viernes, 31 de agosto de 2018

De repente, todos hemos experimentado un apagón de luz. Bien sea en casa o en la ciudad. Y todo se queda paralizado. Nada puede seguir su ritmo habitual. Es necesario recargar la energía para que, con la luz, todo vuelva a caminar. Entonces, experimentamos la necesidad de la luz.

Pero, también observamos que la luz que compramos o conseguimos en este mundo no es suficiente. Hay momentos y situaciones en nuestras vidas que no bastan con la luz que nos da el mundo. Necesitamos otra clase de energía para poder ver y discernir qué camino y orientación tomar. Y esa luz no se consigue con dinero ni con poder.

Es la luz de la Gracia, que sólo se consigue con humidad, sencillez y abriendo nuestros corazones a la acción del Espíritu Santo, que nos alumbra y nos dirige por los caminos oscuros de la vida. Para ello, se hace necesario tener la alcuza de nuestro corazón lleno de la Gracia de Dios y estar preparado para, cuando la luz de este mundo se apague, encontrarnos con Aquel que pueda encenderla y darle Vida Eterna.

jueves, 30 de agosto de 2018

Está escrito dentro de nuestro corazón, hemos nacidos para vivir y la muerte en este mundo es solamente un paso para la verdadera, la eterna y gozosa. Pero, antes hemos de caminar por este mundo y dependerá de cómo andemos por él para que al final nuestra cosecha sea buena.

Necesitamos, pues, estar atentos y en vela para no desaprovechar nuestro tiempo de vida. Porque, tenemos una vida nada más y si la desaprovechamos la perdemos para siempre. Una vida, la de este mundo, donde tenemos la oportunidad de ganárnosla para toda la eternidad viviendo atento a la Voluntad de Dios.

De lo contrario podemos perdérnosla para siempre. Ahora es el momento de actuar y de estar vigilante, porque no sabemos la hora ni el día y nos pueden coger mal preparados. Necesitamos estar en Gracia de Dios cada instante de nuestra vida terrenal y a eso nos ayuda la oración, la Eucaristía y la Penitencia. No perdamos la oportunidad.

miércoles, 29 de agosto de 2018

El Evangelio de hoy nos presenta a un personaje de gran coherencia. Su vida fue una constante alrededor de Cristo al que preparó los caminos a su venida. Fue siempre fiel a su palabra que refrendó con su vida y sus actos proclamando siempre la verdad.

No se erigió en ser él el que había que venir, sino que se definió como la voz que clama en el desierto y anuncia la llegada del verdadero Mesías. Él se quita del medio y deja el camino a Jesús después de bautizarlo en el Jordán. Conviene que él se abaje para que crezca el Señor.

Juan el Bautista entrega su vida consciente de que su misión ha terminado. Poco antes había preguntado si era Jesús a quien debían esperar y la respuesta le deja colmado de paz y alegría: los ciegos ven, los cojos andan, los mudos hablan, los enfermos sanan…etc. Realmente ha llegado el Reino de Dios.

martes, 28 de agosto de 2018

También nosotros somos incoherentes y en ciertos momentos miramos más lo accidental, lo que no tiene mayor importancia o no incide en la vida de las personas que lo que es justo y modifica gravemente la vida de las personas. ¿Qué debemos mirar? Ese es problema, primero está la justicia y luego, en base a ello, la aplicación.

Nos ocurre que somos exigentes con los demás, pero dejamos escapar esas exigencias cuando se trata de nosotros o de nuestros amigos. ¿Dónde está nuestra misericordia? Es eso a lo que debemos prestar atención, ser misericordioso para que también el Señor tenga misericordia con nosotros.

Y, sobre todo, que hacemos con nuestra fe. Porque, decimos que creemos, pero luego actuamos como nos parece. Hablamos de una forma y actuamos de otra. ¿Dónde ha quedado nuestra fidelidad a la Palabra de Dios? Debemos revisar nuestra vida para que la Palabra de Dios se ajuste más también a nuestra vida.

lunes, 27 de agosto de 2018

No podemos dar frutos si nuestra palabra es diferente a nuestra vida. Se trata de coordinar palabra y vida y de que ambas vayan unidas y en íntima relación. Es entonces cuando los frutos tendrán abono y tierra de cultivo y habrá cosecha. De otra manera no se podrán dar.

