viernes, 30 de noviembre de 2018

Resultado de imagen de Mt 4,18-22 por Fano
Nuestra vida es una llamada desde el vientre de nuestras madres. El Señor nos quiere para algo, y algo debemos de dar, pues hemos recibido unas cualidades y talentos que benefician y sirven para ayudar a otros. En ese sentido debemos esforzarnos en poner a rendir los talentos recibidos.
                          
Y, aunque nos parezca que no hemos recibido ninguno descubramos que quizás nuestra aportación sea la de servir a otros a ganarse el cielo amándonos y sirviéndonos a nosotros. Estamos aquí quizás para eso. Hablo sobre aquellos que parecen una carga para las familias o la sociedad. Hablo de los disminuidos y los ancianos. Hablo de…

Pongamos todo nuestro ser y todos nuestras cualidades al servicio del Evangelio. También nosotros hemos sido llamados a dar nuestro testimonio y nuestro servicio, y muchas personas que pasan a nuestro lado quizás, sin saberlo, esperan nuestra invitación a conocer a Jesús.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Resultado de imagen de Lc 21,20-28 por Fano
Decimos y sabemos que la esperanza es lo último que se pierde mientras haya vida. Quizás, pensamos que con la vida todo se acaba y que en ella todo termina también. Pero, el Señor nos saca de dudas y aunque nos dice que estas señales llegarán nos tranquiliza y nos da esperanza.

El mundo, imperfecto y finito, desaparecerá, pero no por eso la vida. La vida gozosa y futura que nos espera a todos los que creemos en la Palabra del Señor. Él es el Camino, la Verdad y la Vida y nos lo ha dicho muchas veces. Su Palabra siempre se cumple y es eterna. No dudemos de ella.

El Evangelio de hoy aunque nos puede dar miedo termina con unas palabras del Señor que nos embargan de esperanza, paz y alegría. Pongamos atención: Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Resultado de imagen de Lc 21,12-19 por Fano
El camino no es siempre agradable. Por propia naturaleza, la vida se vuelve insoportable en algunos momentos. Muchos sufren circunstancias duras y difíciles de soportar; muchos padecen hambre, sed, frio e imposiciones que los someten y esclavizan. Y muchos por la verdad ponen hasta en peligro sus vidas.

Vivir en la verdad es penoso y duro. La mentira trata de destruirte, pues no le conviene que la verdad la descubra. Por eso, Jesús fue condenado, y también lo serán todos sus seguidores. De una u otra forma quien sigue a Jesús sabe que su vida está unida a la Cruz. Una cruz que en muchos momentos exige sacrificios.

Sí, se hace difícil perseverar, pero junto al Señor podemos. Porque, Él no se ha ido, está a nuestro lado y se mantiene firma junto a cada uno de nosotros. Por tanto, perseverar es el objetivo. Perseverar confiados y agarrados al Señor. Él es el Camino, la Verdad y la Vida, y al final todo perecerá, pero Él permanecerá para siempre.

martes, 27 de noviembre de 2018

Resultado de imagen de por Fano Lc 21,5-11
Hoy Jesús nos dice que todo lo construido, refiriéndose a los templos magníficos y hermosos que ha construido el hombre, significado en el Templo de Jerusalén, quedará destruido. Todos nuestros afanes, ideas y proyectos serán un montón de piedras unas sobre otras.
 pensam
Nos quiere despertar nuestra mente y que nos demos cuenta de a dónde realmente vamos. Nos quiere hacer pensar en el final del camino. Llegará la hora en que todo terminará y sólo quedará su Palabra y su presencia. Pero, antes sucederán cosas que nos indicarán que nos podrán en aviso, aunque el fin no es inmediato.

Sin embargo, nos conviene estar atento y en aviso. Y, sobre todo, muy avispados a no dejarnos engañar por muchos que tratarán de suplantar el nombre del Señor haciéndose pasar por Él. Muchos que tratarán de que le sigamos. Pero, seamos fieles a su Palabra y mantengámonos fieles y firmes en el Señor.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Resultado de imagen de Lc 21,1-4
Hay quien da de lo que le sobra y a penas nota su ausencia. Posiblemente, no esté mal, pero deja mucho que desear porque no se da de corazón sino porque te sobra. Quizás, en caso de no sobrarte no la darías. Por tanto, la generosidad no está en la cantidad sino en el compartir, sea mucho o poco, de lo que tienes y necesitas.

