiso de nuestro bautismo es dejar que el Espíritu Santo gobierne nuestra vida. Primero, porque sabe más que nosotros y porque busca nuestro bien; segundo, porque es el único que puede guiarnos por el verdadero camino que conduce a la Casa del Padre.

lunes, 29 de abril de 2019

Resultado de imagen de Mt 11,25-30
Jesús es el perfil que buscamos y a quien tratamos de imitar. Y Él da gracias al Padre porque de Él ha recibido todo. Ahora, ¿damos gracias nosotros por haber recibido todo de nuestro Padre Dios? Jesús se despoja de toda soberbia, de todo poder y se abaja haciéndose humilde y manso.

Así que nosotros de tratar de imitarle necesitaremos fijarnos en El para tratar de ser humilde y manso como lo es Él. Y esas son las actitudes que tenemos que ejercitar y guardar para recibir al Espíritu y conocer al Señor. No imitamos a los de este mundo sino al Señor, Camino, Verdad y Vida.

Por eso, seamos humildes y no creamos que son nuestros conocimiento y formación de donde nos viene la sabiduría, sino de y por la Gracia de Dios. Perseveremos en sostenernos unidos al Señor para, de Él, recibir la sabiduría, la fortaleza y la luz de comprender su Palabra, descansar y creer en Él.

domingo, 28 de abril de 2019


Resultado de imagen de Jn 20,19-31En más de una ocasión hemos oído decir: “Si no lo veo no lo creo”, y esa frase encierra cierta incapacidad para comprender. Porque, lo que no se comprende difícilmente se puede creer, e incluso, viéndolo se nos hace difícil creerlo.

Observamos eso en los apóstoles. No entendían lo de la resurrección de Jesús y, a pesar de convivir con Él tres años y ver todas sus obras, su naturaleza humana se resistían a creerlo. Llegado el caso ocurrió de forma explícita con Tomás.

Y también ocurre con nosotros. Hemos recibido el testimonio de los apóstoles y los sacramentos a través de la Iglesia, continuadora de su misión. Compartimos nuestra fe en la comunidad parroquial y, sin embargo, nuestra fe es incipiente y falta de compromiso y profundidad. Pidamos la Gracia de que se fortalezca y aumente.

sábado, 27 de abril de 2019

Resultado de imagen de Mc 16,9-15 visto por Fano
No cabe duda que el anuncio de la Buena Noticia de salvación la hemos recibido de los apóstoles. Si ellos no la hubiesen anunciado, tal y como los envió Jesús, nosotros no lo hubiésemos conocido. Por tanto, también otros dependerán de nosotros el poder conocerla.

Pero, para comunicar una Buena Noticia de salvación hay primero que creer en ella, pues sería contradictorio anuncia y proclamar algo en lo que no se cree. Por tanto, creer que Jesús ha Resucitado es la cuestión. Testimonios y razones hay suficientes para creer.

Pero, sin embargo, la fe no se basa en conocimientos ni tampoco en razones sino en la confianza que deposita en Alguien en el que crees ciegamente porque su Palabra siempre se cumple y porque habla en Verdad y Justicia y sus Obras lo descubren como Camino, Verdad y Vida.

viernes, 26 de abril de 2019

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Los apóstoles tuvieron una experiencia que les ayuda a confiar y tener fe en Jesús. Después de estar bregando toda la noche en aquel mar de Tiberíades y no poder pescar nada, ver asombrados que obedeciendo a Jesús y haciendo lo que les dice sus redes quedan repletas de peces.

Jesús les demuestra que Él está por encima de las leyes de la naturaleza y que tiene poder para hacer que su Palabra se cumpla. Jesús, en una palabra, les demuestra que es el enviado, el Mesías, el Hijo de Dios Vivo.

Y los apóstoles reaccionan dándose cuenta de quién es. Es Juan el primero que le reconoce y lo transmite. Es Pedro, como siempre, el primero en reaccionar y se lanza al mar. Sin embargo, la sorpresa les deja paralizados y no se atreven a preguntarle. Sucede que también a nosotros nos deja mudo ante los demás y no damos el testimonio esperado.

jueves, 25 de abril de 2019

Resultado de imagen de Lc 24,35-48
No es fácil para cada uno de nosotros tener una experiencia clara y firme sobre la Persona de Jesús. Nuestra naturaleza está herida y nos nubla la mente y la vista, y quizás no nos damos cuenta de la presencia del Señor en nuestras vidas.

