Es evidente que las cosas existen y que yo existo. Por
tanto, de alguna parte tendremos que haber salido. Es esa la Palabra a la que
se refiere Juan y que todo se hizo por ella. La Palabra era Dios y todo se hizo
por ella.
Y esa Palabra vino al mundo y el mundo no la reconoció. Es
el Verbo encarnado en Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, que, ya no es algo
imaginado, supuesto o inventado, es Alguien histórico que ha cambiado la
historia del mundo con su Palabra y su Vida.
Es esa Palabra encarnada en
Naturaleza humana la que nos ha revelado que Dios es nuestro Padre y que en,
por y con Él, por sus méritos consumados en su Pasión de Muerte de Cruz y Resurrección, nos ha
rescatado y liberado del pecado para devolvernos nuestra dignidad de hijos de
Dios. Amén.