No podemos separar nuestra palabra de nuestra vida, porque entonces no hablamos en verdad sino en apariencias. Y esa es la máscara de los hipócritas que dicen pero no hacen. Mejor callar que decir y no hacer, porque si decimos y no hacemos podemos levantar murallas para que otros no lleguen al Señor.

Por todo ello, es bueno ser prudente y tratar de proclamar aquellos que estamos dispuestos a vivir, y pedir para que, poco a poco, nuestra palabra vaya ajustándose a nuestra vida. De tal modo que todo lo que seamos capaces de decir también seamos capaces de vivirlo.

domingo, 26 de agosto de 2018

Jesús, el Señor, no se retracta de lo que ha dicho, mantiene su Palabra y nos ofrece su Carne y su Sangre como comida y bebida de salvación. Pero, nos hace una pregunta, fuerza nuestra elección: ¿Queremos nosotros también marcharnos?

Pedro, la roca elegida donde se fundamenta la Iglesia, responde a esa pregunta de Jesús: ¿A dónde iremos Señor? Tú tienes Palabra de Vida Eterna. Es necesario creer primero para luego entender. Es la prueba que nos pide el Señor, la fe.

Y es que el único que da sentido a nuestra vida es Jesús. ¿Qué podemos esperar del mundo si no es el camino y la oportunidad de alcanzar, a través de vivir en la Palabra y el Amor que Jesús nos da y enseña, la Misericordia de nuestro Padre Dios?

sábado, 25 de agosto de 2018

La vida es dura y nos cuesta trabajo. Levantarse necesita un esfuerzo y todo lo que hacemos también. La vida exige disciplina y eso es trabajo que lleva esfuerzo. Dios desterró al hombre a vivir con esfuerzo y trabajo –Gn 3, 17-19- por su desobediencia. No hay otra alternativa sino la de trabajar.

El trabajo dignifica al hombre porque es la respuesta obediente al mandato de Dios. Y también nos da la oportunidad de manifestar nuestro amor cuando lo hacemos con actitud generosa, disponible, voluntaria y alegre por amor tratando de servir. Nada nos hace más grande que el servicio a los demás.

Y cuando lo hacemos por amor la grandeza es infinita, porque nos estamos pareciendo a Dios, que nos ama con verdadero amor. Por lo tanto, tratemos de estar preparado para servir, y lo hacemos en la medida que nos esforzamos para que nuestro corazón arda en esa intención por la Gracia de Dios.

viernes, 24 de agosto de 2018

Es bueno preguntarse qué hago en este mundo, porque muchos, quizás envueltos en la vorágine de este mundo y de sus ruidos, no llegan ni a plantearse esa posibilidad. Es bueno abrir los oídos y escuchar lo que alguien nos dice y, al menos, acercarse y buscar ese camino que puede abrirnos la esperanza de caminar con sentido en esta vida.

Es triste pasar nuestra vida sin esperanza. O con una esperanza tibia, angustiada, limitada y pobre. Es bueno abrir nuestro corazón y dejar escapar toda la esperanza que en él está contenida. Felipe ardía en entusiasmo por haber encontrado a Aquel del que esperaban la salvación.

Porque, cuando se encuentra la esperanza de la Vida que buscas y que anhelas, la transmites con tu entusiasmo, con tu alegría, con tu propia esperanza y contagias a aquellos que viven a tu lado. Es posible que no respondan, pero tú con tu vivir le estás transmitiendo lo que realmente buscas y vale pena buscar.

jueves, 23 de agosto de 2018

Muchos han rechazado la invitación al banquete eterno. Todos han sido invitados, malos y buenos, porque todos tienen en sus corazones la impronta y la marca indeleble de la invitación al banquete de la Vida Eterna. Dependerá de ti el aceptarla y también tu felicidad y tu gloria.

Quizás el ruido y la oscuridad de tu vida no te deje ni oír ni ver esa llamada al banquete. Quizás trates de justificarte con muchas cosas que te impiden escuchar y oír esa invitación. Procura aislarte; procura hacer silencio en tu vida para escuchar el silencio de Dios. Se manifiesta de la forma más sencilla y silenciosa.

Pero, procura también llevar el verdadero vestido. Ese vestido interior de buenas intenciones, de humildad, de dolor de contrición, de arrepentimiento y de deseos de reconocerte pecador para, por la Gracia de Dios, ser limpiado y vuelto a nacer por medio del Bautismo. No lo dudemos, revestido de este traje nuevo aceptemos la invitación a la Vida Eterna.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Es posible que no te hayas dado cuenta, pero, el Señor, te está llamado. Nos lo dice a cada momento y cada día, porque le importas y te ha creado para que seas feliz. ¿Cómo va a dejar de llamarte e invitarte a su Viña? Otra cosa es que tú y yo estemos algo despistados y no escuchemos su voz.