Es posible que experimentes dar y aliviar los problemas de otros que necesitan ayuda, y en ese sentido haces muy bien, porque teniendo no lo acaparas sino que lo compartes y lo das a quien lo necesite. Pero, siempre el compartir se hace desde la disponibilidad de darse y ayudar. Y se goza compartiendo y aliviando el sufrimiento de otros.

Se tiene más en la medida que se comparte, pues, el tener no consiste en acumular riquezas sino en atesorar buenas amistades, compartir alegrías y sufrimientos, aliviar necesidades y estar disponible para servir. Con el tiempo experimentas que tu riqueza espiritual aumenta y eres más feliz.

domingo, 25 de noviembre de 2018

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El reinado de Jesús, Cristo Rey, es un reinado de servicio, de justicia, de paz, de verdad y de amor. No es un reinado de poder ni de riqueza. Por tanto, recibir la fe exige eso, servicio, verdad, justicia y verdadero amor. A esos ingredientes hay que añadirla mucha humildad.

En esas circunstancias y con todos esos ingredientes estamos en disposición de abrir nuestro corazón a la fe. Porque, Dios es amor, es verdad, es justicia y paz. En Él está el gozo y la plenitud eterna, que buscamos en donde no está, el mundo. Y también por caminos equivocados.

Cristo Jesús es el Rey del Universo y, nacido de Él, volverá todo a Él, y será puesto a sus pies. Y todos aquellos que crean en Él y vivan y sean de la Verdad oirán su voz. Por lo tanto, para creer en Jesús hay que, primero, estar en la Verdad y vivir en la Verdad. Entonces le encontraremos.

sábado, 24 de noviembre de 2018

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No es un Dios de muertos, sino de vivos
En principio, muchos no creen que tanto la felicidad, y menos la vida eterna, se puedan encontrar en este mundo. Y tampoco en el otro, porque muchos no creen en el otro mundo. Eso sí, nadie puede afirmar que no haya otro mundo y el sentido común se acerca más a creer que sí existe.

Es absurdo pensar que el Creador haya creado el mundo y todo lo que él contiene, especialmente el hombre y la mujer, para luego que todo desaparezca. Lo que nos dice el corazón es todo lo contrario. Nuestra existencia demuestra que hay una aspiración trascendente y que, a pesar de no entenderlo, sí lo esperamos.

Nos hace falta la fe. Fe en Aquel que nos revela la Voluntad del Creador y que, por y para su Gloria, ha Resucitado al Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que nos revela lo que el Padre quiere para todos sus hijos. Ese es el fundamento de nuestra fe, que nuestro Señor Jesús ha Resucitado y Vive entre nosotros.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Resultado de imagen de Lc 19,45-48 por Fano
Quizás no es lo mismo que ocurrió en tiempos de Jesús, donde el templo era el lugar neurálgico y central de todas las operaciones comerciales, espirituales y religiosas del pueblo de Israel, pero hoy nuestros templos se están convirtiendo en lugares de encuentros y punto de partidas donde celebramos el culto en el que no creemos.

Porque, hoy el culto se está convirtiendo en celebraciones puntuales de carácter religioso que se acostumbra a celebrar en funerales, bodas, bautizos y primeras comuniones. Algunos acuden a las celebraciones de los tiempos litúrgicos, pero, la vida va por otro lado.

Jesús dio un parón echando a aquella gente del templo y recordándoles que su casa es casa de oración. Y enseñaba todos los días en el templo. Les hablaba de un Padre misericordioso y bueno que acogía a todos sus hijos. Y todo el pueblo le oía pendiente de sus labios. ¿Estamos también nosotros en esa actitud en nuestros templos?

jueves, 22 de noviembre de 2018

Resultado de imagen de Busca tu bien sin olvidar el de los demás... por Fano
Porque, el mundo es de todos y si no se reparte igual para todos, los que sufren interpelarán a los que no sufren y les pedirán su parte. Y se establece la lucha norte y sur o, ahora migrantes, marginados e indigentes.
                      
