miércoles, 31 de enero de 2018

Jesús le puso palabras a ese rechazo que solemos hacer de lo conocido: “Nadie es profeta en su tierra” y eso ha llegado hasta nuestros días. La realidad es que sucede, y siempre cuesta más destacar o ser reconocido entre los tuyos. Lo desconocido nos parece de más importancia y les prestamos más atención.

Jesús, el Señor, experimentó eso en su propia carne. En su pueblo no fue reconocido y sus Palabras como sus milagros fueron obviados y minimizados. Para ello no era más que el hijo del carpintero y de la joven y sencilla María, y sus discípulos jóvenes  y conocidos del pueblo.

También hoy sigue ocurriendo lo mismo. Los que nos hablan de Él son amigos nuestros, conocidos o familia, y no le damos crédito a sus palabras. Les conocemos y sabemos de dónde vienen y quiénes son, y no nos merecen fiabilidad. Pero, tampoco ni a su Palabra ni a su Iglesia le hacemos caso. Siempre habrá más posibilidad si la Palabra del Señor nos llega de alguien desconocido.

martes, 30 de enero de 2018

Vivir en la verdad es la aspiración de todo hombre. Nadie quiere ser engañado y todos nos cercioramos ante una propuesta para asegurarnos que se trata de una verdad y no mentira. Jesús nos ha dicho que Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Y no ha quedado sólo en palabras, sino que lo ha demostrado. Sus milagros y su coherencia así lo prueban.

Pero, ver esa verdad exige abrir bien los ojos. No para ver el mundo que tienes delante, sino verte a ti mismo y descubrir tus miserias y tus pecados. Ver cómo te resistes al amor cuando experimentas que cuando amas es cuando realmente eres feliz. Luego, ¿qué te ocurre? Experimentas que no puedes libertarte y necesitas a alguien que te ayude a romper esas cadenas que te esclavizan.

Y eso exige ver, ver la Verdad y darte cuenta que sólo Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida. Y sólo Él puede liberarte de esos pecados y miseria que te encadenan y esclavizan. Por eso, tienes que buscarle y gritarle, como aquel ciego Bartimeo, para que abra tus ojos y puedas ver. Ver esa Verdad que te hará libre.

lunes, 29 de enero de 2018

No cabe ninguna duda que le damos más importancia a las cosas materiales que a las espirituales. Buscamos aquello que nos procura felicidad inmediata y dejamos lo que no parece que nos vaya a generar felicidad inmediata. Por lo tanto, miramos para nuestras cosas y no nos importan las de los demás.

Nos lamentamos y aparentamos compasión, pero no nos implicamos en solucionar los problemas de los demás. Vivimos inmersos en nosotros mismos y buscamos todo aquello que nos procura felicidad sin comprometernos en y con el sufrimiento de los demás.

Hay muchas tragedias y dramas que no podemos hacer mucho, pero, al menos estar disponible, colaborar y, sobre todo, rezar. No cabe ninguna duda que todo lo que hagamos, por insignificante que nos parezca, contribuirá a mejorar el mundo en el que vivimos. Y en eso debemos implicarnos y comprometernos.

domingo, 28 de enero de 2018

Nos sorprende oír y escuchar a Alguien que tiene plena confianza en Él mismo. Eso nos resulta muy sorprendente y novedoso. Fue lo que ocurrió con Jesús de Nazaret. La gente se admiraba de cómo enseñaba y con la autoridad que lo decía. Estaba seguro de sus Palabras, porque tenía confianza en su Padre, que lo había enviado.

Y todo lo que decía tenía inmediato cumplimiento. Todo se sometía a su Palabra y a su Poder. Hasta los espíritus inmundos le obedecían. Eso era algo inaudito, pues nunca se había visto nada igual. Sorprendía esa forma de enseñar y de decir las cosas. Todos se admiraban de su forma de proclamar y su fama crecía por toda la comarca.

