lunes, 30 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 9,46-50 por Fano
Toda la vida hemos luchado por estar más arriba, pero, incluso más arriba que el que está a mi lado. Siempre he querido ser el más importante de mis vecinos o, al menos, no quedarme por debajo de ellos. De ahí que nadie es profeta en su pueblo. Sin embargo, cuando me planteo seguir a Jesús todo es diferente.

Jesús me invita a hacerme pequeño y a fiarme de Él como cuando niño me fiaba de mis padres. Eso me exige no seguir mi razón ni ponerla en el centro de mi corazón, porque, la razón me falla, me bloquea y sus planes y razonamientos son diferentes a los de Dios.

Por lo tanto, a pesar de que está presente, pues no la puedo hacer desaparecer, debo de luchar y poner a Dios en primer lugar. En eso consiste la fe, en no dejarme llevar por mi razón, por las tentaciones y seducciones que el mundo me ofrece y en fiarme, aunque mi razón piense de otra forma, de la Palabra de Dios.

domingo, 29 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 16,19-31
Poseer riqueza significa estar amenazado por las tentaciones con las que el poder puede tentarte. Estás expuesto a sentirte más importante que los demás. Experimentas que tienes gran poder y puedes mandar e influir en la vida de muchos otros y que tus decisiones pueden tener consecuencias en sus vidas.

Ser rico enciende y despierta en tu corazón la posibilidad de ensoberbecer tu orgullo y tu poder y, en consecuencia, aliviar o ser indiferente al sufrimiento del que padece. Es cuando tus riquezas serán determinantes para el desenlace final de tu vida. Esa indiferencia es la que dará a tus actos la nota de buenos o malos.

Lo contrario será, no despreciar las riquezas, tanto espirituales como materiales, sino aceptarlas y administrarlas buscando el bien de todos aquellos a los que puedes ayudar y aliviar sus dolores. En tus manos está el asunto. Te rindes a los encantos, seducciones y placeres de este mundo, tal hizo el rico epulón, o tratas de compartir para aliviar el dolor de los que sufren.

sábado, 28 de septiembre de 2019


Resultado de imagen de Lc 9,43b-45 visto por Fano
No queremos ver la realidad y sólo pensamos en conseguir el bienestar ahora sin mirar que lo importante es conseguirlo para la eternidad. Nos importa ahora y cerramos nuestros oídos a lo que nos puedan decir. Los apóstoles no comprendían lo que Jesús les decía y temían preguntarle.

Sus pensamientos estaban en eso del Reino. Les sonaba bien y ya se veían como parte de esos reyes del Reino. Recordemos que los hijos de Zebedeo ya habían porfiado por un puesto de privilegio en ese Reino prometido. Su entendimiento y sus ojos estaban puestos en esa promesa del Reino.

Y, quizás, como también nos ocurre a nosotros, se equivocaban. Jesús intenta abrirles los oídos y los ojos para que comprendan y vean. Él, el Hijo del Hombre, va a ser entregado en manos de los hombres y tendrá que padecer. Y se los dice para que sepan que camino también nos espera a nosotros. ¿Lo comprendemos nosotros?

viernes, 27 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 9,18-22
El mundo que nos rodea y en el cual vivimos nos transmite una imagen de un dios que nos molesta, de un dios que es un estorbo y que nos prohíbe vivir con libertad. Una imagen falsa y desdibujada de su mensaje que es una buena Notica de salvación. Un Noticia de libertad y de felicidad Eterna.

Pero, una Noticia que se necesita conocer por medio del enviado a proclamarla, nuestro Señor Jesucristo. Un mensaje de triunfo sobre la muerte y de Resurrección. Una Noticia que nos salva y nos llena de plenitud y gozo eterno. Una Noticia que nos libera de la esclavitud del pecado.