Sabemos que los apóstoles no le reconocían cuando se presentaba ante ellos. Posiblemente, a nosotros nos ocurra igual, pero eso nos debe ayudar a no desesperar sino a insistir en querer verle y escucharle. A pesar de nuestra torpeza y dificultar para comprender.

Él nos lo ha dicho: pidan y se les dará; llamen y se les abrirá; busque y encontraran. Y si nos lo ha sugerido es porque quiere ayudarnos y darnos todo aquello que le pidamos para nuestro bien y para poder encontrarnos con Él. Porque, es Él quien nos busca y nos ha venido a salvar.

miércoles, 24 de abril de 2019

Resultado de imagen de Lc 24,13-35
En muchos momentos de nuestras vidas quedamos decepcionados y, o caemos en una profunda depresión o emprendemos el regreso de camino al pasado, a refugiarnos en lo anteriormente vivido y a tratar de olvidarnos de lo acontecido últimamente. Así transcurría el regreso a Emaús de aquellos dos decepcionados discípulos al ver que estaban en el tercer día y no ocurría nada.

Esa misma experiencia nos puede suceder a nosotros. Y de hecho nos sucede. No estamos muy convencidos de que Jesús haya resucitado. Sí, algunos dicen que lo sienten y experimentan, pero eso no basta. Necesitamos un encuentro y una experiencia de resurrección. Ni siquiera lo de las mujeres y discípulos que vieron la tumba vacía no llega a convencerles.

No cabe duda que necesitamos mucha paciencia y perseverancia. Pronto nos cansamos y nos rendimos a las comodidades y seducciones de este mundo. Se está más cómodo en Egipto que caminando por el desierto. Sin embargo, hay momentos que la Palabra nos activa y nos enciende el corazón. Hay momentos de entusiasmo y de alegría que nos impulsa al regreso, a volver al grupo y a compartir nuestra fe. Dejémonos llevar por ese impulso que nos llena de paz y gozo.

Resultado de imagen de Jn 20,11-18
Es difícil entender como muchos hombres y mujeres tienen los ojos cerrados y no se dan cuenta de lo infructuoso que es su vida y su trabajo. De nada les vale conquistar el mundo si pierden lo más valioso e importante: Su alma para la vida eterna.

Todo es tiempo perdido, y la vida no tiene mucho tiempo. Se gasta muy rápidamente y no es fácil recuperarlo. Es verdad lo que decimo, el tiempo es oro. Por eso, conviene despertar y darnos cuenta que sólo volviendo a Dios podemos encontrar el verdadero Tesoro.

Ese Tesoro que nunca se gasta y que nos lleva a gozar eternamente de una Vida Eterna junto al Padre. Es, en el fondo de nuestro corazón, lo que tenemos grabado y lo que todos deseamos, aunque muchos, como los de Emaús, no se den cuenta. Pidamos el encuentro con el Señor para, como los de Emaús, despertar y regresar a Casa.

lunes, 22 de abril de 2019


Resultado de imagen de Mt 28,8-15
La Pasión y Muerte de Jesús no podía quedar así. Supongo que así lo intuyeron aquellas mujeres que se acercaron al amanecer al sepulcro de Jesús. Ese acercamiento descubre una suspicacia de que algo puede suceder. Y sucede lo que vive en nuestros corazones.

Y es que dentro tenemos el sentimiento y la esperanza de vivir eternamente. Es eso lo que toda persona humana desea y quiere. Anhelamos vivir plenamente y eternamente y el anuncio de la Buena Noticia de Jesús nos promete y ofrece eso. Por lo tanto, La Resurrección de Jesús responde a nuestra esperanza.

Por lo tanto, damos gracias a Dios que, para su Gloria, ha Resucitado a su Hijo Jesús y nos da también la oportunidad a todas las personas, si creemos en su Hijo, resucitar también en, con y por Él. Verdaderamente Cristo ha Resucitado. ¡Aleluya!

domingo, 21 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 20,1-9 visto según Fano
Sin embargo, a la hora de la verdad, cuando llega el momento de su Pasión, se queda prácticamente solo. ¿Qué ha sucedido? Todos desaparecen y se esconden. Incluso, Pedro hasta le niega. ¿Cómo es posible que suceda eso cuando le han conocido de cerca y han visto tantas cosas que ha realizado?

Parece un contra sentido, pero es la realidad. Jesús tuvo no sólo que morir sino resucitar para que los que le habían conocido despertaran y comprendieran. Entramos ahora en los cincuenta días de la Pascua. Días fundamentales en la vida de los apóstoles.