Por eso, necesitamos estar atentos y vigilantes, porque el Señor nos llama. Y no lo hace de forma notable y en grandes acontecimientos. Te llama de la forma más sencilla, en lo cotidiano y corriente de cada día. En las cosas más simples que traen buenas intenciones y vienen llenas de paz y alegría.

Es necesario estar muy atento y tener bien abiertos los oídos. Quizás nos distraemos con tanto ruido y seducciones de este mundo. Quizás no tenemos tiempo ni lo buscamos para pararnos a oír la voz o la señal que el Señor nos manda. Quizás debemos pararnos para escucharle.

martes, 21 de agosto de 2018



No se es rico simplemente por tener, sino por la ambición a tener y a guardar para el propio provecho de uno mismo sin importarles lo que carecen de lo imprescindible para vivir o para educarse o para tener salud. Porque, la pobreza no abarca sólo no tener, sino también otras áreas de la vida humana.

Muchos carecen de salud, o necesitan ser ayudados para conseguir sanar; otros, posiblemente necesiten conseguir un trabajo que les provea de lo que necesiten para vivir y así muchas necesidades que entre todos debemos superar y compartir. Ser rico es, teniendo o no, desvincularse de toda actitud fraternal.

Busquemos gastar lo necesario y no apegarnos a consumir por consumir y relajarnos en el gasto dejando de solidarizarnos con los que lo pasan más o tienen necesidades. Ser generosos implica preocuparnos y ayudarles a levantarse y participar en el bienestar que todos merecemos. Nuestra riqueza no es para guardarla ni menos para satisfacernos nosotros solos, sino para compartirla prudentemente.

lunes, 20 de agosto de 2018

La vida nos va demostrando que, cuando hemos tomado el camino de la riqueza, de la suficiencia, estamos equivocándonos. Porque, con el dinero, el poder, la suficiencia y todo lo que pensamos nos da seguridad no conseguimos felicidad. La plenitud no está en esas cosas, que en lugar de darnos paz y gozo nos ofrecen discordia e inseguridad.

El mundo y sus riquezas nos ciegan y no nos dejan ver la realidad. Quizás cuando empezamos a darnos cuenta ya se nos ha hecho tarde. Necesitamos pararnos y reflexionar, porque la vida no se gana con el poder y la riqueza, sino con el amor y el desprendimiento.

Esa es la propuesta de Jesús: Una propuesta de renuncia, de desprendimiento, de salir de ti mismo, de servicio, de generosidad, de desvivirse por el otro y hacer la Voluntad de Dios. Es ahí donde se encuentra el camino que conduce a la verdadera y única felicidad, la que Jesús te propone. Una felicidad Eterna.

domingo, 19 de agosto de 2018

Todos buscamos alimentos, pero dentro de esa tendencia a buscar con qué alimentarse tratamos de que los alimentos escogidos sean los mejores, porque del alimento depende la salud y el buen crecimiento del cuerpo. Por lo tanto, alimentarse es algo no sólo muy importante sino vital en la vida del hombre.

Sin embargo, a pesar de estar bien alimentados no podemos evitar la enfermedad y el deterioro del cuerpo. Poco a poco, con los años, nuestro cuerpo van sintiendo el peso y el paso de los años y su salud empieza a deteriorarse. La alimentación no puede evitar ese deterioro y nos hacemos viejos y la muerte nos amenaza.

El hombre busca soluciones en este mundo en el apartado de la investigación y la ciencia, pero no termina por encontrar soluciones. A lo más consigue alargar un poco más el bienestar y la calidad de vida, pero la amenaza de la muerte sigue en pie. Hoy, Jesús nos hable de un Pan que da Vida Eterna. ¿Es esa la solución a nuestro problema? ¿Vemos efectos de esperanza y de felicidad en ese Alimento?

sábado, 18 de agosto de 2018

El hombre busca a Dios cuando siente la necesidad y el peligro. Todos hemos experimentado el grito de auxilio cuando estamos en algún apuro. Sale de lo más hondo de nuestro corazón: ¡Dios mío, sálvame!, o ¡Madre, socórreme! Son esos momentos en que nos sentimos pequeños y nos llenamos de humildad.