Pero, sobre todo, una Noticia que se necesita conocer de forma personal y directa tras un encuentro personal con Jesús del que podremos dar, entonces, nuestra opinión sin mediación de otros. Porque, por otro podemos llegar a conocerlo, pero sólo a través de nuestra relación e intimidad con Él podemos emitir una opinión.

jueves, 26 de septiembre de 2019

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Hoy la figura de Herodes nos parece lejana, pero la realidad es que está tan cerca de nosotros que incluso podemos encontrarlo dentro de nosotros mismos. Porque, también nos puede pasar que somos nosotros mismos los que esquivamos el encuentro con Jesús. Oímos hablar de Él, pero nuestras comodidades y apetencias nos paralizan ante su encuentro.

Y mientras nos sometamos a las seducciones de este mundo nos será muy difícil, por no decir imposible, encontrarnos con Jesús. Se hace necesario despojarnos de toda ambición, de toda soberbia e incluso de apartarnos muchas veces de nuestra razón para entender que sólo abajándonos con sencillez y humildad haremos posible el encuentro con Jesús.

Tratemos de salir de nosotros mismos para, muriendo a nuestros proyectos y vanidades, dejemos nuestra tierra limpia para, bien cultivada y abonada, permitir que la semilla de la fe crezca en nosotros y dé los frutos que nos acerquen al encuentro con Jesús.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 9,1-6
Tu cuerpo, tu manera de moverte, de disponibilidad, de mirar. Tu estilo a la hora de relacionarte y de presentarte va marcando tu imagen y señalando quién realmente eres y lo que tu presencia transmite. Sin embargo, tus pensamientos e ideales se esconden dentro de tu corazón y sólo tú eres quien puede darlos a conocer.

Es obvio que los que te encuentran en el camino de tu vida tratan de observarte y toman de ti lo mejor y lo bueno que tienes y que a ellos les conviene. Es decir, le hace bien, porque, todos queremos lo bueno. Y, en consecuencia, desechan lo malo, lo que les perjudica y les hace mal. Pero, la realidad es que todos buscan y quieren recoger  de ti lo bueno, lo mejor, lo que les ayuda a sentirse feliz. 

Es entonces cuando lo mejor que puedes hacer es compartir y dar de ti lo mejor de tu vida, porque, eso es lo que buscan los que te rodean, están a tu lado o se interponen en tu camino. Y lo mejor de tu vida es proclamar la Buena Noticia de Salvación que Jesús te ha proclamado, enseñado y testimoniado con su propia Vida y con sus Obras.
Resultado de imagen de Lc 8,19-21
Jesús sabe lo que dice cuando declara que su madre y hermanos son los que hacen la Voluntad de Dios. Y lo sabe, porque es su Madre la primera que ha cumplido la Voluntad de su Padre permitiendo que Él, el Hijo, viniese al mundo encarnado en su vientre.

Por ello, no es un desagravio lo que Jesús clama, sino todo un piropo que enaltece la humillación de su Madre y la pone como ejemplo y testimonio para todos los que van a ser sus hijos más tarde cuando al pie de la Cruz permanece firme en los últimos momentos de la Muerte de su Hijo.

Miremos a María y tratemos, poniendo todo lo que nuestro Padre Dios nos ha regalado,  en manos del Espíritu Santo, para, como ella, nuestra Madre, vivamos desde la Palabra, en la actitud de cumplir la Voluntad de nuestro Padre Dios, pues, no se trata de mis proyectos sino de los suyos.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 8,16-18
No se podría explicar que teniendo luz en tu corazón se quede escondida y opaca, sin dejar que otros sean iluminados. Porque, muchos la necesitarán y a través de esa luz recibida encontrarán la paz y el gozo que, quizás, estaban buscando. Por eso, será muy importante dejar que tu luz alumbre y se desparrame a los demás.
              
Por otro lado, tu fe, si es una fe firme y confiada en el Señor, encenderá tu vida y se verá como se ve la casa cuando se enciende la luz. Porque, el objetivo de la luz es alumbrar y el camino de la fe es dar testimonio de esas obras a las que tu fe te mueve y a las que también ilumina.