Durante ese tiempo, Jesús se les aparece y ellos empiezan a comprender todo lo que les había dicho y enseñado. ¡Ha Resucitado!, y eso marca profundamente sus vidas hasta el extremo de irse  ellos también disponiendo a dar la suya. Quizás, también nosotros tendremos que experimentar lo mismo. ¿Hasta qué punto la Resurrección de Jesús incide en el camino de mi vida?
Resultado de imagen de Jn 20,1-9
Nuestra experiencia nos descubre que todo lo que la Escritura nos revela tiene  su cumplimiento en Jesús. Y la resurrección es algo que Jesús nos ha revelado. Sus apóstoles no se enteraban y discutían sobre quien ocuparían los puestos principales.

Quizás también a nosotros nos ocurra lo mismo. No caemos en la cuenta del misterio maravilloso de la resurrección y nos pasamos nuestra vida buscando la manera de conseguir nuestros objetivos y proyectos. Incluso, llegamos a pensar que la vida tiene fin.

No nos damos cuenta que la muerte es sólo una etapa que tiene su fin, pero que no termina sino que es un paso que se da para transformarse y vivir eternamente junto al Señor. Pero, claro, para eso hay que conocerle y cumplir su Voluntad.

viernes, 19 de abril de 2019

Resultado de imagen de maría al pie de la cruz
Son horas de desconcierto y de sufrimiento. Jesús sufre maltratado como un delincuente sin ningún cargo. Se le acusa de blasfemia y simplemente ha dicho la verdad. Pero, su presencia molesta a los judíos y quieren matarlo.

¿Y nosotros? ¿Qué hacemos nosotros al respecto? ¿Creemos en Él, o simplemente le tratamos también como un revolucionario? ¿Le reconocemos como el Hijo de Dios enviado a anunciarnos el Reino de Dios? ¿Sabemos realmente qué hacemos?

En silencios aguardamos, estamos derrotados y buscamos la vuelta a casa. Sin esperanza se hace difícil vivir. Necesitamos llenar de sentido nuestra vida, pero el Señor se ha ido. Ahora, confundidos, sin comprender como Jesús, nuestro Señor ha muerto, permanecemos aturdidos, pero siempre con esperanza de resurrección.

jueves, 18 de abril de 2019


Resultado de imagen de Jn 13,1-15También instituye el sacerdocio haciéndole participes de su ministerio para que se perpetúe el sacramento de la Eucaristía y podamos alimentarnos y fortalecernos con su Espíritu. Pero, sobre todo, para darnos esa capacidad de amar.

Porque, sin Él no podremos amar ni perdonar. Necesitamos su Gracia para superar nuestras debilidades y torpezas; nuestras apetencias y pecados. Somos esclavos de nuestra propia naturaleza humana y no podemos escapar al error y a la soberbia.

Por eso, para poder lavarnos los pies los unos a los otros necesitamos que la Gracia del Señor nos empape y nos llene de su Fortaleza y de su Amor. Para poder olvidarnos de nosotros mismos y ser capaces de humillarnos ante los más pequeños necesitamos la Gracia del Señor. Sin Él no somos nada.

miércoles, 17 de abril de 2019

Resultado de imagen de Mt 26,14-25
Todos nosotros le hemos defraudado y traicionado alguna vez en nuestras vidas. Los que, por la Gracia de Dios, han alcanzado la santidad son los que más se han presentado como pobres pecadores. Pero, la Gracia de Dios nos puede transformar.

La clave está en no alejarnos de su lado. La clave está en aguardar con paciencia perseverando, aunque no entendamos o vayamos algo confundidos. La clave estpensaá que no perdamos de vista que Dios es nuestro Padre y quiere que entremos en su Casa.

Es muy importante ir acompañado de una comunidad, porque en ella nos fortalecemos y superamos con mayor garantía y éxito las tentaciones, los momentos de duda y confusión y porque, en ella, está siempre el Señor.

martes, 16 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 13,21-33.36-38, dibujos de Fano
Nunca la oscuridad es escogida para caminar. Sólo, en diferentes excepciones, la escogemos cuando queremos ocultarnos de algo; cuando, realmente, queremos escapar y nos interesa esconder la verdad. Y, lo inmediato, es que en la oscuridad nos perdemos.