Pero, ¿qué nos ocurre a nosotros? ¿Nos fiamos de su Palabra? ¿Distinguimos y experimentamos esa autoridad de la que se habla? ¿Creemos que realmente es el Mesías enviado y que nos salva y libera del pecado? ¿O pensamos que es uno más? Dar respuesta a esas preguntas nos pondrá en el lugar que realmente ocupamos hoy respecto a Jesús.

sábado, 27 de enero de 2018

El miedo se hace presente en nuestra vida. Experimentamos miedo cuando estamos en peligro y cuando nos amenaza una tempestad. Muchas personas han perdido la vida en esas tragedias y ese sentimiento nos aterra y atemoriza. La experiencia de aquellos hombres en la barca les atemorizó profundamente.

Y cuando experimentamos esa sensación de miedo recurrimos a quien pensamos que nos puede ayudar. Es entonces cuando el hombre se acuerda de Dios, y le invoca y suplica. Luego, en esos momentos su fe se hace presente y ocupa el primer plano de su corazón.

Y Jesús nos dice: « ¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?» Y hoy esas palabras vuelven a resonar dentro de nosotros. ¿Qué nos ocurre? ¿Acaso no creemos en el Señor? ¿No sabemos que ha venido a salvarnos? ¿Cómo, entonces, puede dejar que nos ocurra algo? La última palabra es la Resurrección.

viernes, 26 de enero de 2018

En nuestro bautismo nos ha sido sembrada la semilla de la Gracia, la Santidad y la Verdad. Jesús, no sólo ha sembrado nuestra alma sino que nos ha enseñado también el camino con la verdad para darnos vida. Vida en abundancia. Mirar a Cristo es encontrar respuestas a nuestro caminar en el mundo. En Él encontramos respuestas a nuestra actitud ante el camino, la verdad y la vida.

Ahora, esa semilla sembrada en nuestra alma necesita alimento. Y ese alimento no está ni se encuentra en el mundo. Es un alimento espiritual que nace en el Amor del Padre y se da por la presencia del Hijo, hecho Hombre y presente bajo las especies del pan y vino.

Un alimento que nace en la Cruz, signo de Resurrección y de triunfo y que se hace presente cada instante en la celebración Eucarística donde se actualiza ese momento de la Pasión del Señor que, entregado a la muerte voluntariamente y por amor se nos da Resucitado para transformarnos y resucitar en, con y por Él.

jueves, 25 de enero de 2018

En el Evangelio de hoy Jesús nos envía a proclamar la Buena Noticia, y dice que aquel que no cree se condenará. Por el contrario, afirma que aquel que cree y se bautice se salvará. Lo lógico es que quien cree en Jesús solicite el bautismo, y el que no cree no quiera el bautizo. Cada cual tendrá su responsabilidad.

Todos conocemos, incluso en nuestras propias familias, personas que no se han bautizados. No es el caso de aquel que no sabe nada de Jesús, sino personas que le rechazan y no quieren saber nada de Él. Por lo tanto, son ellos los que se excluyen y se condenan.

También, Jesús se dirige a nosotros, a los que creen, y nos envía con los mismos poderes que a sus apóstoles. Hemos recibido el Espíritu Santo en nuestro Bautismo y estamos llamados, injertados en El, a proclamar el Evangelio, confiados y auxiliados por su Gracia. Porque es el Señor quien actúa en nosotros.

miércoles, 24 de enero de 2018

El Sembrador, Creador de este mundo, ha sembrado. Y ha sembrado en todos los lugares y caminos. Dependerá ahora de esa siembra que las semillas germinen y den frutos. No cabe duda que la que ha caído en el camino lo tendrá más difícil, pero puede ponerse en la dirección del viento y buscar tierra buena.

Otros han caído en terreno de piedras o entre abrojos, y les resultará también difícil, pero quizás movidos por la lluvia o el viento pueden emigrar a otros lugares donde la tierra sea más fertil y puedan germinar y dar frutos. Todo dependerá de sus esfuerzos y oportunidades.

