martes, 31 de diciembre de 2019

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Es evidente que las cosas existen y que yo existo. Por tanto, de alguna parte tendremos que haber salido. Es esa la Palabra a la que se refiere Juan y que todo se hizo por ella. La Palabra era Dios y todo se hizo por ella.

Y esa Palabra vino al mundo y el mundo no la reconoció. Es el Verbo encarnado en Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, que, ya no es algo imaginado, supuesto o inventado, es Alguien histórico que ha cambiado la historia del mundo con su Palabra y su Vida.

Es esa Palabra encarnada en Naturaleza humana la que nos ha revelado que Dios es nuestro Padre y que en, por y con Él, por sus méritos consumados en su Pasión de Muerte de Cruz y Resurrección, nos ha rescatado y liberado del pecado para devolvernos nuestra dignidad de hijos de Dios. Amén.

lunes, 30 de diciembre de 2019

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Nuestra vida puede tomar un rumbo determinado en cualquier momento, pero el camino verdadero es aquel que conduce al Señor. Cualquier otro camino es equivocado porque no conduce a la Vida Eterna.

Sólo por el camino de la oración y la cercanía con Dios podemos encontrar la paz y la Misericordia que nos da Dios, y en ella, la Vida Eterna. Y esa vida de oración y de encuentro con el Dios hecho hombre encontramos también el gozo de derramar la Gracia recibida en los demás.

Igual que Ana, la profetisa, también nosotros cuando estamos llenos de Dios le anunciamos y le proclamamos con nuestras vidas. Eso se nota y se transparenta en nuestras relación con los demás, porque el gozo del encuentro con el Niño Dios no lo podemos guardar en nuestros corazones para nosotros solos.

domingo, 29 de diciembre de 2019

Resultado de imagen para Mt 2,13-15.19-23
Llegado el momento, Jesús inició su vida pública para la que, a lo largo de treinta años, había sido preparado. Nada se improvisa y Jesús pasó sus treinta años bajo la tutela de José y María y, supuestamente, ayudando a su padre en el oficio de carpintero.

Toda misión necesita un tiempo de preparación y Jesús no quiso ser diferente a los demás. La Sagrada Escritura nos dice que junto a sus padres crecía en sabiduría, estatura y en Gracia para con Dios y los hombres – Lc 2, 52.

Y eso lo hizo Jesús dentro de una familia, rodeado de amor y atenciones, que José y María le enseñaron. Él se hizo hombre y tuvo un desarrollo normal para enseñarnos desde abajo, siendo niño, todo el camino a recorrer hasta el final cumpliendo la Voluntad de Dios.

sábado, 28 de diciembre de 2019

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Igual que aquellos niños que fueron asesinados en lugar de Jesús, puesto que buscaban dar muerte a Jesús, también hoy hay muchos que voluntariamente defienden la vida de esos niños indefensos en el vientre de sus madres y dan sus vidas en esa lucha de cada día por salvar la vida de muchos inocentes.

Pero, lo inmensamente hermoso es que la verdadera vida no se pierde, sino, todo lo contrario, se gana. Porque, quien da la vida por otro, por amor al Señor, la gana para siempre. Y siempre es eternamente. Una vida en plenitud de felicidad y gozo.

Por eso, creemos en Ti, Señor, y queremos vivir siguiendo tu ejemplo de familia. Queremos, los que tenemos esa posibilidad y vocación,  formar un familia al estilo de tu familia, Señor, y dejarnos guiar por Ti en el centro de nuestra familia, para que nuestro camino de familia sea según tu Voluntad. Amén.
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Hoy también nosotros corremos detrás de esa Palabra, plena y llena de vida y de verdad, porque en ella está nuestra esperanza y nuestra felicidad. Y Jesús encarna esa esperanza que nos mantiene alegres, deseosos y llenos de vida y de amor. Sin Jesús Resucitado la vida pierde todo su sentido.
                       
Porque, para qué vivir sin esperanza. Puedes tener todo lo que desees, pero el saber que llegará un momento que todo se acaba impide que tu felicidad sea plena. Y si no eres plenamente feliz la vida no es del todo gozosa. Al final, si pierdes esa esperanza todo ha sido en vano.

Por eso, la Noticia que hoy nos da el Evangelio es la mayor noticia que podamos recibir y superior a todo lo que el mundo te puede ofrecer. Jesús, el Señor, ha Resucitado y ha vencido la muerte. Esa muerte que amenaza nuestra vida y la entristece. En Jesús podemos vivir esperanzados y gritar: ¡Feliz Navidad!

jueves, 26 de diciembre de 2019

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El Espíritu Santo no moverá un dedo si tú y yo no nos abrimos a su acción y le permitimos, por la fe, mover nuestros corazones y darnos la valentía y la luz para proclamar con nuestra palabra y vida la Buena Noticia de Salvación.

Esteban fue el primer cristiano que, asistido y fortalecido por el Espíritu Santo, dio su vida por anunciar a Xto. Jesús como el Hijo de Dios que ha sido enviado a salvar a los hombres de la esclavitud del pecado. Y entregó su vida antes que silenciar su lengua y su corazón.

Ahora nos toca a nosotros. Y muchos cristianos están dando sus vidas en muchas partes del mundo para que la llama de la fe se mantenga firme y se trasmita a todos los lugares del mundo. Nosotros debemos, en el lugar que nos haya tocado vivir, cooperar, no con la Iglesia sino como Iglesia que somos en el anuncio de la Buena Noticia. Amén.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

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Las circunstancias obligan a José y María a buscar un lugar apartado y abandonado, una especie de cueva donde había algunos animales y a acomodarse allí para alumbrar el nacimiento del Señor. No hubo posada que le diera acogida y tampoco su propio pueblo le acogió.

Son los pastores, a quienes se les anuncia el nacimiento del Mesías esperado, los que acogen la noticia con entusiasmo y alegría. Son los pobres y marginados de la sociedad y ellos siempre están dispuestos a acoger una Buena Noticia.