La humildad es necesaria para despertar la búsqueda, tanto de la verdad como de la del padre. El hombre cuando es humilde busca el encuentro con su Padre Dios, porque en Él encuentra todo lo que necesita y su vida se llena de esperanza y alegría.

Así son los niños, confiados, necesitados y dependientes de sus padres. Les obedecen y les imitan. Quieren ser como ellos. El niño cuando crece debe seguir siendo niño en el sentido de buscar a su Padre Dios, confiar en Él, obedecerle e imitarle en el amor. Por eso nos dice Jesús que tenemos que ser como niños.

viernes, 17 de agosto de 2018

No es el matrimonio para satisfacer nuestras necesidades materiales y carnales. No es una empresa para cubrir todos nuestros objetivos y satisfacciones. El matrimonio es la vocación del amor donde el hombre y la mujer tienen la posibilidad de perfeccionarse amándose y comprometiéndose en fidelidad por amor.

Son dos vidas que se comprometen para formar una sola. Es todo un proyecto de unidad y de amor, donde el respecto, el desapego y la fidelidad hacen que cada cual se olvide de sí para darse al otro. Por eso, cuando el hombre se deja engañar y dominar a su propio egoísmo, rompe esta escuela de amor y de compromiso que representa y es el matrimonio.

El matrimonio es todo un aprendizaje y escuela donde el amor va madurando y cultivando verdaderos frutos que fortalecen la unidad matrimonial. Toda ruptura está apoyada en el egoísmo personal e individual. La familia es la escuela que, en la presencia de Dios, fortalece la vida y la unidad de los esposos.

jueves, 16 de agosto de 2018

En repetidas ocasiones exclamamos expresiones como esta: ¡Ya está bien! ¡Es tu última oportunidad! No tomamos conciencia que también a nosotros nos lo puede decir el Señor. Sólo pensar que el Señor me dijera, Salvador esta es la última, me haría pensar para con los demás.

Porque, ya habría perdido toda mis esperanzas. Él Señor me perdona hoy y también mañana y pasado… y siempre. Porque, si no fuese así ya estaría condenado irremisiblemente. Esa toma de conciencia me da esperanza y me ayuda a también, a pesar de mis debilidades, estar dispuesto a perdonar.

Necesitamos perdonar, tal y como nos enseña el Señor en esta parábola del rey que quiso ajustar cuenta con sus siervos, porque, sólo en la medida que yo perdone seré también perdonado. Es verdad que nos cuesta, pero también es verdad que contamos con la ayuda del Espíritu Santo que nos auxilia y nos fortalece.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Pronto nos damos cuenta que el tiempo va deteriorando nuestra salud. Al principio cuesta descubrirlo porque vamos ascendiendo y alcanzando nuestra madurez, pero pronto empezamos a bajar y, con los años, vamos declinando y haciéndonos mayores, viejos y ancianos.

Entonces experimentamos que nuestro cuerpo va perdiendo facultades y va empeorando. Son los efectos del tiempo y los años. Pero, pesar de eso y reconociendo que no nos queda otra alternativa no nos resignamos a envejece, y menos a morir. Queremos vivir como sea y en esa etapa de nuestra vida prestamos más atención a nuestra salud.

Hoy, día en el que celebramos la Asunción de la Virgen, descubrimos que nuestra Madre ha sido llevada al Cielo en cuerpo y alma. Y eso nos llena de esperanza y alegría, porque, ¿qué madre no quiere también llevar a su hijo con ella? Por supuesto, la Virgen, nuestra Madre también, pedirá a su Hijo que nos lleve también con ella y junto a su Hijo.

martes, 14 de agosto de 2018

En nuestras familias, incluso cristianas, preparamos a nuestros hijos para que puedan acceder a los primeros puestos. Por eso, les enviamos a los mejores colegios y les damos todas las facilidades para que se preparen para alcanzar éxito en la vida. Ponemos a su alcance todo lo que está en nuestras manos.

Pero, ¿qué es el éxito? ¿Acaso es ser el primero, el más fuerte o el mejor? No parece que eso es lo que nos dice Jesús. Él piensa de otra forma y se fija en los más pequeños y también más necesitados. Nos invita a prepararnos lo mejor que podamos, ¡eso sí!, pero no para ser los mejores y triunfadores, sino para servir.