Y otros tendrán la suerte de caer en tierra buena, pero también lo tendrán difícil, pues tendrán que cultivarse, abonarse y esperar a la lluvia para que sus raíces se hundan y den frutos. Tantos unos como otros necesitaran el deseo, la inquietud y el esfuerzo de encontrar buena tierra para dar frutos, pero, sobre todo, la sabiduría de pedirla a quien los ha sembrados.

martes, 23 de enero de 2018

El primer mandamiento nos habla del amor a Dios. Y dice que es el primero, y eso significa que es lo primero que tenemos que hacer sobre todas las cosas. Luego, viene el segundo, que, el Señor, lo coloca semejante al primero, y se trata de amar también a todos los hombres. Pero, eso no significa que lo primero sea lo primero, es decir, amar a Dios sobre todas las cosas.

Y es el primero, porque para amar al prójimo necesitamos amar a Dios primero. Porque, sin el amor de Dios no podremos amar al prójimo. El prójimo que son, no sólo nuestros familiares y amigos, no sería entonces muy difícil, sino los enemigos, los asesinos, delincuentes, mentirosos, los agnósticos, los de otra religión…etc.

Y a esos nos será imposible amarlos sin, primero, el amor de Dios. Necesitamos estar impregnados del amor de Dios para poder amar a aquellos que no piensan como nosotros y hasta nos hacen daño. Necesitamos mirar a Xto. Jesús para desde su mirada mirar también a todos los hombres y poder amarlos como Él. Esa es la Voluntad de Dios que nos amemos como Él nos ama, y para eso le necesitamos.

lunes, 22 de enero de 2018

La envidia y la impotencia te llevan a veces a decir lo que no piensas ni se sostiene por sí misma. Todo vale con tal de salvar la situación aunque para ello haya que decir disparates sin sentido. Sin embargo, todo, hasta los mayores disparates son perdonados, pero lo que no se puede perdonar es tu dolor y tu falta de arrepentimiento. Eso es absolutamente necesario.

La actuación y proclamación de Jesús molestaba mucho. La novedad de la Buena Noticia compromete y, de ser aceptada, exige salir de uno mismo, de romper tu propio estatus y despojarte de muchas cosas en las que ya estabas instalado. Hay inseguridad de dejar tus seguridades y eso te lleva a enojarte y a defenderte buscando razones que te justifiquen.

Y, llegado el momento, se produce el disparate. Acusan a Jesús de actuar por y en nombre del demonio. No saben cómo defenderse ni qué decir. Caen en el sinsentido y en el error. Nadie puede dividirse, pues de hacerlo se debilitarían y amenazarían su propia subsistencia. La locura los pierde y descubre sus necedades.

domingo, 21 de enero de 2018

La experiencia de este mundo mata tu esperanza. Según caminas por él experimentas vaciedad y perdición. Sus leyes y criterios se apoyan en el éxito, la fama, el poder y la fuerza. Eso se consigue con dinero, que exige lucha, mentira, explotación y hasta muerte. Son luces que, aun así, se apagan pronto.

Jesús nos trae la liberación de este mundo que nos amenaza y nos esclaviza. Nos invita a convertirnos y a creer en su Palabra. Es su primer anuncio y nos ofrece un mundo de esperanza, de paz y de salvación. Un mundo donde reine la justicia, la verdad y el amor. Y cuenta con cada uno de nosotros.

En aquel tiempo eligió a doce apóstoles, pero hoy te llama a ti y a mí también. Cuenta con cada uno de nosotros y, para ello, nos ha enviado al Espíritu Santo, que lo hemos recibido en nuestro Bautismo. En él hemos sido configurados como sacerdotes, profetas y reyes. Sólo necesitamos creer en Él y abrirnos a la acción de su Espíritu.

sábado, 20 de enero de 2018

Los criterios del mundo se apoyan en el dar y recibir. Y un dar y recibir proporcionado. Según das, en la misma medida y moneda, recibes. No se entiende la gratuidad ni el dar más de lo que recibes. Todo está tasado y valorado, y el poder se mide por el tener y el valor de lo que tienes.