También nosotros hemos recibido el anuncio de la Buena Noticia, pero, ¿la hemos acogido? ¿Abrimos nuestro corazón para que el Señor nazca dentro de nosotros, o, por el contrario convertimos la Navidad en un celebración rutinaria donde lo que importa es la comida, los regalos y las fiestas?

martes, 24 de diciembre de 2019

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Cuando amamos estamos haciendo presente a Dios entre nosotros porque, si Dios es Amor cuando amamos nos parecemos a Él, por lo tanto, por su Gracia y Amor, nos hacemos dioses y divinos por su Infinita Misericordia y Amor.

Lo que celebramos en este día es la venida del Dios al mundo encarnado en su Hijo Jesús. Y ha venido para liberarnos de la esclavitud del pecado por el Amor. Amor que también nosotros libremente tendremos que, no sólo recibir, que es muy importante, sino también dar.

Por tanto, dejemos que ese Niño Dios que nace cada día entre en nuestros corazones y nos transforme desde dentro para que seamos cada día más amor hasta el punto que podamos compartir con el Señor, por su Gracia, ese Amor Infinito que Él nos propone y nos regala. Amén.

FELIZ NAVIDAD.

lunes, 23 de diciembre de 2019

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Acaba el Antiguo Testamento y empieza el Nuevo. Juan el Bautista está a caballo entre el viejo y el nuevo. Él se erige en la figura que le da inicio y anuncia que ya está próximo el Reino de Dios. Anuncia que está entre nosotros y prepara su camino.

Ha llegado la hora y Juan bautiza con agua y prepara para un bautismo de conversión. Anuncia que vendrá uno que es anterior y más grande que él, a quien no es digno de desatarle el cordón de su sandalia. Y que ese bautizará con Espíritu Santo y fuego perdonando todos nuestros pecados.

Juan nos invita a convertirnos y a cambiar de vida. Y señala al que ha de venir como Mesías, ya anunciado por Isaías – Is 7, 10-14 – que salvará a todos los hombres liberándolos de sus pecados. Se trata de escuchar sus palabras y abrir nuestros corazones para acoger al Señor que nace. Amén.

domingo, 22 de diciembre de 2019

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La promesa anunciada por Isaías – 7, 10-14 – tiene su cumplimiento en María, que es elegida la Madre del Señor. Ese Niño Dios encarnado en su vientre será el Mesías prometido. Pero, al mismo tiempo, Isabel su prima engendra a Juan, llamado el Bautista para que más tarde prepare el camino al Señor.

Pero, también está José, que ajeno a todo esto se encuentra con el problema de que María, su prometida, está en cinta. ¿Qué hacer? Acoge en sueños el anuncio del ángel que le dice que todo esto que sucede es obra del Espíritu Santo. Y José, hombre justo, cree en la Palabra de Dios.

De esta manera, el Plan y Proyecto de Dios se realiza a través de María y José, que forman la Sagrada Familia donde Jesús, el Mesías prometido, vive su infancia y juventud hasta el momento señalado que, preparado el camino por Juan, empieza a anunciar la Buena Noticia de Salvación. Ahora nos toca a nosotros acoger y dar cumplimiento a esa Buena Noticia.
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Jesús, el Señor, del que hablamos ahora de su Madre, que creyó y se fío del anuncio del Ángel Gabriel. María tuvo fe y creyó y todo en su vida sucedió en la esperanza de que esa fe se realizara tal como Dios le había prometido y anunciado. Y así sucedió. En estos días nos preparamos para celebrar ese nacimiento del Niño Dios.

Lo que nos acontece ahora es preguntarnos por nuestra fe. ¿Tengo yo fe? Esa es la pregunta que me interpela. Y en caso de que sea afirmativa la pregunta, ¿esa fe es viva y activa, o es una fe pasiva e inerte? ¿Una fe que vive y crece y se descubre en el amor, o una fe que se instala, se acomoda y vive de prácticas desencarnadas?

Eso es lo que nos debe de preocupar, si nuestra fe es una fe como María e Isabel que acepta la Voluntad de Dios y le da cumplimiento con su vida siguiendo el camino de su Palabra, o es una fe que se acomoda y se sostiene de prácticas y ritos que no se encarna en el amor a los demás.

viernes, 20 de diciembre de 2019

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Nosotros no estamos lejos, porque, también somos criaturas de Dios y creados, por amor, por Él. Pensemos, pues, que, como María, también nosotros podemos abrirnos y prepararnos a la Palabra de Dios y a dejar entrar en nuestros corazones la Gracia del Espíritu Santo.

Porque, nosotros como María debemos ser dócil a la llamada del Seño y responder a la misión que Dios quiere de nosotros. Una misión que nos irá revelando durante el recorrido de nuestra vida y a la que nosotros, como María, debemos estar atentos y preparados para hacer su Voluntad.

Sin desesperar ni impacientarnos, sino todo lo contrario, esperanzados y confiados. Abiertos a una nueva vida que nos viene del Espíritu y que nos transforma interiormente renovándonos nuestros corazones endurecidos y viejos por unos corazones suaves, mansos y nuevos, disponibles a la Palabra de Dios y abiertos a recibir su Gracia. Amén.

jueves, 19 de diciembre de 2019

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En todo camino se necesita pararse y dedicar tiempo a orientarnos y a saber a dónde vamos. Porque, podemos perdernos si vamos despistados y sin saber muy bien cuál es nuestro destino. Se hace necesario prepararnos y reflexionar sobre el recorrido de nuestra vida. De no hacerlo podemos perdernos.

Era necesario advertir de que nuestra vida tiene un camino de salvación. Era necesario anunciar esa Buena Noticia, y Juan, llamado el Bautista, dedica su vida, elegido y concebido en el vientre estéril de su madre Isabel, por la Gracia de Dios, a anunciar la llegada del Mesías prometido.