Ya en nuestro bautismo hemos sido configurados en Cristo como sacerdotes, profetas y reyes, y eso significa que tenemos que ser reyes en ser líderes. Líderes en servicio, es decir, estar preparados para ser los primeros en servicio a los más necesitados, a los pobres y pequeños que depende de nosotros. Es entonces cuando ocuparemos en verdad los primeros puestos.

lunes, 13 de agosto de 2018

A veces también nos ocurre a nosotros que cogemos lo peor, lo que no da esperanza sino llena de tristeza y angustia. ¿Acaso no nos dice Jesús que va a sufrir, pero que al tercer día resucitará? ¿No es eso lo más importante y la buena Noticia? Lo que importa no es lo que suceda, sino como termina ese suceso. Y la Resurrección es la gran esperanza de nuestra fe.

Y eso es lo que no debemos perder de vista, la resurrección, porque teniendo eso presente recordaremos siempre que la vida vence a la muerte. Es decir, el bien al mal; el amor al pecado. Eso nos fortalece y nos ayuda a sostenernos firmes y alegres. Jesús triunfará y con Él también nosotros triunfaremos.

La Resurrección es el fundamento de nuestra fe. A veces nos resignamos esperando la hora de nuestra muerte cuando estamos llamados a la vida y a la resurrección. También nosotros tendremos que padecer y compartir nuestra muerte con el Señor, pero nunca perdamos de vista que estamos llamados a triunfar y a resucitar.

domingo, 12 de agosto de 2018

Solemos darle importancia a las cosas dependiendo de quién nos las diga. Si lo que oímos viene de alguien a quien nosotros le damos importancia y notabilidad, escucharemos y recogeremos eso que nos dice, pero si viene de alguien al que consideramos pequeño, igual o menos que nosotros, murmuraremos y nos costará más escucharle  y atender lo que dice.

Por desgracia eso nos suele pasar, y también le sucedió a Jesús. Sus paisanos no le entendieron y, ahora, tampoco le entendemos nosotros. Posiblemente, el Señor nos hable ahora a través de alguien. Alguien sencillo y humilde que está a nuestro lado, pero nos parece de poca importancia y que nada nos puede aportar.

Y cerramos nuestros oídos y nuestros ojos, y no queremos escucharle ni verle. Hay muchos toques en nuestras vidas que nos sorprenden, y, aunque deben ser discernidos y minuciosamente examinados a la luz del Espíritu Santo, pues el diablo también está al acecho para engañarnos y agobiarnos, tenemos que estar despiertos y atentos a lo que el Señor nos comunica. El gozo de saber y experimentar que hemos hecho lo que debíamos nos aclara y nos descubre que estamos en sintonía con el Señor.

sábado, 11 de agosto de 2018

Nos empeñamos en entender lo que no nos es posible. Exigimos que se nos aclare las cosas cuando nuestras limitaciones son incapaces de comprender. Y no creemos que para el Señor no haya nada imposible. Es eso lo que tenemos que creer, que en Jesús y por Él podemos conseguir hacer el bien y ayudar a muchas personas.

Necesitamos fe, pedir la fe y abandonarnos en el Señor. La fe derriba todas las barreras que nos impiden ver y superar todos los obstáculos que nos dificultan caminar y avanzar. Pero, nos exige perseverancia y no desfallecer. Estar activos y nunca dejar de pedirle al Señor que nos fortalezca en la esperanza y en su Gracia.

La vida, nuestra propia vida es un milagro. Pensemos que nos la ha dado Dios y que Él también nos la quiere, después de habérnosla regalado, que la hagamos eterna y plena de felicidad y gozo. Eso nos ayuda a fiarnos de Él y a depositar en Él todas nuestras esperanzas. Sí, Señor, creemos en Ti.

viernes, 10 de agosto de 2018

¿Qué significa dar la vida? Tiene muchos significados o diferentes puntos de vista. Puedes dar la vida entregándote al servicio de los demás; puedes dar la vida colaborando en tareas que pueden hacer que el mundo vaya mejor; puedes dar la vida tratando de poner una sonrisa en mucha gente sin sonrisa. Hay muchas formas de dar la vida.

Lo único importante es que tu vida dé frutos. Frutos que sirvan para alimentos de los que no tienen nada que echarse a la boca o carecen de cosas necesarias para vivir. Frutos que acompañen en los momentos que otros se sienten solos o que arrojen luz en aquellos que están desorientados o buscan orientarse.

