jueves, 31 de marzo de 2016




Vemos el sepulcro vacío; escuchamos el testimonio de las mujeres que experimentan que Jesús no está y hablan de haberlo visto. Se nos anuncia que nos espera en Galilea, pero nuestros ojos no dan crédito ni nuestro corazón se abre a la fe.

¿Qué puede ocurrirnos? Simplemente, es la Gracia de Dios la que nos abre los ojos y el entendimiento para poder comprender y ver. Y cuando nos obstinamos en querer igualarnos al Señor y comprenderlo, se hace la oscuridad en nuestro corazón y se nos cierran los ojos.

Dios quiere nuestra confianza y nuestra fe en Él. Sabe que nos será difícil, porque nuestra mente humana está sometida por el pecado, pero sólo espera que tengas algo de paciencia. Es la experiencia de los discípulos y la de aquellas mujeres. Jesús sabe y conoce los límites de nuestras fuerzas y, llegado, actúa para abrirnos los ojos y la mente.

miércoles, 30 de marzo de 2016



Hacemos ejercicios con la intención de sentirnos bien y alargar nuestra calidad de vida, La vida nos interroga y nos pide respuestas. Luego, la pregunta es, ¿no hay otro camino? Porque de seguir el camino que nos marcamos, sin profundizar qué nos ocurrirá al final de la vida de este mundo, terminaremos como ya sabemos. ¿Y no hay otra vida? ¿Estamos seguros?

La pregunta nos descubre que el ejercicio no sirve para mucho. Es verdad que es necesario, y aconsejamos hacerlo, pero no soluciona nuestros interrogantes. ¿No sería conveniente reflexionar más profundamente sobre lo que acontece en nuestras vidas? ¿Podemos escapar de la muerte que nos espera y que no evitamos con el ejercicio y la buena alimentación?

Quizás necesitemos pararnos, y sin dejar de hacer ejercicios, meditar más sobres nuestros deseos más profundos, porque el ejercicio sólo nos mejora estos pocos años que podamos vivir aquí, ¿pero y los demás? ¿Te resignas a pensar y creer que todo termina aquí? En mi opinión, pensar de esa forma empobrece la vida y le quita toda esperanza. Tantos sacrificios y esfuerzos tirados a la basura.

martes, 29 de marzo de 2016



La Muerte de Jesús dejaba la esperanza de muchos de sus discípulos/as en expectación. Se intuía que algo debería suceder. Aquellas mujeres que, llorando, se acercaban al sepulcro buscaban una respuesta de esperanza. No entraba en sus corazones que quien había hecho tanto bien acabara así.
                            
Su Vida y Obra clamaban continuidad, porque la proclamación de su Mensaje, la Buena Noticia, necesitaba la Resurrección de Jesús para que los hombres fueran liberados y salvados de la esclavitud del pecado. Latía dentro de cada corazón el aliento de Vida del Espíritu.

Y, tal y como Él mismo había profetizado, Resucitó al tercer día. Y es que quien había dado la Vida y resucitado a otros, ¿cómo no iba a tener poder para Resucitar? Su triunfo es de la Vida sobre la muerte y con Él, todos los que creamos en su Palabra, resucitaremos también.

lunes, 28 de marzo de 2016



A pesar de las dificultades y obstáculos que el mundo ha puesto en el camino, la Resurrección de Jesús es un hecho, no sólo histórico, sino verdadero. Jesús Vive y está entre nosotros. El verdadero creyente lo experimenta en su vida y lo cree firmemente.

Otra cosa es que los incrédulos lo nieguen y traten de confundir con sus dudas y malas intenciones. Rechazar a Jesús siempre ha sido demagógico, y utilizado por muchos para utilizar las debilidades de los creyentes como principal razón de rechazo. 