Consagra toda su vida a anunciar que el Reino de Dios está entre nosotros y nos invita a convertirnos y bautizarnos con agua. Un Bautismo de conversión y perdón que nos prepara para quien, anunciado por Juan, nos Bautizará con Espíritu y fuego – Mt 3, 11 - .

miércoles, 18 de diciembre de 2019

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No estás en este mundo de sobra, ni para aprovecharte de todo lo que te dan los demás. Estás para dar y recibir amor y hacer, en la medida de tus talentos y capacidades, un mundo mejor. Pero, no por tus propias fuerzas, sino conectado a la acción del Espíritu Santo.

Posiblemente, tendrás tus planes y tus proyectos como José y María, pero, también el Espíritu Santo tiene para ti lo que Dios quiere de ti, que, busca tu bien, tu felicidad y te señala el camino y espera que te abras, como María y José, a su Palabra para que, con su Gracia, la cumplas.

Por eso, tu vida camina en una vigilancia activa, atenta y perseverante. Es decir, no puedes cerrar los ojos ni relajarte. La espera es constante, diaria y activa, porque, el Señor nace todos los días y todos los días es Navidad.

martes, 17 de diciembre de 2019

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Cuando miramos a alguien importante nos gusta saber de dónde viene y conocer su genealogía. Sus orígenes nos descubren muchas cosas de él y la naturaleza de su persona. Así, la genealogía de Jesús nos descubre su naturalidad como otra persona cualquiera que tiene sus antepasados.

Y, como todo el mundo, en los antepasados de Jesús hay de todo, desde personas notables hasta de lo más bajo, pasando por prostitutas, homicidas, idólatras, pero, junto a ello, hay momentos de fidelidad, de conversión y de dar gloria a Dios.

Pero, sobre todo, la figura Inmaculada de María, Madre de Jesús, y del casto José, su padre adoptivo, la Sagrada Familia, donde Jesús, el Hijo de Dios, el Mesías enviado a liberar al hombre de la esclavitud del pecado, crece en estatura, sabiduría y gracia de Dios.

lunes, 16 de diciembre de 2019

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Amar es buscar el bien, pero también combatir el mal. Para eso debemos ser astuto y tratar de conocer a las personas e imaginar sus malas intenciones. Debemos siempre denunciar lo injusto y tratar de que se haga justicia. Debemos descubrir las mentiras y aflorar la verdad, porque es en eso donde se descubre el amor.

Muchos buscan imponer sus caprichos e intereses manipulando la mentira y haciéndola pasar por verdad. Trata de ridiculizarla para ganarse el afecto y la confianza de otros y así poder imponer sus criterios de acuerdo con sus intereses. De esa forma, muchos dominan naciones y someten a sus intereses a otros.

Los cristianos debemos tener en cuenta que no estamos solos y confiar en el Espíritu Santo. Él nos asistirá en los momentos de incertidumbre y de lucha y nos auxiliará con la verdad y la justicia. Debemos confiar sin desesperar y aguardar con esperanza que la verdad siempre emergerá. Detrás de cada cruz hay una resurrección.

domingo, 15 de diciembre de 2019

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Todo el mundo desea el mejor resultado final y vivir para ser destruido con la muerte no tiene sentido. Conviene entonces descubrir a quien se espera y si vale la pena actuar en esa espera. Porque, si detrás de la espera no hay Vida Eterna, esa espera no da sentido a tu vida.

Juan el Bautista fue consecuente con esa espera y su actuar fue preparar esa espera. Y le valía la pena, porque su espera era una espera de Vida Eterna. Por eso, hablaba claro y era consecuente con su palabra. Vivía lo que decía y anunciaba en Aquel que esperaba y creía.

Por eso, ya encarcelado quiso realmente saber si al que esperaba había llegado y le fue confirmado con estas palabras: «Id y contad a Juan lo que oís y veis: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva; ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!».

(corresponde al día 14-12-2019)

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Necesitamos mirarnos interiormente y ver qué relación guardamos con Jesús. Reflexionar si es una relación piadosa que no llega a la vida; si es una relación concretada en ciertas prácticas y cultos puntuales o es una relación que toca mi vida y la cambia orientándola al amor. ¿Qué clase de relación es?

Porque, dependerá en qué situación de esas nos situemos y de cómo nos veremos. Necesitaremos crecer desde el pecado, que mata al amor, hasta el propio amor que nos limpia de él. Y para eso tendremos que descubrirnos pecadores.

Y ahí está la clave. Porque en la medida que más te veas pecador más estarás la Luz del Espíritu Santo llegando a ti y la Gracia de Dios iluminándote para que entiendas el Amor de Dios y la necesidad que tienes de amarle tú. Mientras no veas tus pecados, tampoco te darás cuenta de tu necesidad de humildad y de necesitar el Amor de Dios.

Corresponde al día 13-12-2019

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El pueblo permanece dormido en el tiempo y olvidado de la promesa redentora y, por consiguiente, de la llegada del Mesías prometido. Un pueblo que en estos momentos vive de espaldas a Dios y que necesita que le despierten con el anuncio de la llegada del Mesías prometido.

Sin embargo, sucede que llega Juan y lo tachan de radical, austero y loco. Luego, viene Jesús y lo califican de comelón, bebedor y que se junta con publicanos y pecadores. Y es que siempre encontramos causas que justifiquen nuestros intereses.

Por tanto, miremos nuestro interior y veámonos tal como somos y sin miedos, porque, eso significa ser humilde y aceptarnos tal como somos. Pues, será a partir de ahí, y por su Gracia, como podemos perfeccionarnos según su Voluntad. Amén.

jueves, 12 de diciembre de 2019

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A medida que caminas vas entendiendo que el camino no es fácil. Hay momentos más duros que otros; hay momentos de alegría y gozo, pero también de sufrimientos y lucha. Hay un constante desafío en sostenerte firme y no dejarte vencer por esa lucha interior que te reta.