La fuerza, basada en el tener y poseer, significa poder, porque con el dinero se puede comprar mucha fuerza, poder y tener influencias que favorezcan mis intereses. Incluso pasando por encima de otros más débiles y pequeños. Por eso, todos quieren ser poderosos.

Pero, cuando se encuentra con alguien que, no sólo piensa de otra manera, sino que también actúa tal como piensa, se sorprende y se justifican tachándolo de loco. Es lo que le sucedió a Jesús, nuestro Señor, no entendían su manera de actuar y hacer el bien a todas las personas que se le acercaban.

viernes, 19 de enero de 2018

Los animales no tienen nada en qué pensar. Su programa está ya en marcha. Ellos sólo tienen que obedecer a sus instintos. Tiene una inteligencia dirigida, establecida y programada. Por eso, siempre harán lo mismo y no progresan. No son responsables de sus actos, pues están inclinados sin ninguna opción a ellos.

Sin embargo, la criatura por excelencia y predilecta del Señor, el hombre, ha sido creada a su imagen y semejanza. Pensamos y podemos rechazar la Voluntad de nuestro Creador, porque Él nos ha creado libres y con capacidad de decidir. Así que podemos elegir el bien o el mal. Cosa que otros seres animados no pueden elegir.

Y para esa labor nos ha elegido. A unos directamente, cuando empezaba su labor  anunciadora en este mundo. A otros, por el Bautismo, en el tiempo de nuestro tiempo, valga la redundancia. Porque, Él es Señor de vivos y muertos, y está siempre presente. Otra cosa es nuestra respuesta, que mientras haya vida hay esperanza.

jueves, 18 de enero de 2018

El comienzo de la vida pública de Jesús es un clamoroso éxito. Todo el mundo le sigue, pues su fama de curar y hacer milagros se ha extendido por todos los lugares, y a Él acuden de todas partes. Su presencia produce aglomeraciones y tiene incluso que parapetarse bien para poder mantenerse alejado y que no le atropellen.

Sin embargo, pronto la cosa empieza a torcerse y se ve en Él a un intruso que usurpa el nombre de Dios y se arroga el poder de perdonar los pecados, Los escribas y fariseos empiezan a verlo como un peligro que amenaza su estructura religiosa y de poder y maquinan como quitarlo del medio.

Y con esas amenazas, aquel éxito de entrada en su vida pública empieza a parecer un fracaso. Todos empiezan a apartarse de Él y a dejarlo solo. Al parecer su fe sólo buscaba resolver su problema y nada más. No era una fe que llegaba al corazón y movía a cambiar el rumbo de sus vidas. Pocos, por no decir nadie se atrevía a confesarle Hijo de Dios.

miércoles, 17 de enero de 2018

No siempre todo se ve claro y despejado. Hay situaciones que cuestionan las leyes y los principios. Ocurre en política, donde, cuando las cosas no salen como a alguien le conviene, trata de sortearla y buscar caminos por donde poder darle vuelta a la tortilla.

Supongo que en aquellos casos donde la ley existe, algunos, con poder para ello, se la saltan y la evitan cuando les pone en alguna situación que no les gusta o conviene. La cárcel está llena de políticos que han incumplido la ley. También, en aquellos tiempos de Jesús muchos, a escondida, incumplirían la ley.

Porque, la ley es ley cuando cumple la condición de favorecer el bien del hombre y favorecerle en verdad y justicia. No se trata de ponerle el camino fácil, sino el de ser prioritario en todos los derechos ante la ley. Dios lo ha creado criatura primera y ha puesto el mundo a sus pies para que lo administre en verdad y justicia.

martes, 16 de enero de 2018

El hombre necesita leyes, pero también necesita equilibrio y saber dónde termina el cumplimiento de la ley y empieza la prioridad del hombre. Porque, todo debe ir orientado al bien del hombre. Se corre el peligro de que la ley priorice la vida del hombre y, éste se vea sometido a ella.

Por eso, hay que tener bien claro que la ley está para el bien del hombre, y que son necesarias para regular su vida, pero siempre en función de servir a éste y no someterle. Y es que, sin darnos cuenta, nos hacemos esclavos de la ley y son ellas las que nos gobiernan.