Echar abajo el Reino de Dios siempre ha sido prioridad en muchos movimientos y asociaciones, que lo ven como un enemigo peligroso. Y es que la Verdad estorba sus intenciones y proyectos y les impiden satisfacer sus ideales, proyectos y caprichos.

domingo, 27 de marzo de 2016



Jesús, el Señor, podía haber escogido lo más inteligente, lo más fuerte y poderoso para proclamar su Mensaje de Salvación, pero, al contrario, se despojó de todo poder y renunció a todo privilegio rodeándose de lo más pequeño, pobre y débil para proclamar la Noticia de Salvación.
                                                                   
Y, hoy, después de mil novecientos ochenta y tres años, aproximadamente, de su muerte, el mundo experimenta como su Verdad está vigente y es la solución de este mundo. Y todo eso porque realmente Vive y está entre nosotros. ¡¡Jesús ha Resucitado!! 

Es más, el hombre y la mujer experimentan dentro de sí mismo y en lo más profundo de su ser deseos profundos de libertad, de fraternidad, de solidaridad, de paz, de justicia, de verdad y de amor. Son los valores eternos que están siempre y no pasan, y que nos invitan a vivir y a desear la Vida Eterna. Lo demás son deseos superficiales, que hoy son y mañana no.

sábado, 26 de marzo de 2016



Una vida sin sentido no es vida. Porque la vida siempre persigue la vida, y nunca quiere dejar de vivir. Una vida sentenciada a morir algún día queda incompleta e interrumpida su felicidad. La vida para ser plena de gozo y felicidad tiene que ser Vida Eterna.

Y si no hay Vida Eterna algo sucede dentro del corazón del hombre. Porque en lo más profundo del mismo, hay una aspiración de Vida Eterna irrenunciable. No tendría sentido renunciar, y es cuando el hombre se resigna a morir dando la espalda al Creador y Salvador y rechazando su oferta de salvación por amor.
                                               
Por eso, esta noche, sobre todo para los creyentes en Jesús de Nazaret, es la noche de la esperanza, porque  expectantes esperamos esa gran Noticia de que en la madrugada del domingo, Jesús de Nazaret ha Resucitado. Y es, entonces, cuando nuestra vida cobra todo su verdadero sentido.

viernes, 25 de marzo de 2016



Y, desde hoy y mañana, esperamos expectante la noticia de su Resurrección, porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Y en esa alegría esperanzadora apoyamos nuestra vida, aceptando y cargando con nuestra cruz. Cruz de pecados, de lucha, de renuncias, pero, sobre todo, cruz de esperanza en el Amor y la Misericordia de Dios.

Así aguardamos con confianza y fe la llegada de ese día, de esa noticia de escuchar que el sepulcro está vacío porque Jesús ha subido a la derecha del Padre. Esperamos recibir su aliento en el Espíritu Santo, quien vendrá ahora a continuar su obra evangelizadora y a asistirnos en el camino que a cada uno de nosotros nos queda por recorrer.

Y confiado en Él le decimos: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en nosotros la llama de tu Amor. Envíanos, Señor, tu Espíritu y nuestros corazones serán renovados. Y renovaremos la faz de la tierra. Amén.

jueves, 24 de marzo de 2016



Todo hombre y mujer sabe que va a morir. No es condición de todos los seres vivientes, pues los  privados de razón, irracionales, y vegetales no lo perciben y, por eso, viven sin miedos. Sólo los humanos, el hombre y la mujer saben que un día dejarán de existir. Y, para eso su razón libre, necesitan discernir cual es su camino y a donde van.
                                    
Mirar para otro lado y adentrarse en los placeres que la vida te puede dar es como vendarse los ojos y vivir de forma irresponsable y arriesgada. Porque nadie responderá por ti, ni siquiera tus padres de aquí abajo, hermanos y amigos. Sólo de ti será la respuesta, y será ella la que te condenará o salvará.

Por lo tanto, visto el panorama, es muy conveniente tomárselo en serio y apresurarse a emprender el buen camino que lleva a la verdadera y única Casa del Padre, la eterna, donde allí se gozara plenamente junto al Padre para siempre. Amén.

miércoles, 23 de marzo de 2016



Se hace difícil vivir en un mundo donde no hay paz y donde la justicia la impone cada uno desde sus ideas y relativismo Un mundo donde te pregunta si es bueno amar y formar una familia, porque no estás seguro de ofrecerles las condiciones de paz y prosperidad para tener una vida digna. Un mundo de atentados y muertes.