Por lo tanto, si hay oscuridad en tu vida busca a quien la puede iluminar, porque la oscuridad es síntoma que falta la luz, pero no una luz cualquiera sino la Luz que da Jesús. Una Luz que ilumina toda tu vida y le señala el camino de la Verdad y de la Vida Eterna.

domingo, 22 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 16,1-13
El dinero y el poder van unidos. Con el dinero se consigue el poder y con el poder todo lo que se te antoja y quieres. Y el hombre busca el dinero para alcanzar el poder y el poder para alcanzar sus apetencias, satisfacciones y ambiciones. Y eso trae consecuencias que terminan por enfrentar a los mismos hombres.

La ambición es destructiva y puede hacer que el hombre haga sus propios ídolos o dioses. Y ese es el problema, el dinero puede convertirse en un dios y apartar al hombre de Dios. Porque, cegado por el poder del dinero, el hombre, se cree fuerte y poderoso y somete al otro.

De modo que, el mal del mundo viene por la ambición del hombre y, sobre todo,  por el alejamiento del hombre de Dios. Porque, como nos dice hoy el Señor, no podemos servir a Dios y al dinero, porque, terminaremos dejando a uno por el otro. Ahí está el peligro, convertir al dinero en nuestro dios.

sábado, 21 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Mt 9,9-13
Nadie da nada gratis, y si eso es así estamos en condición de afirmar que la gratuidad es la prueba del amor. Por eso, amar es dar sin esperar nada a cambio y la mejor prueba de ello es darlo a quienes no pueden devolvértelo. Por eso, el amor de Dios es Infinito e impagable para el hombre.

Por eso, Jesús, el Señor, busca a los pobres, porque son los pobres los que no pueden pagarle. Tampoco los suficiente y los ricos, aunque ellos puedan pensar que si pueden pagarle o que no necesitan nada de Él.

 Por eso, volvemos a repetir, Jesús busca a los pobres, porque son únicamente los pobres los que aceptan el regalo gratuitamente, pues saben que no pueden pagar. Es decir, para encontrarte con Jesús tienes que transformar tu corazón rico u orgulloso en un corazón pobre y humilde.

viernes, 20 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 8,1-3
En tus caminos de cada día experimentas que tu relación con los demás es la clave y la ocasión donde los demás pueden descubrir y ver tu fe. Ella será la proclamación de cada día de tu Palabra, pera pronto descubrirás la necesidad de la acción del Espíritu Santo.

Pero, ese camino exige fortaleza y un renovarse cada día para enfrentarse a las circunstancias y dificultades de cada día. Una fortaleza que no podrás encontrar en el mismo camino sino en Aquel que te acompaña y del que recibes las fuerzas necesarias de cada momento.

Así, en la medida que tu palabra y tu vida vayan en estrecha relación y tu corazón en sintonía con el Corazón del Señor, tu vida será una clara expresión de tu fe en el seguimiento de nuestro Señor y testimonio para los demás. El Espíritu de Dios hará el resto.

jueves, 19 de septiembre de 2019


Resultado de imagen de Lc 7,36-50
Sucede que el hombre y la mujer interpretan sus actos de diferentes formas. Y digo el hombre y la mujer refiriéndome a todas las personas humanas. Cada cual ante el mismo hecho lo interpreta de diferente forma. Unos lo entienden de derecha y otros de izquierda.

El problema que siempre es diferente y que mientras unos creen ver algo concreto, otros se imaginan algo diferente. Sólo Dios puede llegar al fondo de la cuestión, porque sólo Él conoce lo más profundo de la persona humana. Y sólo Él puede interpretar sus actos y sus verdaderas intenciones.

Y, además, sabe el por qué de sus actuaciones y las circunstancias que le han llevado a eso. Conoce sus debilidades y sus formas de responder. Es su Creador y sabe todo lo que le preocupa, le influye y le amenaza. Y, por consiguiente, puede y quiere perdonarle sus errores, sus fracasos y sus pecados.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 7,31-35
Hoy en la Iglesia hay muchas críticas y muchos descontentos. Desde dentro de la misma Iglesia y entre sus miembros, tanto clérigos como seglares, surgen desacuerdos y diferentes formas de ver las cosas respecto a la liturgia o formas de celebrar. Y siempre hay descontentos y diversas formas de interpretar.