Juan, consciente de esa realidad nos propone una lucha constante y una preparación para la lucha contra la concupiscencia que no provoca y amenaza. Nos habla de lucha, de renuncias y de conversión. Y nos avisa de que viene Aquel al que él no es digno de desatarle el cordón de su sandalia.

Observamos que todos aquellos que se han entregado al seguimiento de Jesús han pasado por momentos de sacrificio y renuncia. Jesús no has enseñado ese camino con su propia Vida. Él ha ido siempre delante mostrándonos  el Camino, la Verdad y la Vida, porque, precisamente Él lo es. Tratemos de imitarle con la ayuda del Espíritu Santo. Amén.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

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Experimento, Señor, que cuando apoyo mi vida en mis propias fuerzas me cuesta levantar el vuelo y no alcanzo la altura necesaria para mirar el horizonte y el futuro con elevadas esperanzas. En lugar de vislumbrar un horizonte limpio y nítido, tal y como deseo, encuentro un horizonte espeso, negro y opaco que me impide ver el camino y sentido de mi vida.

Experimento que mis propias fuerzas no me sostienen y mi vida se tambalea como una veleta movida por el viento, sin rumbo ni dirección, tal y para donde sopla el mundo, sometiéndola y esclavizándola a sus fuerzas y caprichos. Entonces, Señor, descubro con gran esperanza que sólo Tú me sostienes y me alivias. Tú, Señor, eres mi apoyo y mi descanso.

Por todo ello, Señor, en la larga o breve travesía de mi larga o corta vida, descubro que sólo Tú eres mi esperanza, mi descanso y mi vida. Y sólo tu presencia da sentido a mi vida, que, sin Ti, queda atormentada y sometida a los vientos de las pasiones, concupiscencia y apetencias que este mundo falso, caduco y mentiroso me presenta.

martes, 10 de diciembre de 2019

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Jesús quiere que lo sepamos y nos lo revela de esta manera: En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: « ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada?

Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños».


¿Acaso hay un Padre mejor y más dispuesto a dar su vida por nosotros? Y no sólo eso, sino a ofrecernos el Tesoro más grande al que un hombre puede aspirar: el Reino de los Cielos donde compartir toda la Eternidad junto al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Un Dios Trino en tres Personas. Gracias, Señor.

lunes, 9 de diciembre de 2019

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En nuestra vida se esconde muchas parálisis. Tenemos envidia, egoísmo, pereza, suficiencia, orgullo, soberbia, deseo de venganza y muchas cosas más que nos someten y nos paran en nuestra vida espiritual. Parálisis que nos impiden, Señor, llegar a Ti. ¿Qué hacer para quitarlas de mi vida?

Yo, Señor, como aquel paralítico que te presentaron tengo muchas parálisis. Incluso mis malos pensamientos me paralizan y amenazan con dejarme tirado en el camino y no avanzar hacia Ti. Necesito, Señor, que me limpies de la parálisis de mis pecados que, permaneciéndoos en mí me inmovilizan y apartan de Ti.

Quiero, Señor, ofrecerte mis parálisis y aceptar el perdón de mis pecados por tu Infinita Misericordia. Confío, Señor, que, perdonados mis pecados, también mis parálisis quedarán curadas y arrojadas afuera donde ya no me puede causar daño. Amén.

domingo, 8 de diciembre de 2019

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Estamos de acuerdo en lo que hizo la Virgen, y todos nos admiramos y damos gracias a Dios por su docilidad, su aceptación, su Fiat y su fe. Pero, ¿y nosotros? ¿Es qué Dios no tiene nada que ver con nosotros? ¿Es qué a nosotros no nos dice nada? Para nosotros la salvación sin más, hagamos lo que hagamos.

Parece que sólo los deberes y compromisos son para la Virgen, los apóstoles y todos los que le seguían. Y para los que a través del tiempo le han querido seguir y entregarse a su Palabra. ¿Qué pintamos nosotros en esta historia? Estás y otras preguntas están en nuestro corazón y dependerá de nosotros responderlas.

Pero, no debemos atormentarnos ni angustiarnos. Dios no quiere ni pretende eso de nosotros. Tengamos paciencia y, sobre todo fe. Reconozcamos nuestras miserias, nuestros pecados y debilidades humanas. Somos pecadores y tenemos nuestra naturaleza humana herida por el pecado. Jesús ha venido para sanarnos. Confiemos en Él sin desesperar. Amén.

sábado, 7 de diciembre de 2019

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Somos libres porque podemos responder a nuestra misión. Una misión que pasa por amar. En nuestra vida nuestro proyecto ineludible es el amor. Hemos sido creados por amor y para amar, y si no respondes a esa misión para la que has sido creado, tú aportación quedará sin realizarse.

Podrás eludirla y mirar para otro lado, pero siempre estará grabada en tu corazón y registrada en el debe de tu vida. La mies es abundante para que todos los obreros tengan su aportación en ella. Y lo que corresponde a cada uno no lo puede hacer otro.

Así que, podríamos decir que tu misión en la vida es descubrir esos dones y talentos que Dios te ha dado para que los pongas, gratuitamente y por amor, al servicio de los demás. De esa manera, la mies tendrá todos los obreros que necesite para que sea moldeada según la Voluntad de Dios.

viernes, 6 de diciembre de 2019

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En el camino de tu vida encontrarás muchos problemas. Algunos podrás solucionarlos tú mismo, pero, para otros necesitarás ayuda. Y, quizás, alguien te pueda ayudar, empezando por tu familia, pero nadie te podrá a ayudar a solucionar el más profundo e importante interrogante de tu vida: “Ver la Verdad”.

Porque, con nuestro ojos podemos ver la luz del sol y las cosas que suceden a nuestro derredor, pero no podemos ver la verdadera Luz que alumbra verdaderamente toda nuestra vida y nos muestra el único Camino, Verdad y Vida. Sí, aquellos dos ciegos vieron lo que verdaderamente hay que ver, que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida.