Jesús sufrió esta forma de pensar en su tiempo, y, a pesar de la distancia, todavía sigue ocurriendo lo mismo. Porque, ¿no estamos cayendo en el mismo error con el trabajo los domingos? ¿No nos hemos pasado al extremo de priorizar lo material y no dejar lugar a lo espiritual? ¿No buscamos el ocio y la diversión ante que espacios de oración y verdadero descanso espiritual?

lunes, 15 de enero de 2018

Hay momentos para ayunar, y otros que procede celebrarlo y disfrutar. El ayuno no puede sustituir a la alegría y a los momentos de fiesta. Está Jesús con nosotros y eso nos invita al gozo, la fiesta y la alegría. Celebramos la resurrección y no la muerte, y no es momento de dolor ni de tristeza.

Ahora es tiempo de fiesta, porque nos sabemos perdonados por la Misericordia del Señor. Han llegado tiempos nuevos y lo viejo hay que dejarlo y desecharlo. No podemos remediar  lo viejo con lo nuevo, porque lo uno puede dejar sin alegría a lo otro. Hay que beber en vino nuevo y también conservarlo en odres nuevos.

Llegarán momentos de oscuridad y de tinieblas y habrá que buscar la luz. Serán tiempos de ayunos y sacrificios porque el Novio se haya ausentado. Será tiempo de búsqueda, de oración y de perseverancia. Tiempos de exigencias y de conversión. Ven Señor Jesús y permanece entre nosotros.

domingo, 14 de enero de 2018

Necesariamente, previo a las preguntas que nacen en tu corazón, tendrá que existir una disponibilidad y exigencia para el cultivo de las mismas. Sin inquietud ni disponibilidad las preguntas quedan enterradas en el lodazal del mundo que te ahoga y te distrae.

Pero, también, una vez cultivadas esas preguntas en tu corazón hay que tratar de darle respuesta. Y eso exige estar atento, expectante y en disponibilidad de espera. Una actitud vigilante con la lámpara encendida para, tras ver la señal o a quien se espera, ponerse en camino.

De eso nos habla el Evangelio de hoy. Andrés y Juan, ambos discípulos de Juan el Bautista, estaban atento y expectantes. Esperaban al Mesías, que no conocían. Creyendo que era Juan, fueron advertidos por él que el Cordero de Dios era otro. Precisamente, Aquel que pasaba en ese momento delante de ellos. E invitados por Juan le siguieron porque querían conocerle y saber dónde vivía.

sábado, 13 de enero de 2018

Sucede que cada día somos llamados a levantarnos. De hecho tenemos que levantarnos de la cama e iniciar nuestras actividades diarias. No podemos quedarnos en cama ni abandonar nuestros quehaceres y compromisos. Tanto si estamos en activos o jubilados. El día amanece cargado de cosas que hacer.

Y, lo importante, es hacerlas con verdadero amor y con el esfuerzo de hacerlas bien. Para eso hemos sido creados y también elegidos. Sí, somos elegidos para amar, y el amar nos exige actuar con verdadero deseos de atender, escuchar y servir. Pues, amar significa eso.

Y para eso nos elige el Señor. Por lo tanto, decir sí al Señor y seguirle es estar dispuestos al servicio por amor a todos los hombres. Y eso nos compromete al esfuerzo de cada día en mejorar, en perfeccionarnos y en llenarnos de la Gracia de Dios, pidiéndosela, celebrando los Sacramentos y perseverando en Él. Porque, Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

viernes, 12 de enero de 2018

Es cierto que la fama de Jesús prendió y se extendió como el fuego. Eso de curar enfermedades se propaga rápidamente y le buscaban hasta el punto que le asediaban. Todos buscaban ser curados, pero Jesús no pretendía sólo curar enfermedades. Su misión era la salud integral, de cuerpo y alma.