La oscuridad nos permite vivir en la mentira y escondernos de la verdad. La oscuridad no nos deja ver el camino y las posibilidades de caernos por el precipicio son casi plenas. Necesitamos la luz para ver, pero si optamos caminar por la oscuridad estamos predispuestos a perdernos,

La oscuridad significa alejarnos de Dios. Y lo hacemos cuando nos resistimos a rechazar su Palabra y el amor que Jesús, el Hijo de Dios, nos ofrece. Él es la Luz que nos alumbra el Camino, que nos lleva a la Verdad y que nos da la Vida. Alejarse de Él es introducirse en la oscuridad y quedarnos a merced del rey de las tinieblas.

lunes, 15 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 13,21-33.36-38
Nos resulta fácil criticar las cosas de los demás, pero, ¿y las nuestras? Apenas interiorizamos nuestros actos y menos reflexionamos sobre ellos. Eso sí, nuestra lengua está afilada y dispuesta para hablar de las responsabilidades de los otros, pero no de las nuestras.

Sería muy buena actitud mirar más para nosotros y retratarnos en todo aquello que dispara nuestra lengua. Si nos fijamos detenidamente en nosotros mismos dejaríamos de protestar, pues nos daríamos cuenta de nuestros errores.

No somos mejores que los demás y, en la mayoría de los casos, tratamos de justificar nuestros actos distorsionando la realidad y tratando de engañarnos y engañar. La prueba consiste en reconocer nuestros pecados y tratar de ser humildes. Veremos con más claridad y haremos las cosas mejor.

domingo, 14 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jesús en el huerto de los Olivos
Jesús, en el huerto de los Olivos, asume su condición humana y voluntariamente se hace obediente a la Voluntad de Dios. Entrega su Vida, de condición divina, para que la nuestra, de naturaleza humana, sea reparada y redimida, ya que la nuestra no tiene valor para merecer la redención.

Y la Voluntad del Padre es esa, que su Hijo entregue su Vida. Y lo permite para no privarnos de nuestra voluntad. Porque, el Padre nos ama y nos respeta nuestra libertad, de tal manera que para salvarnos pone la Vida de su Hijo.

Su Amor es tan grande que nos lo demuestra de esa forma. Es esa entrega obediente y voluntaria del Hijo lo que celebramos en esta semana que acaba de empezar. La Pasión, Muerte y Resurrección de su Hijo para Gloria del Padre y para redención de todos nuestros pecados. Ahora dependerá de nosotros aceptar esa redención haciéndonos también obedientes a la Voluntad de Dios.

sábado, 13 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 11,45-56
Jesús empezaba a estorbar. Su forma de hablar, sus enseñanzas y sus milagros lo ponían en una situación delicada frente a los sumos sacerdotes y fariseos. Estos, sumidos en la oscuridad de sus propios pensamientos no aceptaban su mensaje. Jesús era un peligro.
             
Reunidos en consejo decidieron, alentados y dirigidos por el sumo sacerdote del aquel momento, matar a Jesús. Argumentaban, por boca de Caifás, que era menester que muriera uno por todo el pueblo.

A partir de ese momento Jesús no podía moverse libremente y procuraba no andar entre los judíos. Su hora se acercaba rápidamente. Le buscaban para condenarle y crucificarle. Y todo porque anunciaba el verdadero Reino de Dios.

viernes, 12 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 10,31-42
Cuando perdemos el juicio actuamos de forma disparatada. Somos capaces de perder la razón y llegar hasta el extremo de matar. En esos momentos no razonamos ni escuchamos lo que nos dicen. Estamos ofuscados en mantener nuestros criterios y forma de pensar.

Ante las buenas obras de Jesús no hay ninguna razón de apedrearle. ¿Por qué entonces quieren apedrearle los judíos? No aceptan que se revele como el Hijo de Dios. Ellos ya tienen una idea de su Dios y no admiten que alguien venga a decirle lo contrario.

No es nada extraño esta conducta, pues hoy sucede lo mismo. Mucha gente no cree en ese Dios encarnado en su Jesús, que anuncia la Iglesia como continuadora de su misión. Otros, le persiguen y matan a los que le siguen y otros, incluso siguiéndole y dentro de la misma Iglesia, fabrican un dios según su imaginación e intereses.

jueves, 11 de abril de 2019

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Ciegos tienen que estar cuando no hacen caso a la promesa de salvación que le ofrece Jesús de Nazaret. Una promesa, no en vano, sino con muchas pruebas y razones que la hacen creíble. Delante de nuestro ojos estas sus milagros, su Palabra y, sobre todo, su Resurrección.