También, tú y yo podemos ver con esos mismos ojos. Los ojos del corazón y del alma, porque es precisamente lo que más importa salvar: El alma. De nada ver, con nuestro propios ojos, las cosas de este mundo, si perdemos por tener cerrado los ojos del Amor y de la Verdad, y no percibimos que Jesús pasa por delante de nosotros y está permanentemente en nuestros corazones.

jueves, 5 de diciembre de 2019

Resultado de imagen de Mt 7,21.24-27"
Jesús hoy nos descubre esa posible realidad que muchos tratan de practicar y disfrazar. Por eso deja muy claro que no todo el que dice amarle o le llama Señor entrará en el Reino de los cielos. Y está claro, porque, se trata no tanto de hablar sino de vivir lo que se habla y se piensa.

Por lo tanto, la cuestión del seguimiento al Señor no estriba en simplemente llamarle Señor, ni tampoco aparentar ruegos, actos de piedad y todo lo que, aparentemente pueda parecer obediencia y adoración. Se trata simplemente de hacer la Voluntad de su Padre.

Una Voluntad que está muy clara y muy sencilla de entender: Amar al Señor por encima de todo, porque, sin Él nada podemos hacer, y, por y con su Gracia, amar a los demás como Jesús, el Hijo de Dios Vivo, nos ha enseñado amándonos a cada uno de nosotros. Amén.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Resultado de imagen de Mt 15,29-37 por Fano"
Primero necesitas ver tus defectos, tus carencias, tus imperfecciones para luego, confiando en su Poder aliviador y sanador, acercarte a Él. Eso es lo que sucedía con toda aquella gente que le seguías, le buscaban y clamaban su auxilio. Y el Señor se mostró compasivo con ellos.

También, tú y yo necesitamos del Señor. Si lo hemos descubierto no tengamos miedo, acerquémonos a Él confiados en su Infinita Misericordia y mostrémosle todas nuestras imperfecciones y pecados. Por su Divina Bondad, Él nos sanará.

Y también nos dará ese alimento que necesitamos para sostenernos en su Palabra. No para saciarnos un día y volver a tener hambre, sino para saciarnos de su Espíritu y caminar fortalecidos en su Cuerpo y Sangre hasta su segunda venida donde seremos llevados en, con y por Él a la Casa del Padre. Amén.

martes, 3 de diciembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 10,21-24"
La experiencia nos descubre que sólo los sencillos y los humildes serán capaces de escuchar y aceptar la Palabra de Dios. Porque, la gente sencilla acepta la Palabra de Dios sin pretender entenderla del todo, porque su capacidad no se lo permite y porque se consideran limitados, pequeños y pobres para poder entenderlo.

No pasa  lo mismo en aquellos que, considerándose suficientes, sabios y entendidos, quieren dar significado y entender a Dios desde sus propios razonamientos y capacidades. Y, al no poder entenderlo se cierran a esa Palabra de Dios.

Es por lo que Jesús dice: Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños. Y es que si Dios fuese entendible dejaría en ese mismo momento de ser Dios. Un Dios al que podamos entender le discutiríamos incluso sus leyes y palabras.

lunes, 2 de diciembre de 2019

Resultado de imagen de Mt 8,5-11"
El camino hasta llegar a Dios tiene que estar alimentado por la fe. Una fe que empieza donde termina tu razón y empiezan tus dudas. Una fe que confía y se fía de la Palabra del Señor. Una fe que  se deja dirigir por la Santa Iglesia, Madre y guía de sus fieles a los que acompaña en el camino hacia la Casa del Padre.

Una fe que se apoya en la Palabra y el testimonio de Jesús, el Hijo de Dios, que nos revela el Amor del Padre y nos anuncia su Plan de Salvación, y que con su Muerte y Resurrección nos certifica y garantiza también nuestra resurrección. Es verdad que querer abarcar ese misterio con nuestro entendimiento nos resulta imposible.

Somos simples criaturas creadas por el Amor de Dios y limitadas para entender su Infinita grandeza. Por eso, como aquel centurión decimos: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: ‘Vete’, y va; y a otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace».

domingo, 1 de diciembre de 2019

Resultado de imagen de Mt 24, 37-44 por Fano"
Nuestra naturaleza humana nos empuja a satisfacer nuestras apetencias y a hundirnos en las concupiscencias carnales. Ello no inclina a tener riqueza y poder para darnos una vida de lujo con toda clase de placeres y satisfacciones. Lo observamos en el mundo económico y político y como unos someten a otros.

Sin embargo, en la medida que pasa el tiempo vamos experimentando que nada de este mundo nos llena plenamente, porque, rápidamente sus promesas de felicidades nos dejan vacíos y desesperados. Pero, en contradicción a lo que deseamos, experimentamos que el amor, aunque nos exige dolor y sufrimiento, nos hace sentir gozosos y felices.

Es, realmente, esa vida amorosa, que nos descubre ese hermoso deseo de buscar el bien y pensar en los demás, sobre todo en aquellos que sufren y carecen de lo elemental para vivir dignamente, lo que nos hace sentirnos plenamente felices y lo que debemos buscar con todas nuestras fuerzas. Para ello, necesitamos estar atentos y vigilantes. Amén.

sábado, 30 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Mt 24, 37-44"
En la elección de Jesús observamos que todos aquellos a los que Jesús se dirige estaban expectante y como esperando una liberación. Da como la sensación que es la actitud que precede al Evangelio del domingo, la actitud que debemos tener, la de estar vigilantes.

 La llamada se produce a aquel que ya ha sembrado en su corazón la actitud de disponibilidad. Aquel joven rico – Mc 10, 17-27 – estaba acomodado y cumplía los mandamientos, pero, quizás como algo acostumbrado y habituado. Igual estaba instalado en la superficialidad y en una fe pasiva, sin esperanza de crecimiento.