Y el mundo zozobra y se resiente. Y las conciencias no descansan e interpelan. Y tú descubres que excluyes a todos los que te molestan o te exigen que compartas y que también les dejes vivir con dignidad. Y surgen enfrentamiento y no hay paz.

Y la ceguera se hace enorme y no se ve otra salida. Y el mundo no reconoce a quien verdaderamente trae la paz. Una paz apoyada en la igualdad y en la dignidad de todas las personas. Y eso exige cambio, renuncia, esfuerzo, generosidad, humildad y conversión.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Resultado de imagen de Lc 19, 11-28
Nuestro Dios es un Dios misericordioso, que nos perdona siempre que nosotros mostremos arrepentimiento y seamos humildes. Nuestro Dios no es un Dios que dé miedo, sino todo lo contrario. Un Dios de ternura, de cariño, bondadoso y compasivo. Un Dios de Amor.

Pero, también un Dios que nos exige, eso es verdad, proporcionalmente a los dones que nos ha dejado en administración. Un Dios que no nos quiere con los brazos cruzados, sino dispuestos al esfuerzo de poner en práctica nuestros talentos, aún con riesgos y dificultades.

 Un Dios que sabe de nuestras debilidades y no nos deja solo. Un Dios que nos acompaña y que sólo quiere nuestra confianza y fe en Él. Un Dios que espera que, creados libres por su Voluntad, demos los frutos que nos corresponden en cuanto a los dones recibidos. Porque, de esa forma expresamos y demostramos nuestra fe. La fe son obras y no buenas razones.

martes, 20 de noviembre de 2018

Podemos preguntarnos de entrada. ¿Me ocurre a mí lo mismo? ¿Siento yo curiosidad por conocer más de Jesús y de saber qué hizo? Y si esa curiosidad despierta en mí ese deseo de conocerlo, ¿me muevo y me sitúo en algún lugar donde lo pueda ver o encontrar?

En tú época y en la mía es diferente. Ahora podemos encontrarlo en el Sagrario en cualquier iglesia. Está allí para encontrarse contigo. En este caso no tienes que subirte, como Zaqueo, a un sicomoro. Simplemente acercarte al Sagrario o dejarte ver en la celebración de una Eucaristía.

Lo tenemos mucho más fácil que Zaqueo, pero necesitamos tener la misma curiosidad que él para tratar de moverme y buscar una iglesia, unos hermanos o una celebración Eucarística para encontrarlo. Él seguro que nos espera y se autoinvita a tu casa, a tu corazón para que, por su Palabra, te dejes transformar y alcanzar esa felicidad eterna que buscas.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Aquel ciego, Bartimeo, a pesar de no ver su corazón estaba encendido y buscaba la luz. Sin embargo, no le fue fácil estar atento y escuchar los pasos de Jesús. El ruido alrededor trataba de acallarlo y que su voz no llegará al Señor, pero, Bartimeo insistió y cada vez más fuerte.

No tuvo miedo y su coraje pudo más que aquellos que trataban de acallarle. Su fe le impulsaba a insistir y a seguir solicitando piedad al Señor. Y, por supuesto, Jesús le escuchó, porque el Señor escucha a sus hijos. Y le concedió lo que pedía, ver. Ver el Camino, la Verdad y la Vida.

¿Cómo combatimos nosotros nuestra ceguera? ¿Luchamos contra el mundo que nos nubla nuestra vista y trata de acallarnos para que dejemos de solicitar del Señor su misericordia? ¿O insistimos impulsados y alimentados por nuestra fe y confiados en la Misericordia de Dios?

domingo, 18 de noviembre de 2018

Hoy, el Señor nos lo recuerda y advierte. El final llegará y habrá ciertas señales, que aunque expresadas en un lenguaje apocalíptico lo que tratan es de advertirnos que no dejemos de estar vigilantes y atentos y que no nos dejemos llevar por las seducciones de este mundo, porque todo aquí abajo perecerá.

Por lo tanto, es un mensaje y advertencia de esperanza, de tranquilizarnos a pesar de todo lo que acontecerá, porque el Señor vendrá a buscarnos y salvarnos. Se trata de permanecer vigilantes y perseverantes en la Palabra del Señor. Se trata de vivir en la verdad y la justicia según su Voluntad.