En cierta manera, pienso que hasta puede ser lógico, porque esas actitudes nos ayudan y nos exigen comprendernos, dialogar y, sobre todo, amarnos. Desde el principio sucedió eso en la misma comunidad que formó Jesús con los apóstoles. Recordemos el episodio de los hijos de Zebedeo.

Las comunidades son ejemplos vivientes de todo esto que comentamos. Las órdenes religiosas costaron sangre y reformarlas fueron causas y ocasiones de sufrimientos. Cuando unos dicen esto, otros dicen lo otro, Pero, lo verdaderamente importante es que hoy, después de mucho tiempo, la Iglesia sigue en pie.

martes, 17 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 7,11-17
Es posible que a nosotros también nos suceda eso. Hay muchos momentos que experimentamos alivio y alguna situación extrema y grave nos haya salido bien. Lo adjudicamos a la suerte sin darnos cuenta que nuestro Padre Dios está presente en cada uno de los momentos de nuestra vida.

Dios pasa por nuestra vida, pues, quieras o no, somos sus hijos y nos ha creado para que, salvados del pecado por los méritos de su Hijo ofrecido voluntariamente en una muerte de Cruz, vivamos felizmente y eternamente junto a Él compartiendo su Gloria.

Y no es indiferente a nuestros problemas y situaciones. Eso sí, permite todo aquello que nos sirva para mejorar y crecer como personas e interviene contando siempre con tu permiso, pues si te cierras a su intervención respeta tu libertad. Por tanto, quien se precie de ser inteligente y tener sentido común, lo más sensato es abrir su corazón a Dios.

lunes, 16 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 7,1-10
No es cuestión de quedarnos anclados en el pasado, sino de preguntarnos si hoy nuestra fe se transmite de la misma manera poniendo toda su confianza en el Señor. Porque, eso se puede decir de la misma manera, pero se descubre en la forma de vivir en tu vida. Y ahí no hay alternativa. Se vive según se cree.

Es verdad que las apariencias pueden engañar y de hecho ocurre, pero, al final, tarde o temprano emerge la verdad. Claro, sin antes dejar un daño irreparable de escándalo en muchas personas. Por eso, seamos fieles a la verdad y será siempre mejor, antes de escandalizar, mostrarte según tu fe.

Pero, siempre está la esperanza de suplicar e insistir en pedir esa fe. Esa fe que, confiado en la Misericordia de Dios, podamos abrir nuestro corazón para que en él el Espíritu Santo derrame toda su Gracia para que nuestros ojos vean como aquel centurión.

domingo, 15 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 15,1-32
En el Evangelio de hoy, Jesús, nos descubre y nos enseña cómo y cuánto nos quiere su Padre Dios. Y nos lo dice de una forma sencilla y muy clara. Todos lo entendemos y lo hemos experimentado, pues cuando perdemos algo que significa algo importante para nosotros nos preocupamos por rescatarlo.

Y Jesús nos describe el gran Amor que nos tiene hasta el punto de entregar a su Hijo para, con su muerte, salvarnos a nosotros. Nos lo dice y explica con las parábolas de la oveja y la moneda perdidas. Pero, también con la del hijo prodigo o Padre Misericordioso.

Nos descubre nuestra individualidad y nuestro egoísmo. Nos desnuda para que veamos nuestra envidia, nuestros juicios y nuestros deseos de venganza. En el hijo menor y mayor nos retrata para que tengamos confianza en el Padre y nos dejemos querer por su Amor Misericordioso e Infinito.

sábado, 14 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Jn 3,13-17El hombre suficiente busca su salvación en las cosas de este mundo. Confunde la felicidad con el placer y el bienestar ignorando, porque el mismo se ciega para no ver, que ahí no está el verdadero gozo y felicidad. Porque, en lo que es temporal no se encuentra la felicidad.

Sus ojos han sido vendados por el Maligno y no son capaces de discernir que lo que termina no da la felicidad sino es una apariencia como si de un espejismo se tratara. El tiempo no se para y lo que hoy parece gozo se convierte en perdición y sufrimiento. Sólo la eternidad está en condición de hacerte feliz.