Me ocurre a mí igual. Porque, puedo preguntarme, ¿actúo por amor o porque me siento una persona buena y busco ser reconocido como tal? Verdaderamente, ¿estoy expectante, vigilante y atento a la escucha de la Palabra y a crecer en mi fe? ¿Y eso me ayuda a comprometerme en ser perfecto como mi Padre celestial es perfecto?

viernes, 29 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 21,29-33"
De la misma forma que sospechamos sobre lo bueno o malo que nos descubren los tiempos, también debemos sopesar todo lo que acontece a nuestro derredor y descubrir que el Reino de Dios habla por sí mismo. La bondad, la generosidad, el amor  y todo lo bueno que hay en el mundo nos revelan que Dios está presente.

A veces no entendemos que con tanto dolor y malas intenciones el mundo se sostenga con cierto equilibrio y la vida continúe su camino. A veces no entiendo como el orden del tráfico o de la justicia se mantenga cuando hay tantas amenazas a destruir y a actuar de mala manera.

Y es que el Reino de Dios está entre los hombres y mujeres de este mundo, y, a pesar de que muchos le dan la espalda e incluso quieren quitarlo del medio, la impronta de Dios en el corazón del hombre y la mujer se sostiene viva y actúa por obra del Espíritu Santo. Amén.

jueves, 28 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 21,20-28"
Es de sentido común pensar que todo aquello que tuvo un principio tendrá también un final. Sólo Dios es Eterno y ha existido siempre. Él es precisamente el Principio y el final, porque todo convergerá en Él, que es el Camino, la Verdad y la Vida.

Y, sin lugar a duda, en nuestro corazón vive un ansia de felicidad y de eternidad. Está, en nuestro corazón, la huella que Dios hizo y dejó con una nueva alianza cuando el pueblo de Israel fue deportado a Babilonia – Jr 31, 31-34 – Y esa es la clave, no perder de vista esa alianza que Dios ha dejado escrita en nuestro corazón.

Una Alianza que nos sostendrá en los momentos difíciles y duros de nuestro camino y que nos mantendrá firme y esperanzado hasta el momento final. Y es que no estamos solos y tenemos la promesa de nuestro Señor Jesús que nos anima a sostenernos con la cabeza levantada. Amén.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 21,12-19"
Tras las advertencias de Jesús y la constatación de la realidad, todo coincide y la Palabra del Señor tiene cumplimiento. Hoy sucede lo mismo. Parece que el tiempo, que es mucho el pasado, no ha cambiado nada en su esencia, porque el peligro actual es el mismo. Hoy, seguramente en este mismo instante están muriendo y, por supuesto dando sus vidas, muchos cristianos.

Sin embargo, ante esta realidad de amenaza de peligro constante, el Señor nos anima y nos invita a aprovechar esos momentos con toda confianza y esperanza para dar testimonio. Nos advierte de su presencia y de que pondrá las palabras precisas en nuestros labios para nuestra defensa.

Esto debe servirnos para tomar conciencia de que no estamos solos. El Espíritu de Dios está con nosotros y Él nos auxiliará, nos asistirá y defenderá de todo peligro dándonos la paciencia, el valor y la fortaleza para soportar y superar todas esas adversidades que quieren impedir nuestro camino.

martes, 26 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 21,5-11"
Todo lo creado tendrá su fin y todo lo que hoy contemplamos maravillados quedará, un día, destruido. Sin embargo, eso no ocurrirá como por arte de magia, sino que tendrá sus signos y señales que lo irán anunciando, por decirlo de alguna manera. El Evangelio de hoy nos habla al respecto de eso.

Jesús dijo: «Esto que veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida». Y a las preguntas de ellos sobre cuando sucedería eso, Jesús agregó: «Estad alerta, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: ‘Yo soy’ y ‘el tiempo está cerca’. No les sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato». 

Jesús nos advierte de que todo esto tiene que suceder y, de hecho, está sucediendo. Vemos señales de guerras, de cambios y revoluciones que incluso amenazan con excluir al Señor de la sociedad. Se mata a los inocentes dentro de vientre de sus madres y se promulgan leyes – eutanasia, que persiguen eliminar a las personas como si de objetos productivos se trataran.

lunes, 25 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 21,1-4 por Fano"
Jesús destaca los dos reales que echó aquella viuda, no por su valía como dinero y menos como cantidad, sino porque ella dio de lo que no le sobraba hasta el punto de comprometer su propia existencia. ¿Compartimos nosotros en ese sentido, o damos de lo que nos sobra?

Tampoco se trata de quedarnos sin nada. Pienso que Jesús no quiere eso. No tiene sentido pasar hambre unos para quitárselos a otros. La cuestión es tratar de compartir para remediarse los unos y los otros. Y si eso significa estrecharse el cinturón, estar dispuesto a eso por amor.

El compromiso llega hasta ese extremo hasta el plantearse dar la vida por mitigar el hambre de otros. Un dar que no se concreta en unos instantes o momentos sino como resultado de una actitud de cada día en preocuparse por todos aquellos que pasan hambre y necesidades.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 23,35-43"
Nuestro corazón nos descubre la huella de Dios, porque en él está escrito. Dios es Amor y nosotros tenemos mucho de eso, porque el hombre, en lo más profundo de su corazón, por muy malo que parezca, tiene siempre un corazón compasivo y hasta misericordioso.

Todos hemos experimentado en muchos momentos de nuestras vidas un deseo noble y bueno de hacer el bien. Y, a pesar de que nos sentimos inclinados por el pecado a hacer el mal, nos resistimos a ello y hasta sentimos arrepentimiento a pesar de que nos cuesta confesarlo y reconocerlo.

Hemos sido creados a su imagen y semejanza y hechos para vivir eternamente. Jesús, celebrado hoy como Rey del Universo, ha vencido la muerte y ha Resucitado, La promesa hecha a aquel Dimas, el buen ladrón, es Palabra de garantía: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso». 

sábado, 23 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 20,27-40 por Fano"
La única garantía de felicidad que nos llena de gozo y esperanza es la de vivir eternamente. Todos damos el máximo valor a la salud y confesamos que sin salud no se puede vivir. Salud es vida y el hombre busca esa vida eterna y gozosa. Sin esa esperanza la vida pierde todo su sentido.