Sin miedos ni angustias. Vivimos conscientes de que un día todo acabará y estaremos con y en el Señor. Eso nos alegra y nos da esperanza. El Señor vive y está cerca y llegará el día anunciado de que vendrá en su segunda venida a establecer ese Reino anunciado de verdad, de justicia y de amor. Ese Reino que nosotros, en Él, tratamos ya de vivir en esta vida.

sábado, 17 de noviembre de 2018

La vida nos enseña la necesidad de insistir. Superamos muchos exámenes tras la segunda o tercera prueba y aprendemos muchas lecciones tras insistir una y otra vez. Descubrimos con nuestra experiencia que la  vida es insistencia. El esfuerzo consiste en intentar las cosas una y otra vez.

Pero, también la experiencia nos dice que muchas veces nos cansamos y nos retiramos. Y dejamos de estudiar, de presentarnos a exámenes u oposiciones y de insistir en aquello que buscamos. ¿Sabemos la causa? Posiblemente, la pérdida de fe y de confianza. Pensamos que no nos va a salir bien o no nos van a responder.

Hoy, Jesús, en el Evangelio nos dice todo lo contrario. Hay siempre que insistir y nunca perder la fe, pues la insistencia tiene su premio como nos expone en el Evangelio. Pero, ¿acaso pensamos que nuestro Padre Dios no nos escucha? Tengamos por seguro que Dios siempre está pendiente de nosotros y nos escucha. Pero, para ello abramos nuestros oídos.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Entregar la vida conlleva mucha paciencia y, quizás, también lejanía. En el silencio del desierto, quien ha dejado sembrar su corazón, encuentra el espacio donde aclarar y poner en orden sus ideas y avivar su fe. Por eso hay que ir con mucho cuidado.

No es bueno, al menos a mí me parece eso, insistir sin compartir. Se necesitan espacio de tiempo y paciencia para entender y comunicar tu experiencia y tus sentimientos. Y muchas veces son desconocidos por la misma persona que los sufre. Es necesario abrirse y dejar entrar el Médico que lo cura todo.

Por eso, las recetas son muy delicadas y en muchos momentos actúan negativamente. Se precisa mucha oración y mucha humildad. Es posible que haya que ir en busca de la oveja perdida, pero no todos los días se pierden las ovejas. Y hay que saber distinguir entre una oveja perdida y la que se deja, por propia voluntad, perder.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Ocurre que miramos hacia adelante y nos preocupamos por el más allá. Quizás por el momento final de nuestra vida y surge la pregunta, ¿qué ocurrirá?; ¿qué nos pasará? El Evangelio de mañana da un paso más en esas advertencias que Jesús nos va revelando. Por eso es muy importante y necesario leerlo cada día.

Pero, lo importante es vivir al día en la presencia de Dios. Porque, haciendo eso estamos haciendo presente el Reino en nuestra vida, en nuestro entorno, en nuestros ambientes, en nuestras familias y amigos y en todos los lugares por donde transite nuestra vida.

El Reino de Dios se nos hace presente dentro de nosotros mismos y en cada instante que tratamos de vivir y actuar en la Voluntad de Dios. Y eso nos llena, a pesar de las adversidades y obstáculos, de paz, de seguridad, de confianza y de esperanza. Y nos llena de alegría en la esperanza de que llegue el momento en que nos vendrá a buscar.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

A lo largo del espacio de tiempo que la vida nos concede tendremos un encuentro con el Señor. El mismo que tuvieron aquellos diez leprosos, número simbólico que expresa la totalidad, el todo, y que a todos nos llega ese momento de encuentro con Jesús, el Señor. Pero, ¿cuántos volveremos?

Esa es la cuestión que nos planteamos, ¿realmente somos agradecidos? ¿Realmente buscamos salvar sólo nuestro cuerpo y no nuestra alma? ¿Qué pensamos al respecto? ¿Tiene Jesús, el Señor, poder para curar nuestro cuerpo y también nuestra alma?