Una eternidad bendecida por Dios, que te ama y que ha venido a darte esa dicha y gozo de salvación eterna. De ahí que debemos ponernos en su camino y confiar en su Palabra. Sobre todo, pedirle la fe y que abra nuestros corazones para que vivamos de acuerdo con su Palabra. Sólo así encontraremos lo que buscamos.

viernes, 13 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 6,39-42 visto por Fano
No cabe ninguna duda que ante dificultades y riesgos, muchos imprevisibles, necesitamos personas que nos puedan orientar y dar caminos y soluciones a los diversos problemas que se nos van presentando. En esta línea hay orientadores familiares, sociales, políticos…etc.

Pero, la pregunta que nos surge desde lo más profundo de nuestros corazones es: ¿Está esas personas capacitadas para asistir e informar? ¿Han vivido esas experiencias o sólo asisten desde la teoría y la formación? Porque, sin darnos cuenta podemos caer en el error de que estando ciegos busquemos a otros ciegos para que nos guien.
                           
Y es que quienes pueden orientar no son aquellos que más formación titulada tienen, sino aquellos que por la experiencia de lo vivido, el sentido común de la lógica y de la organización, que se completa con la preparación y formación lo hacen desde  la sana intención de la verdad, la justicia y la solidaridad al bien de todos.

jueves, 12 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 6,27-38
Una de las cosas que tenemos que tener presente es que nuestros planes no son los de Dios. Y que de la misma manera que nos gusta que nos perdonen de nuestras faltas, también nosotros debemos perdonar. Esa imposibilidad que experimentamos nos debe servir para darnos cuenta de nuestra condición humana y pecadora.

Mirarnos en el Señor es reconocer su Misericordia Infinita., pues, no merecemos su perdón y, sin embargo, somos perdonados. De la misma manera tendré yo que tratar de perdonar a los que me ofenden y descubrir la necesidad de la asistencia y el auxilio del Espíritu Santo.

Porque, sin Él nada puedo hacer y quedaré sometido y a merced del mundo, demonio y carne, las tres amenazas de este mundo en el que vivo. Por lo tanto, liberarme de ellos y, por supuesto, del pecado es caminar por él injertado en el Señor y abierto a la acción del Espíritu Santo, que me defiende y libera de caer en la tentación.

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 6,20-26 por Fano
El camino para ser bienaventurado es un camino de compartir con los más necesitados, y eso nos hará bienaventurados. Así nos lo dice el Señor: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que…

Un camino que nos exige compartir y darnos desde la gratuidad con aquellos que están necesitados y que sufren las consecuencias de un mundo insolidario e injusto. Un camino que nos exige pasar del individualismo a la comunión. Un camino que nos exige despojarnos de nosotros mismos para darnos a los demás.

Un camino que no nos va a resultar nada fácil y en el que encontraremos dificultades, problemas, burlas, afrentas, odios, venganzas y toda clase de impedimentos que nos dificulte amar y estar en actitud de disponibilidad hacia el bien de los demás.

martes, 10 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 6,12-19
Y aunque fueron doce los encargados de sembrar la semilla de su Palabra y de todo lo que le habían escuchado, tú y yo también tenemos esa misión desde la hora de nuestro bautizo. Quizás no será de la misma forma, pero si la misma, es decir, la de extender y dar a conocer su Palabra.

Porque, en tu casa, con tu familia puedes dar ejemplo con tu testimonio y estilo de vida de creer y seguir a Jesús. Y eso es ya proclamar su Palabra y ser partícipe de la Iglesia en extenderla y proclamarla. No es fácil. Es diferente la forma, pero con las mismas dificultades y consecuencias.

Quizás no peligre tu vida, pero tendrás muchos obstáculos, incomprensiones, risas, burlas y todo tipo de afrentas que te harán la vida imposible. Y necesitarás mucha voluntad para sostenerte firme ante las tentaciones y la buena vida, alejado de Dios, que te promete el mundo. Espejismos con los que tendrás que luchar cada día.

lunes, 9 de septiembre de 2019


Resultado de imagen de Lc 6,6-11
Jesús observa que hay leyes que no van a favor del hombre sino que le someten y le perjudican. La ley del sábado es una de esa. No está el hombre para someterse al sábado, porque Dios nos quiere esclavitud sino libertad; no quiere sacrificio sino misericordia.