¿Qué esperanzas tienes de que el mundo mejore y encuentre la verdad? Experimentas que en la medida que se aleja de Dios, el mundo se pierde y se deteriora. Jesús, que con su Vida nos enseñó el Camino, la Verdad y la Vida no fue escuchado, y lo mataron.

Y desde entonces el mundo anda perdido. Porque su camino no encuentra la verdad, ni da vida, sino es reo de muerte. Sólo Jesús es la esperanza y la respuesta a este mundo de sufrimientos y muertes. En Él encontramos respuestas a todas nuestras preguntas y esperanzas. Nuestra salvación está en volver a Él.

martes, 22 de marzo de 2016



Ocurre que cuando decides abandonar al Señor, porque piensas que te puede ir mejor con otro, dictas tu sentencia de muerte. Porque es entonces cuando Satanás actúa y se despacha a sus anchas. Es el príncipe del mundo y tiene poder para seducirte y llevarte a la perdición.

Eso fue lo que le ocurrió a Judas. Creyó que Jesús estaba equivocado y no le convencía su forma de hacer la revolución. Según él no era cosa del amor sino de poder, y se resistió a seguirle. Y vemos como terminó, destruido por su propia conciencia y remordimiento.

También nos ocurre a nosotros en muchos momentos de nuestra vida. Decidimos dejar al Señor y nos entregamos al mundo. Tal y como le ocurrió a Judas. Pronto nos damos cuenta que hemos equivocado el camino, pero quizás no tenemos la humildad de Pedro y huimos como hizo Judas

lunes, 21 de marzo de 2016



Jesús despierta admiración porque su Obra es extraordinaria. Hoy pasaría lo mismo, pero también en el otro extremo. Atentarían contra su vida, como hacen con muchos cristianos. Ni le harían juicio, sino que lo quitarían del medio porque su Palabra molesta.

No hay solución posible para hacer callar a Jesús. Hoy habla a través, quizás de ti, y también de mí. Y de todos esos niños y niñas que han celebrado por todo Irak el domingo de Ramos(Palm Sunday procession for schoolchildren-ِAlqush Just a few kilometers away from ISIS, streets of Alqush are flooded with processions. Schoolchildren shout in Aramaic and Arabic praise hymns: "Hosanna to the Son of David!").Su Palabra es Eterna y no puede callarse. Pasará todo antes menos su Palabra.

La propia persecución y rechazo, queriendo acallar su Palabra, es la prueba más palpable de su Verdad y u Divinidad, porque los poderes del infierno no prevalecerán contra Él ni contra su Iglesia. La victoria es del Señor, pues ha vencido a la muerte.

domingo, 20 de marzo de 2016



La entrada de Jesús en Jerusalén no presenta estas comunes características a todo evento de victoria y triunfo. Jesús se presenta pobre, montado en un borrico, que de conocerse el nombre sería famoso, que da muestra de debilidad y pobreza, y transmite paz.

Es aclamado en honor de multitudes, pero una aclamación apoyada en apariencias o mal entendidos, porque cuando advierten que su arma más poderosa es el amor, no parecen muy satisfechos con la estrategia a seguir.

Eso de amar a los enemigos y poner la otra mejilla no se entiende desde el poder y la fuerza. Para el hombre la victoria se logra con poder y fuerza, y eso de amar y perdonar es cosa de debilidad. Por eso, Jesús, tan pronto como es aclamado, es rechazado y condenado. Sin embargo, la única arma que puede vencer y lograr la paz es el Amor.

sábado, 19 de marzo de 2016




Se te paraliza el corazón y la lengua enmudece cuando experimentas que el camino por el que tú piensas recorrer tu vida se tuerce y se te cierra. O, simplemente, te proponen otro que a ti no te gusta. Entonces quedas mudo y paralizado. No sabes qué hacer.
                    