Debemos estar vigilantes y en actitud de agradecimiento. No nos pase lo de aquellos nueves leprosos, que pensaron que tenían ya todo lo que necesitaban y además sin necesidad de agradecer nada, pues se sentían con derecho a ser curados. Y, con su actitud, rechazaron la salvación. Sólo el extranjero entendió lo que el Señor hizo por ellos, y alcanzó la salvación de cuerpo y alma.

martes, 13 de noviembre de 2018

Nos acostumbramos a lo bueno muy fácilmente. Y el dar propina se entiende limitar la acción de nuestro trabajo al mínimo como si se tratara de aligerar nuestros deberes y acrecentar nuestros derechos. ¿Acaso no recibimos ya la paga por nuestro trabajo bien hecho?

Da la sensación de que hay alguna clausula en el contrato que limita nuestro trabajo a, si no hay propina, rebajar todos nuestros esfuerzo por cumplirlo bien. O dicho de otra forma, incumplirlo en algunos servicios a fin de reclamar la propina.

Mala costumbre que esconde tus deberes y resalta tus derechos. Porque, cuando has cumplido con tu trabajo, y eso significa dar y hacer todo tu servicio, con verdadero amor y justicia, sólo has hecho lo que deberías hacer, sin esperar más recompensa. Pues, simplemente ha cumplido con lo que debías.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Sabemos por experiencia que somos débiles y propensos a caer en cualquier momento. Estamos tentados y seducidos por nuestra naturaleza humana, y este mundo tiene muchas tentaciones que nos apetecen y nos inclinan a cometer ofensas contra nuestros semejantes.

No es fácil mantenerse fuera del alcance de la tentación. Sin embargo, tenemos una voluntad que nos ayuda a sostenernos firmes y rechazar esas tentaciones seductoras. Y también tenemos al Espíritu Santo que nos protege y fortalece. En Él siempre venceremos.

Siempre tendremos que estar vigilantes y dispuestos a la lucha, y eso significa estar dispuestos al perdón. Necesitamos ser misericordiosos y abiertos a perdonar. Porque, precisamente, por la misericordia de Dios somos también nosotros perdonados y salvados, siempre que también presentemos nuestro arrepentimiento.

domingo, 11 de noviembre de 2018

En muchas circunstancias ha dicho esto y luego has hecho lo otro. O has prometido una cosa que luego no has cumplido. O has aparentado ser así cuando eres de otra manera. Experimentamos nuestra humanidad limitada, pero eso no nos justifica y, reconociéndonos pecadores debemos esforzarnos en mejorar.

No hay que desesperar por nuestra pobreza. Contamos de antemano que Dios, nuestro Padre, nos conoce y sabe nuestros defectos, pero también conoce nuestras virtudes. Y espera que las pongamos en práctica para superar nuestros defectos, fallos y errores.

Se trata de darnos y no sólo de dar. Darnos en nuestra totalidad. Dar nuestro tiempo, nuestras cualidades, nuestras virtudes y servicios. Darnos a los que no conocemos, a los que, quizás, no nos caen bien. Darnos no según nos parezca sino según la Voluntad de Dios. Se trata de poner en la cesta lo que somos y hemos recibido sabiendo que Dios lo que nos pide es eso.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Ser héroe no es hacer grandes cosas, sino ser fiel en las pequeñas cosas de cada día. Porque, la heroicidad no se demuestra en momentos puntuales y heroico, sino en el acontecer de cada día y en las responsabilidades, pequeñas o grandes, que cada uno tiene.

Hay muchos héroes anónimos que son fieles a sus responsabilidades y renuncian a la tentación del dinero y del poder para mantenerse fieles a su compromiso. Y quienes lo hacen con las cosas pequeñas y de cada día, también lo harán en las cosas grandes que se les pueda presentar en sus vidas.

Y es que no podemos servir a dos señores a la vez. No se puede cumplir y ser fiel cuando te interesa y no hacerlo cuando no te conviene. No se puede obedecer cuando te parece y no hacerlo cuando no te apetece. Al final terminarás siempre sometiéndote a uno. Y lo importante es servir a la verdad y la justicia, que, precisamente, están en Dios.

viernes, 9 de noviembre de 2018

El templo, en principio lugar de encuentro con Dios, ha pasado a ser encuentro entre las personas para celebrar sus propias fiestas. No son los sacramentos de la iniciación cristiana unos encuentros con Dios, como se pretende orientar y dirigir, sino una celebración familiar casi equiparada a la de un cumpleaños u otro tipo de fiesta.