El hombre es proclive a legislar y poner leyes que a veces atenta contra la vida humana y el bien del hombre. Una es el aborto y la eutanasia y otra es el sábado. Si Dios quiere salvar al hombre, ¿cómo es que la ley le perjudica y le esclaviza?

No es esa la Voluntad de Dios y Jesús lo expresa claramente rompiendo esa ley sabática que atenta contra el bien del hombre. Un Dios Padre no puede ir en contra del bienestar de sus hijos y toda ley debe estar en función de favorecerle.

domingo, 8 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 14,25-33
Se nos escapa la vida y quizás no nos hayamos parado a pensar como la estamos gastando y organizando. El tiempo es vital para no desperdiciarlo y cada momento mal gastado vale su peso en oro. Será muy importante gastarlo y emplearlo bien para que sirva al objetivo más importante de nuestra vida.

Y de mayor importancia es aclarar ese objetivo. Porque, todo lo de aquí abajo tiene sus días contados y de poco nos vale gastar todo nuestro tiempo en acumular riquezas materiales que son corruptibles y pasajeras. Ahí no está nuestra solución. Necesitamos buscar la manera de invertir mejor.

¿Qué hacer entonces? La única salida es decidirse por Jesús, porque, optar por Jesús es una opción que te dará satisfacciones que nadie te puede dar ni podrás encontrar en alguna otra parte o bienes de este mundo. Pero, ¡recuerda!, eso, como cualquier otro premio, exigirá también un precio. Jesús te lo deja claro en el Evangelio de hoy. Léelo.

sábado, 7 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 6,1-5
Lo peor que nos puede pasar es no mirar para nosotros mismos y no preguntarnos si de la forma que hemos procedido hemos actuado bien. O dicho de otro modo, no intentamos ponernos en el lugar del otro y reflexionar sobre cómo nos gustaría a nosotros que nos trataran.

Y es que la única forma de aprender es mirarnos en el espejo de nuestro corazón y ver si hacemos bien o mal al otro. Y eso lo descubrimos cuando escuchamos y observamos que dicen los otros de mí, o cual es su reacción ante mis actos respecto a ellos.

Si así procedemos veremos que nuestra lengua será más moderada y más humilde, porque nos veremos retratados en muchas situaciones en las que criticamos las actitudes de los otros. Entonces, nuestro corazón se verá a sí mismo y actuará con más misericordia.

viernes, 6 de septiembre de 2019


Resultado de imagen de Lc 5,33-39
En muchos momentos de nuestra vida permanecemos anclados en el pasado y en las tradiciones o costumbres de las que muchas no tienen sentido. Es necesario dejar lo antiguo y dar entrada a lo nuevo, al aire fresco y renovado que trae nueva vida y deja crecer renovando el espíritu.

No podemos mezclar lo viejo con lo nuevo, porque el resultado será ni una cosa ni otra. Tendremos que romper con lo antiguo para vivir en lo nuevo. Los tiempos de antes marcaron un momento, pero, ahora se hace necesario abrirse al Espíritu que nos renueva y nos adentra en la verdad.

Se trata de una nueva vida que nos llena plenamente y nos transforma nuestros corazones endurecidos y viejos en nuevos y renovados. Se trata de vivir en el amor y amar al estilo de Jesús. Él nos marca el Camino, la Verdad y la Vida. Es el camino que esperábamos y que nos lleva a la Vida Eterna.

jueves, 5 de septiembre de 2019


Resultado de imagen de Lc 5,1-11
La reflexión de esta noche está servida. Lo primero es apartar nuestros miedos y confiar que con quien hablamos es con Jesús. Nosotros, como Simón y los otros somos débiles y pecadores. No merecemos ni que Jesús se fije y confíe en nosotros, por lo tanto, si Él nos habla tratemos de escucharle.