Es verdad que nuestra mente no alcanza a comprender tan grande misterio, pero, también es verdad que nuestro corazón desea alcanzar esa eternidad gloriosa y plena. Y Jesús, enviado por el Padre, nos habla de esa promesa que está escrita en nuestros corazones.

Porque, siendo semejantes a nuestro Padre Dios, el sentido común nos descubre que también seremos, porque su Hijo nos lo ha prometido y ha venido para eso, eternos como Él si creemos en la Palabra del enviado y hacemos lo que nos dice.

miércoles, 10 de abril de 2019

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Los objetivos no son fáciles de conseguir, por lo menos los objetivos importantes y de gran trascendencia. Se suele decir que cuánto más cuesta conseguir algo más valor ha de tener. Ser perseverante es por lo tanto una actitud y un valor muy a tener en cuenta.

Y junto a la perseverancia es indispensable la fe y la confianza, porque, en muchos momentos del camino nos cuesta sostenernos firmes y confiados, pues las dudas surgen y nos debilitan. Es entonces cuando la perseverancia entra en escena.

Precisamente, Jesús nos pone de manifiesto en el Evangelio de hoy ese valor de ser perseverantes y constantes en su seguimiento. Nos dice: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres».

martes, 9 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 8,21-30 por Fano
El problema está dentro del propio hombre. Su corazón está endurecido y necesita ablandarse. Los israelitas, el pueblo elegido, liberados de Egipto, se olvidan de que Dios los ha liberado y le exigen saciar el hambre y le recriminan  que prefieren volver a Egipto que confiar en Él.

En muchos momentos de nuestra vida nos desesperamos porque las cosas no se suceden como hemos pensado o como nos gustaría. El camino se tuerce y las cosas no mejorar tal y como nosotros habíamos pensado. ¿Cómo recuperar y sostenerme en la confianza en Dios, mi Señor?

Necesitamos llenarnos de paciencia y confiar. Confiar, a pesar de que no entendamos nada y que la oscuridad nos envuelva y nos quedemos desorientados e incluso llenos de dolor. Confiar en nuestro Dios, porque si Él nos ha liberado no nos dejará a merced de la muerte.

lunes, 8 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 8,12-20
No  podemos caminar con esperanza desde la perspectiva del mundo sino con la mirada levantada y puesta en Dios. Es Él quien da sentido y esperanza a nuestra vida y la llena de luz para saber conducirnos y caminar por caminos rectos que nos llenan de gozo y alegría.

Jesús es la Luz del mundo y sólo en Él encontramos verdadero sentido a esta vida y a nuestro peregrinar por el mundo. Sus enseñanzas y sus ejemplos de vida son luz que ilumina toda nuestra existencia tanto en los momentos de alegría como en los momentos de sufrimiento.

Él es nuestra referencia y nuestro modelo para, ante las circunstancias de nuestra vida esforzarnos en actuar como Él. Nos señala los pasos a dar tal y como hizo Él y nos alumbra con esperanza, paz y aceptación todos esos momentos de tristeza donde necesitamos encontrarle para superar la adversidad.

domingo, 7 de abril de 2019


Resultado de imagen de Jn 8,1-11
Sabemos que la vida es una escuela donde hay que aprender lo que está bien y lo que está mal. En la medida que crecemos vamos viviendo experiencias que nos enseñan lo bueno y lo malo. Y todos hemos vivido esas experiencias.

Muchas veces por error o por equivocación hemos cometido alguna falta o hemos hecho algo malo. Posiblemente no queríamos hacerlo, pero por seducción, egoísmo, placer o debilidad hemos fallado y pecado.

Sin embargo, siempre hay esperanza de ser perdonado, o al menos eso es lo que sentimos dentro de nuestro corazón. Jesús nos dice hoy que tenemos que perdonar para que hagan lo mismo con nosotros. Eso no justifica nuestro pecado, pero junto al perdón se nos pide que nos esforcemos en no volver a pecar.

sábado, 6 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 7,40-53
Había gran discusión y los guardias que habían ido a prenderle regresan admirados de la forma que le han escuchado hablar. Llegan a decir: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre». Sin ninguna duda, Jesús es diferente y todos perciben eso en su Persona.

Pero, lo que verdaderamente importa es cómo lo ves tú. ¿Es Jesús diferente para ti, o, por el contrario es un gran personaje y en eso se queda? Esa es la cuestión que importa. ¿Crees en Él y en su Palabra? ¿O crees en lo que dicen los hombres?