La prueba del algodón qué podríamos decir, y la experiencia lo demuestra, que será el bautismo un espacio hasta la primera comunión y ésta la última. De la confirmación perdemos la vista y muy pocos llegan a recibirla. Todo se reduce a momentos puntuales de fiesta tradicionales.

En mi experiencia catequética de bautismo constato esta experiencia. Se va al bautizo como quien va a adjudicarse un nuevo título sacramental, pero nada más. No hay compromiso ni siquiera conciencia de lo que se hace, y, por supuesto, ningún compromiso de perseverar. Al menos en un 95% o casi. Esa es la realidad.
Jesús no ha venido a salvar a quien se cree suficiente y se basta por sí mismo. Esos posiblemente piensan que ellos se salvarán y que realmente son los justos y buenos. Porque, el problema es que no se dejan salvar y hasta creen no necesitarlo.

Por lo tanto, sólo queda una alternativa, salvar a los que quieren salvarse y se ponen en Manos del Señor para ser salvados. Es decir, se reconocen pecadores y ovejas perdidas. Y ten por seguro que el Señor no te abandona ni te deja perdido. Te busca y te tiende sus brazos para salvarte.

Y, además, prepara una fiesta de la alegría inmensa que experimenta al encontrarte y al comprobar que tú quieres salvarte. Porque, eres libres y puedes elegir descarriarte o ponerte en sus Manos para salvarte. Tú tienes la respuesta, hacerte el encontradizo o la encontradiza para abandonarte en los brazos del Señor.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Somos muy insensatos, pues tratamos de edificar la torre de nuestra vida sin calcular bien los instrumentos y los medios de que disponemos para bien construirla y terminarla. Creemos en nuestras fuerzas y talentos y, pensamos, no nos hace falta nada más, y caemos en nuestra propia trampa. Sólo no nos bastamos para salvar nuestra vida para la eternidad.
                      
Se hace necesario administrar bien nuestra vida, y para ello necesitamos de todo lo que hay en el mundo, pues vivimos en él, pero sin perder de vista que lo principal no son las cosas del mundo, ni las torres o las batallas, sino el Señor. Él sólo es el Camino, la Verdad y la Vida.

Por lo tanto, lo verdaderamente importante son tus actos de amor, que son los que construirán la torre bien hecha de tu vida, porque ellos son los que te ganarán la batalla para que tu casa sea bien construida y reservada en la Casa del Padre donde moraras para la vida eterna.

martes, 6 de noviembre de 2018

La vida se enriquece cuando tú tratas de abrirte a ella. Y te abres en la medida que te das, te haces servicio, pan y vino para otros. Eso significa que con los otros te enriqueces y también tienes la oportunidad de darte y servir. Y, fundamentalmente, amar.

No puedes hablar con los mismos y repetir siempre lo mismo a los mismos, valga las redundancias. Por eso, la comunidad necesita renovarse, abrirse y ofrecerse a la riqueza de nuevos miembros. Sobre todo a aquellos que no conocen o saben muy poco de quien es Jesús de Nazaret.

Hay, por tanto, que caminar y caminar cargado con tu cruz y renunciando a tantas cosas que buscan tus satisfacciones, tus comodidades, tus gustos, tus ambiciones y proyectos. Porque, tu vida se enriquece cuando experimentas el amor y sigues al verdadero Amor, el Señor, que te exige dejarlo todo para seguirle plenamente a Él. Porque, Él es el verdadero y único Camino, Verdad y Vida.

lunes, 5 de noviembre de 2018

No entiendo que un cristiano tenga que estar detrás de esas personas que desoyen la asistencia y la ayuda. Conozco ya a varios que, asistidos y ayudadas, vuelven a las andanzas sin hacer caso omiso a las advertencias, buenos consejos y ayudas. Todo lo tiran por la borda. ¿Qué hacer entonces?

Entiendo que hay que estar siempre disponible y en actitud de recibirlo, pero también que hay que exigirles una cierta colaboración y disciplina. Tengo la experiencia de una persona que, hasta el momento, ha respondido de manera ejemplar saliendo de la drogadicción profunda. Pero, ha sido con un gran esfuerzo personal por su parte.