Partimos de que la tarea no es fácil, pero confiamos en que no es un cualquiera quien nos la propone. Se trata del Hijo de Dios, el Mesías enviado que, así como llenó aquella red de peces también llenará la nuestra si nos ponemos en sus Manos.

Por tanto, no tengamos miedo y abramos nuestros corazones para dejar al Espíritu Santo que los transformes y los llene de la fortaleza y sabiduría para, injertados en Él, llenar nuestras redes por su Gracia, de abundantes peces para el Reino de Dios.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 4,38-44 por Fano
El testimonio de Jesús es ese, entregó su Vida por Amor y no lo hizo en un acto heroico de un instante sino que la fue entregado día a día. Su misión era mostrar al mundo la Voluntad del Padre no sólo con Palabras sino con su propia Vida. Y así lo hizo. Ese es el Camino, la Verdad y la Vida.

Y ese es nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida, tratar de imitarle injertados en el Espíritu Santo. Porque, solos no podremos, pues nuestra naturaleza es limitada y finita y sujeta al error y al pecado. Necesitamos contar con la Gracia del Espíritu de Dios para poder superar todos esos obstáculos que nos salen al paso.

El Evangelio de hoy nos muestra un pasaje de la vida de Jesús donde la constante es atender a los enfermos y a todos los que se acercan a Él, pero también busca espacios de silencio y tranquilidad para orar, descansar y para estar con su Padre. Hace camino porque también tiene que enseñar en otros lugares.

martes, 3 de septiembre de 2019


Resultado de imagen de Lc 4,38-44 por Fano
La autoridad nace de la coherencia entre la palabra y el hecho. Es decir, de que lo que se dice tenga luego cumplimiento. Esa fue la forma en la que enseñaba Jesús y por la que los que le oían se admiraban de su autoridad. Jesús enseñaba desde la vida y desde su propia experiencia vivida.

Ponía ejemplos sacados de la vida diaria y del quehacer de la gente de aquella época. Y lo hacía con una sencillez y maestría que todos lo comprendían. Y también curaba a todos lo que se le acercaban suplicándole que les sanara y que les librara del dolor que sufrían.

Sin embargo, hoy ocurre lo mismo que ayer. Son muchos los que oyen hablar de Jesús en algún momento de su vida, bien sea por alguna celebración sacramental, algún entierro, funeral, boda y no hacemos caso. Incluso oímos curaciones, milagros, pero, cerramos nuestros corazones y oídos y le damos la espalda.

lunes, 2 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 4,16-30
El Espíritu de Dios está sobre Jesús. Él ha sido el ungido y enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el años de Gracia del Señor.

¿Es una casualidad o queremos nosotros darle esa explicación? Porque, cuando no nos interesa aceptar y reconocer algo tratamos de justificarlo como sea. Jesús no sólo revela que ha sido ungido por el Espíritu de Dios, sino que con su Vida lo va demostrando.

Porque, los ciegos recobran la vista, los cojos andan, los muertos resucitan, los leprosos se curan… y todo eso se ha ido realizando en el tiempo de Jesús en este mundo. Y son sus paisanos los que no se fían y quieren que lo demuestre en su pueblo. También ocurre hoy, muchos le exigen pruebas y milagros para ellos.

domingo, 1 de septiembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 14,1.7-14) por Fano
Todos hemos experimentados que alardear de nuestras cualidades no resulta agradable ni es bien acogido por los demás. Enaltecernos no cae bien y la realidad es que todos lo sabemos y, a pesar de que nos gusta, evitamos decirlo, al menos directamente.

Eso sí, nos gusta que nos lo digan y que nos tengan como el centro de la atención de los demás. Nos gusta que nos exalten nuestras cualidades y que hablen bien de nosotros. En una palabra, nos gusta echárnosla. Sin embargo, no nos parece bien actuar así.

Todos entendemos que es mejor actitud y cae muy bien presentarnos con humildad y no presumir de lo que somos o tenemos. Sabemos por experiencia que esa postura sienta mejor y que al final mostrándonos humildes conseguimos mejores resultados y seremos enaltecidos. Por lo tanto, la misma experiencia nos invita a ser humildes.