Jesús no sólo nos habla de amor y felicidad sino nos garantiza que quien cree en Él tendrá Vida Eterna. Sabe realmente que buscamos en lo más profundo de nuestro corazón y a eso responde haciéndose hombre como nosotros encarnado en Naturaleza humana y anunciándonos la Buena Noticia de Salvación.

Una Buena Noticia que nos anuncia de parte de su Padre y lo hace voluntariamente entregando su Vida para saldar nuestros pecados y rescatar para nosotros la dignidad de hijos de Dios perdida por nuestra herencia original manchada por el pecado. Nuestro Dios es un Dios de Vida Eterna y los que creen en Él tendrán esa misma Vida Eterna. Amén.

viernes, 22 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 19,45-48"
La comunidad parroquial tiene una casa común, el templo o la iglesia donde se ven y se reúnen para celebrar la Eucaristía, para rezar y para que, también cada uno tenga su espacio de oración personal con el Señor. Es la casa común donde celebramos los tiempos principales de la liturgia y las Eucaristía dominicales.

Pero, el templo es también la Casa de Dios a la que tenemos que cuidar y sostenerla en buen estado para y por el bien de todos. En ella debemos guardar silencio y respeto. No sólo porque está el Señor presente y real bajo las especies de pan y vino, sino por respeto a los demás.

Silencio para que cada cual encuentre su espacio de oración íntima con el Señor y para que también todos reunidos podamos con la debida atención y recogimiento celebrar nuestro culto común. Por eso, Jesús echó un día a los que habían convertido su casa en casa de comercio, de cambistas y de negocio. Mi casa es Casa de oración, dijo el Señor.

jueves, 21 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 19,41-44"
Se hace necesario vencer todo las apetencias y pasiones carnales para poder encontrar la paz, porque, detrás de la envidia, del afán de poder y riqueza está la paz. Una paz que muchos quieren conseguir con poder y con violencia, y eso, en lugar de lograrla la aviva y la enciende más.
                
Buscar la paz es vencerse a uno mismo, porque la paz es la consecuencia de suavizar nuestros, endurecidos corazones y despojarlo de todo odio, deseo de venganza y de violencia. Es desterrar de nuestros corazones la soberbia, las malas inclinaciones, el deseo de poder y dejarlos limpios y disponible para el amor.

Pero, para que haya paz en nuestros corazones es necesario abrirse al Príncipe de la Paz, nuestro Señor Jesús, que nos la da y nos la ofrece. Sólo en Él podemos encontrarla y llenarnos de ella, y sólo, a través de Él podemos, después de recibirla ofrecerla a los demás.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 19,11-28"
El hombre tiene una importante y gran responsabilidad: poner todo los talentos recibidos en función de los demás. Es verdad que empezando por tu familia, pero también por todos los que no lo son, incluso por los enemigos. Porque, en la hora de tu bautismo, tu familia son todos los hombres, que como tú son hijos de Dios.

Es una tarea que se nos antoja imposible, pero que por la fe en nuestro Señor podemos realizarla. La cuestión la han saldado muchos otros que nos han precedidos y la han realizado, pero, sin olvidar que tanto ellos como nosotros podremos hacerlo injertados en Xto. Jesús. Con Él todo, pero sin Él nada podemos hacer.

Ese es el camino y sin contar con Él sería el gran error. Xto. y yo mayoría aplastante y nada nos podrá tumbar. Es verdad que eso no significa que no haya sufrimiento, momentos de oscuridad y de angustia, pero siempre seguros que algo pasará al final, porque su Palabra siempre se cumple.

martes, 19 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 19,1-10 por Fano"
Es doctrina segura que Jesús pasa por tu vida. Y lo es, porque para eso, precisamente, ha venido. No sería justo ni coherente que quiera anunciarte el mensaje de salvación y no te busque ni se haga el encontradizo. Da por el hecho que Jesús te busca, porque quiere salvarte. Esa es la Voluntad de su Padre.

Ahora, Dios te ha creado libre y libre significa que serás tú quien te dejes anunciar  la Buena Noticia de Salvación y te hagas visible para que puedas recibirla. Significa eso que si te escondes la Buena Noticia pasará de largo. Y no es porque Jesús no te vea, sino porque respeta tu libertad.

De modo que todo queda claro como así lo narra el Evangelio de hoy. Zaqueo puedes ser tú ahora y la pregunta es: ¿qué haces para que el Señor te vea y se pueda dirigir a ti? ¿Qué haces, en el sentido de abrir tu corazón e inundarlo del combustible que necesita para que, escuchando su Palabra, prenda y empiece a arder?

lunes, 18 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 18,35-43
Cuando estamos en la oscuridad echamos de menos la luz. Y cuando cerramos los ojos vemos lo importante y necesario que es poder ver. Por eso, aquellos que carecen de este privilegio, porque la vista como todo lo que tenemos son puros regalos, perciben lo importantes que es poder ver.

Pero, la vista, siendo un don importante no lo es todo. Hay una luz más necesaria sin la que no podemos, a pesar de ver, caminar rectamente. Es una luz que, incluso ante la oscuridad también se mueve libremente y correctamente. Es esa Luz la que pidió Bartimeo, la Luz que salva y que da la Vida verdadera.

Esa Luz, Señor, es la que quiero pedir, porque con la luz, siendo muy importante, de mis ojos no veré sino un cierto tiempo y pasado esto puedo permanecer y quedarme en la total oscuridad. Yo quiero, Señor, como Bartimeo ver la verdadera Luz que da la Vida Eterna. Amén.

domingo, 17 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 21,5-19
Si observamos detenidamente el mundo nos percatamos que no anda bien. Es verdad que a lo largo de su existencia ha habido muchos momentos convulsos y de gran depresión. Ha habido épocas de grandes guerras, desordenes, esclavitud y muertes, pero, en estos momentos sucede que el mundo, de espalda a Dios, se mueve en estos parámetros.