Supongo que ese es el caso de José, el esposo de María. De repente esa Noticia de que, María, su mujer, antes de vivir juntos, está en cinta, no entra en su cabeza. Sus proyectos se vienen abajo, y, retirado en silencio, esconde su lengua porque no quiere hacer daño a María. Es varón fiel y justo.

No entiende nada, ni sabe a qué obedece lo que está ocurriendo. Pero la realidad es que ocurre. ¿Cómo es posible? Y se le da una pista y en un sueño se le ilumina lo ocurrido. Dios está por medio, y el Espíritu Santo concibe en el seno de María. Y José, fiel y justo cree en la Palabra del Ángel y antepone el Plan de Dios al suyo.

viernes, 18 de marzo de 2016



El amor es un compromiso y en muchas situaciones exige esfuerzo y sacrificio. Incluso, hay momentos que piensas que se pueden estar aprovechando de ti, y hasta hay que ser fuerte para discernir el negarte, no actuar o dejar que se aprovechen.

Cuesta distinguir el bien del mal, y hasta eso preocupa, exige esfuerzo y hasta molesta. Ojos que no ven, corazón que no siente, solemos decir. Pero sabemos que eso no es correcto, porque es justificarnos con una huida y no enfrentarnos con la realidad.

Por eso y muchas cosas más necesitamos beber y pedir esa Agua que salta hasta la Vida Eterna y sacia nuestra fe. Y nos alumbra e ilumina para encontrar caminos que nos clarifiquen donde está el bien o el mal. Y esa Luz es Jesús de Nazaret.

jueves, 17 de marzo de 2016


Jn 8,51-59. EL QUE ES FIEL A MI PALABRA, NO MORIRÁ JAMÁS

Muchos decimos que no tememos morir, o que no nos preocupa el morir, pero eso obedece más a una huida hacia adelante que a la propia realidad de nuestro sentimiento. El miedo nos impulsa a mentir y a huir de la realidad. La muerte es la causa a resolver.
                
Sin embargo, algo nos ocurre que el mundo en que vivimos nos seduce, nos distrae y nos ciega de tal manera que olvidamos pronto el resultado final de nuestra vida. Y, quizás, cuando llega el momento, ni estamos preparados ni tenemos tiempo para hacerlo.

Conviene, pues, tomarnos ahora el tiempo, puesto que tenemos tiempo, valga la redundancia, de reflexionar y escuchar todos los mensajes que nos prometen el salvar nuestra vida. Para mí sólo hay uno, que es veraz, tiene sentido y coincide con lo que experimento dentro de mí. Hoy mismo nos lo dice Jesús en el Evangelio (Jn 8,51-59).

miércoles, 16 de marzo de 2016



Es verdad que sabemos que la vida tiene un final, pero ese final humano, que todos conocemos, no es el definitivo. Es simplemente un paso para la real y verdadera Vida de la que nos habla Jesús. Por lo tanto, para el creyente que cree y permanece en Jesús, la Vida es Eterna y gozosa.

Y ante esa realidad, el hombre y la mujer contempla pasivamente, y envueltos en la nebulosa ciega de este mundo, su camino hacia la muerte. Porque sin la presencia de Dios todo es muerte y vacío, angustia y perdición. No entiendo esta reacción del ser humano.

Y me lo explico sólo desde la distracción y seducción que el demonio les hace de los olores y perfumes de este mundo que les seducen y les mienten, para luego traicionarle con la muerte y la perdición. Y es que el tiempo es oro y cada instante de nuestra vida puede valer una eternidad.

martes, 15 de marzo de 2016



Muchos dicen creer en algo, ese algo que llaman Dios, o cualquier otro nombre. Pero no creen que ese Dios, Creador del mundo, sea el Padre de Jesús de Nazaret. Ahí está el secreto, y esa es la cuestión. Porque si Jesús es el Hijo de Dios, el enviado a salvar al mundo, todo está dicho.

«Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados». 