Supongo que a Jesús muchos no le respondieron y permanecieron sumidos en la miseria por voluntad propia. Hoy, todos los que quieren salir lo pueden hacer con esfuerzo y trabajo, porque ayudas hay, pero se necesita respuestas serias y disciplinadas. No se puede salir como cada cual quiere y le gusta.

domingo, 4 de noviembre de 2018

La sociedad busca soluciones a esa situación de experimentarte inútil para los demás e incluso pensar que eres una carga para tu propia familia y para la sociedad en general. Están pensando en proponerte que te quites del medio porque eres basura y no sirves para nada sino para dar problemas.

Muchos piensan que la solución es la eutanasia y tratan de ir metiendo ese pensamiento. No se dan cuenta de la necesidad que tenemos de servir y ayudar a los que más lo necesitan. Son los enfermos, los ya postrados por la vejez, los mal llamados inútiles los que pueden salvar a los que tenemos fe y creemos en Jesús, el Señor.

Porque, son los necesitados los que demandan ayuda gratuita y los que nos dan esa oportunidad de servir gratuitamente. Por lo tanto, bendita necesidad de muchos que esperan el auxilio y la asistencia de los que podemos y queremos entregarnos gratuitamente al servicio. Ellos son la razón de nuestra salvación y de nuestro amor.

sábado, 3 de noviembre de 2018

No es fácil quedarte en el último puesto y, sobre todo, quedarte para servir. No es fácil y cuesta mucho. Por eso se valora, se reconoce y se aprecia también mucho. Es el mayor testimonio de amor que se puede dar. Servir y no buscar los primeros puestos sino situarte siempre en disponibilidad de servir.

Es la actitud y el estilo que nos enseña Jesús. Nos dice claramente que Él no ha venido a ser servido, sino a servir. Y esa es la actitud que, los que queremos seguirle, tenemos que mantener a lo largo de toda nuestra vida. Un cristiano se nota que es cristiano cuando su actitud es el servicio por amor.

Jesús, el Señor, nos invita a ser humildes y no ocupar los primeros puestos salvo que nos inviten a ello. Nuestra disposición será siempre la de estar disponible para servir humildemente y para tomar siempre los puestos más humilde, porque el servicio nace en ese lugar y son para los que aceptan permanecer en ese lugar.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Cuando te atreves a caminar por tu cuenta y apartado o alejado de la Luz que salva y orienta, caminas en vano. Tu camino no progresa y cada segundo se aleja más de la salvación. Te desgasta en vano y tus esfuerzos caen en un saco roto. Pierdes el tiempo y tu vida se consume en vano.

Es necesario que levantes tu mirada y busques la Luz, la Luz que alumbra, que ilumina y que salva. Esa Luz que ha dado la Vida por ti y que te busca en las tiniebla para levantarte y subirte a la salvación eterna. Él ha ido a prepararte una morada eterna para, cuando vuelva llevarte con Él.

Y nosotros necesitamos estar vigilantes, preparados y abiertos a su Luz y a la orientación de su camino. El Señor tiene Palabra de Vida Eterna y no nos engaña. Si no, como nos lo dice en el Evangelio de hoy, nos lo habría dicho. Él es el Camino, es la Verdad y es la Vida.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Hoy festejamos esa alegría por tantos santos que nos han precedido. Oficiales y anónimos que han hecho de las bienaventuranzas el camino de sus vidas. Sn alardes, sin notoriedad, sin saber, la izquierda lo que hace su mano derecha, sin arrogancia ni publicaciones. Con humidad y silencio.

Porque, la santidad no es buscar los primeros puestos, ni tampoco el éxito, ni destacar. Ser santo es humildemente ponerse en Manos del Espíritu Santo y tratar de escucharle y seguir sus impulsos. Ser santo es reconocer la necesidad de necesitar, valga la redundancia, la Gracia de Dios.

En definitiva, ser santo es seguir el camino trazado por Jesús en sus bienaventuranzas. Es aceptar la pobreza de la humildad, de compartir, de sostenerse en la fe y de proclamarla con su vida y obras. Es, simplemente, imitar al Señor injertado en Él. Porque sin Él nada podemos.