Jesús sabemos dónde ha nacido y de donde viene, pero no conocemos, como Él mismo nos dice, quién lo ha enviado. Y conocemos por la Escritura que es el Padre quien nos lo presenta en el Jordán y también en el monte Tabor. Por tanto, ¿no es la Palabra del Padre más veraz que la de los hombres?


viernes, 5 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 7,1-2.10.14.25-30
Solemos presumir de conocer a las personas por sus apariencias, su grupo o asociación o lugar de procedencia. Pero, la realidad es que nos quedamos sólo con un conocimiento superficial. Poco a nada sabemos. Así pasaba con Jesús.

Y así sucede hoy también. Muchos que se acercan a bautizar a sus hijos no han pisado la Iglesia hace muchos años, quizás desde su bautizo, y apenas saben algo de Jesús. Y otros, quizás más cerca y de visita frecuente saben unos pocos datos históricos y nada más.

Con ese conocimiento poco se puede saber y conocer de Jesús. Porque, Jesús es el enviado del Padre, el único que es veraz y que nadie conoce, pero que Él conoce, y  que da realmente testimonio de su Hijo, al que envía al mundo para salvación de los hombres.

jueves, 4 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 5,31-47
No molesta que nos lleven la contraria. Sobre todo cuando se trata de nuestra conducta y comportamiento. Buscamos siempre quedar bien y que nuestra conducta sea ensalzada más que humillada. Para eso, buscamos testigos que refrenden nuestras palabras.

Buscar testigos que den buen testimonio de mí, de la misma forma que yo doy testimonio de ellos, nos ayuda a reforzar nuestra conducta y a darnos gloria con el testimonio de nuestras respectivas palabras. Sin embargo, Jesús no trata de apoyarse en los hombres puesto que tiene el testimonio del Padre.

Es, pues, la Palabra y la Fuerza del Padre lo que da verdadero testimonio de Jesús como el elegido y enviado. Es esa Palabra la que le hace libre de todo prejuicio, de la moda, de las opiniones de los demás y de todo aquello que pueda condicionarle.

miércoles, 3 de abril de 2019

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Las leyes, pero tus propias leyes, no las impuestas por otros, son los dioses que tú quieres imponer a los demás. Y te molesta todo lo que no sea eso. De modo que, cuando te dicen que tus leyes no son buenas para el hombre y que estás perjudicándole, te enfades y tratas de callar esa boca.

Jesús va contra el sábado cuando éste se pone por encima del hombre. Debe ser al revés, el sábado en función del hombre. Y esto molesta a los judíos, más cuando Jesús se declara Hijo del Padre y que ha recibido todo del Padre hasta el punto de hacer las mismas obras que hace el Padre.

Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que Él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.

martes, 2 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 5,1-3.5-16
La fe nos ayuda a soportar el paso del tiempo. Sobre todo cuando lo estamos pasando mal. El dolor y el sufrimiento nos desesperan y nos invitan a dejar de confiar en la bondad del Señor. Somos muy proclives a perder la paciencia.

La vida es corta, pero se hace larga cuando lo pasamos mal. Los años se hacen interminables con el sufrimiento y el dolor. Aquel paralítico llevaba treinta y ochos años postrado en aquella piscina, y no tenía a nadie que le acercara cuando se removían las aguas.

Jesús se fija en él y le invita a curarse. Le manda que se levante, que tome su camilla y ande. Y así lo hizo, se levantó y echo a andar. Había sido curado. Pero, también el Señor se fija en ti y en mí. Quizás nuestras parálisis sean diferentes, pero también necesitan ser curadas. Es cuestión de tener paciencia e insistir en pedírselo.


lunes, 1 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 4,43-54
El dolor despierta nuestra fe. Mientras, antes, permanecemos impávidos hasta que el dolor no resiste más. Es entonces cuando despertamos y acudimos desesperadamente a quien sabemos que nos puede curar. No reparamos en la distancia y creemos en su Palabra.
                
Porque, Jesús le ha prometido a aquel funcionario real que su hijo vive y, aunque está lejos de su casa, Él puede hacerlo, pues la distancia no representa ningún problema para Jesús. Sólo nos basta con la fe y ella se manifiesta en aquel funcionario que cree lo que Jesús le dice.

Y regresa a su casa confiando en que su hijo está vivo. Y así sucede, tal y como lo piensa y cree. Sus siervos salen a su encuentro para manifestárselo y tras preguntar a qué hora se había producido la mejoría, comprobó que coincidía con la hora en la que Jesús se lo había dichos.