Jesús es “Yo soy”, el Dios libre que envía a su Hijo, Camino, Verdad y Vida, para que en Él sea revelado el Padre, y nosotros, sus hijos, descubramos su Inmenso Amor en el Espíritu Santo, al que debemos abrirnos porque somos su imagen.

lunes, 14 de marzo de 2016



La vida es un problema, decimos, cuando nos encontramos con verdadero obstáculos que nos impiden avanzar. Hay obstáculos que vienen de afuera, y que quizás podemos resolver técnicamente, pero hay otros que proceden del corazón, y esos son más difíciles.
                          
La sabiduría consiste en saber qué responder en cada momento. Discernir el bien del mal es la mejor de las virtudes, porque sabiendo qué hacer será más fácil acertar con el verdadero camino y con la verdad. En eso consiste la salvación, encontrar el Camino, la Verdad y la Vida.

Y ese Camino, Verdad y Vida sólo se encuentra en Jesucristo. Él es el único Camino, Verdad y Vida, y fuera de Él todo es vano y perdición. En Él está la Verdadera Luz que nos alumbra, y la sabiduría de vivir en la Verdad, Justicia y Vida.

domingo, 13 de marzo de 2016




El hombre necesita leyes para disciplinar sus apetencias y egoísmos. Sin embargo, sabe de su debilidad y que está tentado a incumplirlas. Pero su mirada es diferente cuando quien las incumple es otro y no él. Ese es el mayor pecado, atrevernos a juzgar sin misericordia.

Cuando pasamos por la experiencia de estar cerca de quien la incumple, actuamos de otra manera, comprendemos la debilidad y el pecado, y proponemos y estamos dispuestos a perdonar. No es lo mismo considerarnos pecadores que justos.


Por eso, Jesús, ha venido a salvar a los pecadores, a los que necesitan perdón y misericordia, porque por sus debilidades necesitan ser perdonados. Y sólo en el Señor alcanzan la Misericordia y el perdón.

sábado, 12 de marzo de 2016



Si no eres capaz de distinguir el bien del mal, ¿cómo es posible que cualquier maniobra, debilidad o respuesta pueda hacer tambalear tus criterios y tu fe? Porque no sabes realmente qué debes hacer, pues no conoces la verdad.

Resulta que, sabiendo dónde está el bien, podrás descubrir el camino que debes tomar para evitar el mal. De ahí la importancia de conocer la verdad y la mentira. En eso juega mucho nuestra propia experiencia y formación, pero, lo más, nuestro conocimiento del Señor Jesús en quien creemos.

En esta dinámica, lo mejor es saber y dejarse asesorar. Pero no por un cualquiera, incluso siendo una persona aparentemente respetable y bien formada. Lo único verdadero es la Palabra del Señor, y es en Ella donde debemos poner toda nuestra confianza y crédito.

viernes, 11 de marzo de 2016



Hoy, y en este preciso momento, hay muchas personas de toda condición y edad, que están sufriendo persecución, escarnio y martirio por defender la verdad y la justicia. Y siempre que se haga eso se está en sintonía, aunque se ignore o rechace, con Jesús de Nazaret. Porque Él vino a defender al oprimido y desvalido sometido a la mentira e injusticia.

No es extraño que eso suceda, pues Jesús lo había ya adelantado a sus discípulos:  20Acordaos de la palabra que yo os dije: ``Un siervo no es mayor que su señor. Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros; si guardaron mi palabra, también guardarán la vuestra. 21Pero todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.… (Jn 15,20-21).

Por lo tanto, a los cristianos no nos debe extrañar, sino todo lo contrario, reforzar nuestra fe. Sabemos que no es fácil soportar tanto sufrimiento y penalidades, pero la oración nos confortará y nos dará fuerza y esperanza. Así, muchos lo han superado y muchos lo están superando ahora. Y pedimos esa Gracia.

jueves, 10 de marzo de 2016



Jesús tiene testigos que dan testimonio de Él como Camino, Verdad y Vida. Juan el Bautista lo proclama y lo anuncia; el Padre lo envía y le da poder para dar Vida según su Voluntad, y las Escrituras lo descubren como el enviado por el Padre, y sus obras dan testimonio de su Poder Divino.