La humanidad del hombre le ciega y le aparta de lo espiritual. No todo es materialidad, sino que hay también una gran parte de espiritualidad. El hombre es cuerpo y alma, y, si bien el cuerpo hay que cuidarlo, mayor importancia tiene el alma. Porque el cuerpo lo podemos siempre rescatar, pero perdida el alma será imposible recuperarla.

Por eso, Jesús pone todos sus esfuerzos en recuperar y limpiar el alma. Y ante la presencia del aquel paralítico que le ponen delante, su primera intención y palabras van dirigidas a perdonarle los pecados. Pero, una vez más, aquellos escribas de su tiempo pensaban mal y obligaron a Jesús a revelar su poder de hacer milagros para probar también su poder de perdonar los pecados.

jueves, 11 de enero de 2018

Aquel leproso sabía quién era Jesús. Se desprende por su acercamiento y petición que le conocía bien y sabía su poder. No se le dice tan fácilmente a alguien: «Si quieres, puedes limpiarme». Eso descubre una gran fe en esa persona, y conocimiento de que puede hacerlo.

Realmente, nos interpela y nos reta a nosotros a preguntarnos por nuestra fe. ¿Tengo yo fe en Jesús hasta el punto de creer que puede curarme? Es más, mejor, ¿qué puede salvarme? ¿Y esa fe compromete mi vida y la modifica? ¿Mi percepción de la vida y del mundo se ven alteradas por mi fe en Jesús?

No es la intención de Jesús curar y hacer milagros, pero los haces porque siente compasión por todos nosotros. Ha venido a salvarnos para siempre, no para sacarnos de una enfermedad o apuro, y ya, desde ese momento, alivia la vida de todos aquellos que se acercan a Él. Nos proclama que el Reino de Dios está cerca y que se ha cumplido el tiempo.

miércoles, 10 de enero de 2018

Jesús no viene a curarnos las enfermedades de este mundo. Jesús viene a salvarnos de la condena y muerte de este mundo, para darnos la vida eterna. Otra cosa que se compadezca de nosotros en muchos momentos y nos saque del apuro presente. Pero su misión no es esa. No busca fama ni privilegios, ni que le sigan por curarlos.

Sólo deja de manifiesto que es bondadoso y misericordioso, y que está dispuesto a perdonar y salvar a todos aquellos que se acogen a su Misericordia y se reconocen pecadores. Esa es su verdadera misión y la que quiere transmitirnos. No se trata de salvarnos ahora, sino de salvarnos de este mundo para vivir en el definitivo, junto a Él y eternamente.

Necesitamos comprender eso. No se trata de ir detrás de Él para obtener milagros y curaciones, sino buscarle para que transforme nuestro corazón y nos salve. Buscarle para que nos limpie nuestro leproso corazón de las lepras de este mundo que nos someten y esclavizan. Porque, su Misericordia y Amor nos redimen para siempre.

martes, 9 de enero de 2018

El reino de Dios no es una doctrina, ni un partido político, ni un país especial, ni un buen gobierno… Nada de eso. El reino de Dios es un estado o situación de actitudes que hagan la vida feliz, justa, con paz y armonía fraterna entre todos los hombres. Es la vivencia del amor que el Padre nos quiere traer y dar, y ha escogido a su Hijo para decírnoslo.

Y Jesús empieza su obra y enseña en la sinagoga con una autoridad que le viene de arriba. Es el Hijo de Dios y su enseñanza es diferente, porque su Palabra tiene verdadero cumplimiento. Lo que dice se cumple. Hay coherencia en su Vida y su Palabra. Se asombran de su manera de actuar.

Ahora te toca a ti y a mí. Hemos sido también elegidos en nuestro Bautismo y estamos asistidos por el Espíritu Santo para dar testimonio de ese amor del Padre que nos ha trasmitido y testimoniado Jesús. No tengamos miedo, sino confianza y fe. Él Señor nos acompaña y nos fortalece.

lunes, 8 de enero de 2018

No responde sino aquel que está expectante y detrás de la puerta. Aquel que espera la llamada y la busca, porque se siente débil, necesitado de cura y salvación. Quien no sostiene esa actitud y se basta por sí mismo, está lejos de responder a la llamada. Permanecerá pescando en su propia barca.