Todo está confuso, la moral está en decadencia y el hombre pierde su rumbo y su destino histórico. Todo se tambalea y el mundo parece llamado a destruirse. Se habla del cambio climático, de enfrentamientos de poder, de leyes que amenazan el orden natural de la vida, del pensamiento único que quieren imponer unos cuantos.

Todo se pone en tela de juicio y se olvida a Dios. El hombre quiere imponer su ley y los unos quieren someter a los otros. Parece que el final no anda muy lejos, pero, el Señor tranquiliza a los que creen en Él y les garantiza que no perecerá ni un cabello de su cabeza. Con la perseverancia salvarán sus almas.

sábado, 16 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 18,1-8
El Señor, en el Evangelio de hoy sábado, nos describe esta parábola del juez injusto para enseñarnos que nuestra oración debe ser siempre constante, perseverante y confiada. No debemos desanimarnos sino todo lo contrario, confiar en que el Señor, nuestro Padre está siempre atento a nuestras peticiones.

Lo que ocurre es que no sabemos qué es lo que realmente nos conviene y menos pedir. Y el Señor no nos va a dar aquello que, tarde o temprano nos va a perjudicar. Pero, como buen Padre que es, el mejor, nos escucha y nos va dando lo que realmente nos hace bien y nos sirve para alcanzar la verdadera salvación.

Por lo tanto, seamos obedientes e insistentes como aquella mujer viuda con el juez injusto. La insistencia y la constancia siempre tienen recompensa, y más con nuestro Padre Dios que nos ha creado por amor y quiere nuestro bien y nuestra salvación.

viernes, 15 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 17,26-37
¿No nos damos cuenta que esta vida gira en torno a lo mismo siempre? ¿No aprendemos de lo que vemos y observamos en nuestro mayores y como todo se repite en unos y otros? ¿No experimentamos que al final nada de lo que conseguimos y de lo que disfrutamos nos llena y nos satisface plenamente?

¿Quizás no te has dado cuenta que satisfecho al poco tiempo quedas otra vez insatisfecho y deseoso de volver a satisfacerte? ¿Y no te das cuenta que llegará el día que eso te será imposible realizar porque tu cuerpo ya no admite ese tren de vida ni eso hartazgo de placeres? ¿Y de que te ha valido todo eso?

¿O eres de lo que piensas, que me quiten lo bailado? ¿Acaso con eso y de eso vas a vivir toda tu vida eterna? ¿Qué no crees en ella? ¿Y si sucede? Hay muchas razones, no sólo de fe sino naturales, que dan testimonio y descubren que el hombre y la mujer, es decir, el ser humano está llamado a vivir eternamente. Ahora, ¿dónde y cómo?

jueves, 14 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 17,20-25
Quizás buscamos hechos espectaculares y momentos de gran importancia para descubrir la presencia de Dios, y nos equivocamos, porque Dios se hace presente en los humildes y sencillos, y sin ruidos ni grandes señales. Dios se esconde en el corazón humilde y pobre de espíritu.

Muchas veces nos cerramos y discutimos su presencia y seguimos nuestro camino alejados de Él. Queremos imponer nuestros proyectos e imponer nuestra voluntad e, incluso, nos atrevemos a decir hágase tu Voluntad y no la nuestra. No somos conscientes de su constante presencia.

Y queremos que esté cuando y donde nosotros queremos y hasta como nosotros queremos. Y nos atrevemos a decir que se nos esconde. ¿Acaso puedo yo atreverme a discutirle a Dios sus proyectos? ¿No son sus proyectos lo mejor que me puede pasar? ¿Y no puede Él hacer lo que le apetezca, sabiendo yo que busca siempre mi bien?

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 17,11-19
Jesús actúa por amor y se compadece de aquellos diez leprosos cuando, al verlo, le gritan para que se compadezca de ellos y les cure. Y Jesús responde con un corazón misericordioso, pero, ¿y ellos? ¿Nos ocurre a nosotros lo mismo? Hemos recibido la vida, pero también el ofrecimiento de la salvación, ¿y le correspondemos?

¿Nos sentimos agradecidos y le damos gracias? ¿Nos sentimos profundamente salvados y le alabamos, le adoramos y escuchamos su Palabra? ¿Somos fieles a nuestro compromiso de bautismo al participar como Jesús de sacerdote, profeta y rey como É por la Gracia del Bautismo? Mirémonos en el leproso, el extranjero, que regresó, agradecido, a alabar y dar gracias a Jesús reconociéndole el Hijo de Dios.

Posiblemente, como aquellos leprosos que no regresaron, nos olvidamos de todo lo que nuestro Padre Dios nos ha dado, y del rescate que su Hijo, nuestro Señor, Jesús, nos ha merecido para nuestra salvación entregando su Vida libremente y voluntariamente para el perdón de nuestros pecados.

martes, 12 de noviembre de 2019

Resultado de imagen de Lc 17,7-10
Cuando comprendemos que nada nos pertenece y que todo lo hemos recibido de Dios y de forma gratuita, nuestras obras no nos importan tanto para que nos alaben o no admiren, sino por corresponder a el Amor de Dios y administrar bien lo que de Él hemos recibido.

Sabemos, entonces, que de nada tengo que jactarme ni engreírme, pues si tengo habilidad o conocimiento para hacer esto, no es por mis méritos sino porque, en principio lo he recibido de Dios y luego corresponde con mi humilde esfuerzo a darle rendimiento.

Quizás, ese esfuerzo es mi libre aportación, también por la Gracia de Dios, que me ha dado esa libertad y capacidad para poder decidir y corresponder a lo que Él ha puesto en mis manos. Dios no quiere que me sienta obligado a aceptarle, sino que lo haga desde la libertad y la fe.