Sin embargo, nosotros seguimos los criterios de nuestra razón, y se nos hace difícil entender que Jesús es el Hijo de Dios. Queremos pruebas, que nos son dadas, pero que rechazamos, porque queremos las que nosotros proponemos  y en los momentos que nosotros queremos.

Dicho de otro modo, queremos un Mesías hecho a nuestro gusto, enviado según nuestros intereses y adaptado a nuestras exigencias y caprichos. Un Mesías según lo hemos pensado y lo imaginamos. Y, de no ser así, le rechazamos. Nuestro dios lo fabricamos nosotros.

miércoles, 9 de marzo de 2016



Es evidente que has pasado tu vida buscando la felicidad. Quizás le has dado otro nombre o has equivocado el camino. Lo cierto es que todavía no la has encontrado, al menos como tú la has pensado, y empiezas a cansarte.

No cabe duda que este cansancio tendrá que ver con el tiempo y la edad, pues el cansancio aparece cuando quizás ya es algo tarde, y, luego, quizás lo único que queda es la resignación. Conviene buscar bien para no cansarte ni resignarte.

La verdadera esperanza es vivir para siempre y en gozo y plenitud de felicidad. Y eso nos lo promete Jesús, el único que lo puede dar, porque Él mismo es la Plenitud Eterna. El problema es que quizás no te has enterado o no has intentado buscarla en Él. Empieza a conocerlo y luego habla por ti mismo.

martes, 8 de marzo de 2016



También puede ocurrirte eso a ti y a mí. Quizás no nos demos cuenta, pero la vida, al menos para mí, ha pasado muy rápida. Sin embargo, lo más que estimo y a lo que le doy más valor es el tomar conciencia que estoy en la presencia de Dios.
                           
Por dos razones: a) La primera, porque quiero ser feliz, y esa felicidad he comprobado, por propia experiencia, que el mundo no me la puede dar. Sólo en Jesús de Nazaret la puedo conseguir; b) la segunda, porque dentro de mí hay una fuerza que me impulsa a aspirar a la eternidad plena y gozosa, y eso, más todavía  sólo se encuentra en Jesús.

Jesús es el único que me puede salvar. Lo hizo con muchos, y lo continúa haciendo hoy y ahora. Y lo hizo, tal cuenta el Evangelio de hoy, con aquel paralítico que llevaba treinta y ocho años esperando ser sanado en aquella piscina, llamada en hebreo Betsaida y que tiene cinco pórticos

lunes, 7 de marzo de 2016




Hoy nos ocurre que creer es sinónimo de ver. Si no veo, no creo. Y Jesús advierte esa desconfianza del hombre de su tiempo, pero también del de hoy. De hecho, muchos se resisten a creer a pesar de ver y oír. No es tampoco fácil ver y creer.

El ejemplo de hoy en el Evangelio, el funcionario real, nos sirve de muestra. Una persona que vió y creyó, y con él toda su familia. Y eso es lo que persigue Jesús y da por bueno, a pesar de la desconfianza de todos que piden signos y señales.

Sin embargo, creer implica algo más. Se necesita acercarse y buscar, porque la fe, don de Dios, no viene sola, sino que, por la Gracia de Dios, se nos da cuando nos disponemos y nos abrimos a su Gracia dejándole, en el Espíritu Santo, iluminarnos.

domingo, 6 de marzo de 2016






El hombre es un ser limitado. Su debilidad le acarrea muchos errores y equivocaciones. Estamos sometidos al poder del pecado, y sus tentaciones nos seducen y pueden con nosotros. En estas circunstancias necesitamos ayuda, pues de no ser así sucumbimos.

El peor error sería creernos fuertes y suficientes, capaz de bastarnos por nosotros mismos y emprender la búsqueda de la felicidad por nosotros mismos. Eso fue lo que le ocurrió al prodigo de la parábola del Padre prodigioso. Creyendo en sus propias fuerzas e ideas quedó atrapado en las redes del mundo.