Igual que llama a Simón, Andrés, Santiago y Juan, también te está llamando a ti. A través de tu Bautismo te elige y te llama. Has quedado configurado como sacerdote, profeta y rey. Ahora necesitas responder a ese compromiso de Bautismo, y, auxiliado en el Espíritu Santo, podrás dar respuesta a esa llamada.

El mismo Espíritu Santo que bajo en el Jordán sobre Jesús, es el que ha bajado sobre ti en tu Bautizo. Él te ha configurado como sacerdote, profeta y rey, para que puedas responder con tu compromiso a cumplir la Voluntad de Dios.

domingo, 7 de enero de 2018

Posiblemente, el Bautismo de Jesús sea una forma de decirnos que Dios se ha hecho Hombre como nosotros sin tomar ningún privilegio, sino aceptando nuestra naturaleza humana y sufriendo todos los inconvenientes, sin culpa alguna, de nuestros pecados.

Y, pasando como uno de nosotros, humildemente y sin fuerza de poder, anunciarnos que su Padre le ha enviado para revelarnos su misericordioso amor. Un amor que empieza por anunciarle a Él, su Hijo, como el Predilecto y amado, invitándonos a que hagamos lo que Él nos propone.

Por eso, decía que este tiempo de Navidad es un buen tiempo para recargar pilas y empezar una nueva andadura con la buena intención de acercarnos al Señor y, entregándole nuestro viejo corazón, pedirle que nos lo renueve y nos lo haga un poco más nuevo, parecido al de Él, para que también en nosotros nazca la Navidad durante todo el año.

sábado, 6 de enero de 2018

Hay algo común a todos, sin embargo todos no lo busca de la misma forma. Mientras unos son constantes y perseveran con esfuerzo y tenacidad, otros tiran la toalla y se abandonan en los brazos de este mundo. De tu fe dependerá tu camino y tu salvación. Será necesario persistir y sostener la esperanza de que ser feliz y eterno es una vocación.

Hace falta tener una referencia que te alumbre el camino y te sostenga la esperanza. Una estrella que dé sentido a tu esfuerzo de cada día. Aquellos magos así lo interpretaron y lo hicieron, y buscaron hasta encontrar el sentido que señalaba. Su testimonio alumbra tu camino y te señala la forma de vivirlo.

Y la estrella existe, pues en tu Bautismo has recibido al Espíritu Santo que te guía hacia ese Belén donde está el Niño Dios que te ofrece eso que buscas y deseas, la paz que te inunda de gozo y felicidad. Y si no estás bautizado, busca la estrella que te ayude a conseguirlo, pues sólo en el Espíritu Santo podrás encontrar el camino de salvación.

viernes, 5 de enero de 2018

Sucedió que con Jesús condenaron a otros dos. Eran los últimos momentos de la vida de esas dos personas, sin embargo, uno tuvo un encuentro con Jesús y a su petición Jesús respondió: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso –Lc 23, 43-

Eso nos deja bien claro que mientras haya vida tendremos oportunidad de encontrarnos verdaderamente con el Señor. Se trata de buscarlo y de perseverar en esa búsqueda. Vivamos en la esperanza de poder responder, como Felipe, a su llamada, y también de anunciarlo con nuestro testimonio.

Indudablemente, no podremos encontrarle estando lejos de Él. Necesitamos acercarnos y eso conlleva escuchar y obedecer. Quizás muchos amigos o circunstancias nos han invitado a acercarnos, pero, quizás por miedo, indiferencia o dejadez lo hemos ido dejando. Nos sentimos cómodos y no queremos perder nuestro estatus. Pensemos que se nos puede ir nuestro tiempo y oportunidad.

jueves, 4 de enero de 2018

Eres completamente libre para elegir tu propio camino. Quedarte con el mundo comporta satisfacer tus ansias de felicidad inmediatas, pero nunca serán plenas ni seguras, y mucho menos. Eternas. El poder del éxito y el afán de riquezas son tentaciones que siempre están presentes en nuestra vida. Rechazarla es la ardua labor con la que cada día tenemos que enfrentarnos.