Pero, lo importante no es caer, porque por nuestras propias miserias y pobreza damos por sentado que caeremos. Lo importante es levantarnos, porque contamos con la Misericordia y el Amor sin límites del Padre, que nos espera y aguarda con un Amor y Misericordia Infinita.

sábado, 5 de marzo de 2016






Las personas que, siendo agraciadas y habiendo recibido mucho, se lo guardan para su propio provecho o se enaltecen despreciando a aquellos otros que carecen de fortaleza o de cualidades e incumplen normas o cometen errores, se hacen despreciables y no son justificadas.

Por el contrario, los que siendo débiles y cometiendo errores y pecados, los reconocen, se hacen agradables a los ojos de Dios. Porque son los débiles y pecadores los que necesitan ser curados y, por lo tanto, de la Misericordia de Dios.

Por eso, es mejor adoptar la actitud del publicano y no la del fariseo, que se jacta de sus cumplimientos y se excluye como pecador. Porque quien se enaltece será humillado, y quien se humilla, será enaltecido.

viernes, 4 de marzo de 2016




Toda ley tiene un mandamiento principal. Uno que es más fundamental que otro y que preside a todos los demás. La principal justificación y consecuencia de nuestra existencia es el amor. Sin amor no hubiésemos sido creados.

Por lo tanto, amar es el fundamento de la Ley de Dios. Porque, Dios, es el Creador de la vida, y sin vida no estaríamos en el mundo. La vida, creada por Dios, nace del Amor que Él nos tiene y nos da. Por eso, al ser todos hijos de su Amor por nosotros, todos necesitamos amarnos también.

Porque en ese mutuo amor reflejamos nuestra filiación y fraternidad, y respondemos al Amor de Dios, puesto que somos reflejos de Él. Cuando amo a mi hermano estoy también amando al Dios que nos ha creado.

jueves, 3 de marzo de 2016




Por desgracia hay hombres que buscan la división para debilitar al considerado enemigo. Saben que cuanto más divididos, más débiles serán. También, muchos se dividen para hacerse dueños de ese grupo que queda dividido y colmar sus egoísmos.

Toda división es mala, y el mal busca siempre dividir. Por eso Jesús al ser acusado por algunos de expulsar demonios por el poder del demonio, les deja claro que de ser así quedaría dividido el mismo demonio.

 Pero, si expulso demonios por el poder de Dios es señal de que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Y esa es la verdadera realidad. Jesús está entre nosotros para liberarnos del poder del demonio y junto a Él seremos vencedores.

miércoles, 2 de marzo de 2016




Nada permanece quieto, pues aquello inerte se mueve en y con el tiempo, y, por él, pasa también la erosión de los agentes externos. Todo está en movimiento, y la vida camina siempre hacia adelante. Eso significa que tiende a mejorar y perfeccionarse.

De tal modo que, aquello que permanece pasivo e inmóvil, decimos que retrocede, y eso es como considerarlo enfermo o antinatural. La Ley y los Profetas no es una Ley muerta o caduca, sino que se perfecciona en el tiempo. Jesús no ha venido a abolirla, sino todo lo contrario, a perfeccionarla.

La plenitud de la Ley es el Amor, porque quién ama cumple toda la Ley, incluso lo más pequeño y aparentemente más insignificante. Y ese es el Mandamiento Nuevo que nos trae Jesús.

martes, 1 de marzo de 2016



La realidad es muy distinta a la que todos deseamos. Deseamos justicia, pero luego no queremos que se nos aplique a nosotros; deseamos buenos tratos, pero luego tratamos mal a otros; exigimos misericordia y comprensión, pero luego no somos comprensivos ni misericordiosos.
                                             
Estaremos de acuerdo que será justo tratar con la misma manera que eres tratado. Y de esa forma, advertimos que muy pocos, por no decir nadie, escaparía al castigo. Porque todos hemos sido maltratados y también maltratadores de los demás.

Maltratadores en el sentido de no emplear la misma justicia con el otro que quiero que empleen conmigo. La regla de oro es la del perdón: “Perdona a los demás con la misma medida que te perdonan a ti. De esa forma, perdonarás todo, porque a ti también se te ha perdonado todo.