Tomar el camino de Jesús resulta duro y exige renuncias y sacrificio, pero es seguro el éxito, porque vas auxiliado y asistido por el Espíritu Santo, garantía de triunfo. Y un triunfo pleno y de gozo eterno, donde no habrá sufrimientos ni dolor. Donde el amor será la estrella y donde la lucha ya no es necesaria, pues la tentación del pecado queda vencida.

Juan Bautista nos advierte y nos anima al arrepentimiento y a la conversión, señalándonos al verdadero Cordero de Dios. Andrés y Juan le obedecen y ansioso por conocer al Señor van detrás de Él. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: « ¿Qué buscáis?». Ellos le respondieron: «Rabbí —que quiere decir, “Maestro”— ¿dónde vives?». Les respondió: «Venid y lo veréis». Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día.

miércoles, 3 de enero de 2018

No cabe ninguna duda que dentro de cada hombre hay una semilla de búsqueda. Una semilla que ansía paz y felicidad, y que lucha por sostenerla en el tiempo. Su deseo es eternizarla. Sin embargo, las adversidades y los contra tiempos le minan la fe y la esperanza y baja los brazos. Es entonces cuando se somete al Maligno.

Es necesario sufrir nuestro propio desierto, pues será él quien descubrirá tu fe y tu esperanza. Nunca podrás demostrarlas sin adversidades y contra tiempos. Los necesitas para apuntalar tu fe y descubrir tu esperanza y perseverancia. Nadie podrá demostrar que es perseverante a favor de la corriente.

Sólo  quien camina, a pesar de las dificultades, testimonia su esperanza, su fe y confianza en el que ha de venir. Así lo demostró Juan Bautista, quien,  a pesar de las amenazas estaba seguro de la presencia del enviado, del Mesías que él proclamaba y para lo que nos proponía arrepentimiento y conversión.

martes, 2 de enero de 2018

Sin darnos cuenta nos creemos con más derechos que otros. Incluso, cuando llega alguien con ganas de trabajar nos parece algo intruso o que busca hacer méritos. Es posible que pensemos que somos nosotros los discípulos o cristianos, e igual no le conocemos. Juan el Bautista nos lo dice.

Nos consideramos veteranos, pero eso no nos da ningún derecho. Ni siquiera revela que seamos nosotros los mejores o que le conozcamos mejor que otros. Debemos mantenernos despiertos y en atenta escucha a su Palabra. Siempre en actitu de renovación y de cercanía, porque siempre estamos creciendo.

El Señor es Infinito y nunca se le conoce plenamente. Se hace, pues, preciso continuar y perseverar en oración y escucha atenta a su Palabra. Necesitamos constantemente estar en oración y atentos. Y siempre en actitud orante, ya sea en la familia, en el trabajo, con los amigos…etc. Porque, siempre que tengas al Señor presente, estás orando.

lunes, 1 de enero de 2018

El Evangelio de hoy nos habla del encuentro de los pastores con el Niño del que le habían hablado los ángeles. Y compartieron todo lo que habían escuchado al encontrarlo. Su Madre, María, guardaba todas estas cosas y las reflexionaba en su corazón. ¿También meditamos nosotros?

Al escuchar la Palabra de Dios y todo lo que va sucediendo en torno al nacimiento y posterior vida de Jesús, ¿me suscita inquietud y búsqueda respecto a lo que se dice de aquel Niño? Y, guardando esas cosas, como María, ¿trato de reflexionarlas y darle respuesta?

¿O por el contrario, las oigo y paso indiferente por ellas, sin inquietarme ni ocasionarme ninguna inquietud ni deseos de búsqueda y respuesta? ¿No me dice nada ese nacimiento del Niño Dios en Belén? ¿Presencio distraído su nacimiento sin importarme su Mensaje ni significar nada para mí? ¿Creo que en el mundo en que vivo encuentro las respuestas que busco?