Hay mucha gente que no descansa o que se siente estresada. Y hay muchas vacaciones que al final son el resultado de sentirte estresado y deseoso de verdaderamente descansar. Porque, sólo descansas cuando te das y creyéndote cansado experimentas que descansas. Porque, quien se entrega y busca la verdad y el bien encuentra realmente el verdadero descanso

jueves, 9 de agosto de 2018

La vida que Jesús nos propone también tiene un coste. Es gratuita, es decir, no hay que comprarla. Se nos regala, pero sí tiene un coste y hay que costearlo. Un coste que tiene unas herramientas específicas que Jesús pone a nuestro alcance: la oración, la Eucaristía, su Palabra, el sacramento de la Reconciliación…

Son esas herramientas las que nos van a permitir tener nuestro corazón ardiente, deseoso de un encuentro con Jesús cada día y en constante vigilancia de su presencia. Por lo tanto, cuidemos nuestros corazones y nuestras almas, porque no se pueden tener encendidas y ardientes de cualquier forma.

Las tentaciones y seducciones del mundo están vigilantes para aprovechar cualquier despiste, acedia o bajón que tengamos para desengrasarnos y romper nuestra dinámica de perseverancia. No nos dejemos engañar ni seducir por el Maligno que quiere dormirnos. Pongámonos a preparar nuestros corazones para esperar vigilantes la venida del Señor.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Cuando algo se hace vida dentro de nosotros termina por salir a afuera y hacerse realidad. Algo en lo que se cree y por lo que se lucha y se busca. Sobre todo en lo que respecta a la fe en nuestro Señor Jesucristo, porque, para Dios no hay nada imposible.

Así lo creyó aquella mujer que no la detuvo nada hasta conseguir que Jesús la escuchara. Y tampoco le impidió que desistiera de su propósito la respuesta que Jesús le dio. Ella estaba convencida de que Jesús podía y así se lo propuso sin desmayo.

Porque, Tú, Señor has venido a salvar a todos por igual. Sólo exiges que crean en Ti, y aquella mujer extranjera tuvo una fe grande como Tú mismo descubriste. También nosotros, Señor, queremos decirte: « ¡Señor, socórreme!».

martes, 7 de agosto de 2018

El hombre necesita un ideal que le empuje a caminar y al esfuerzo constante para superar todas las adversidades que, en su camino, se le presentan. Hay tropiezos y obstáculos, pero esfuerzos por superarlos. Porque, el hombre quiere ser feliz y busca esa felicidad que tanto anhela.

Una felicidad que no sólo se concreta en el alimento, en el vestido, la salud o el trabajo, sino que, saciadas estas, va más allá y busca satisfacer esa hambre trascendente que necesita saciar. Esa hambre de vida eterna y gozo pleno que no encuentras en las cosas de este mundo.

Por eso, tomar conciencia de que Jesús, el Señor, es quien no puede salvar de la esclavitud del pecado de este mundo y de llevar grabado en nuestro corazones ese grito de misericordia y de perdón que expresamos cuando le suplicamos, como Pedro, ¡Señor, sálvame!

lunes, 6 de agosto de 2018

Muchas veces nos desesperamos y tratamos de entender el plan de Dios. El AT tiene momentos e historias que nos son difíciles de entender. Es la historia de un pueblo que se siente guiado por Dios, pero que también se desvía y se pierde. Un pueblo que desobedece y que espera al Mesías prometido según sus cábalas e idea.

Un pueblo perdido y desorientado que ajusta su vida a la Ley de Moisés y Profetas, pero que va acomodando a sus intereses y tradiciones, muchas veces a gusto de los sacerdotes, escribas y ancianos. Un pueblo que pierde el silencio de Dios y que no le escucha. Es el momento del anuncio de la buena Noticia.

La transfiguración nos revela que Jesús es la piedra angular que desecharon los arquitectos. Es el momento que suben a Jerusalén y los apóstoles necesitan un incentivo, un empuje, una revelación de quien es Jesucristo. Es el enviado del Padre y en el que se cumple todo lo profetizado. Él Resucitará y también lo hará con los que crean en Él.

domingo, 5 de agosto de 2018

Imagen relacionada
Nos ayudaría y nos conviene hacernos esta pregunta: ¿Por qué sigo a Jesús? ¿Simplemente para que me proteja y me ayuda a solucionar los problemas de mi vida? ¿Para qué me dé vida eterna? Indudablemente que mucho de eso hay, pues nuestro amor humano nos inclina a ello. Pero, ¿hay algo más?

Esa es la reflexión que me debo hacer. ¿Busco algo más? ¿Los signos que hace el Señor me ayudan a descubrir lo que realmente quieres decirme? ¿Percibo que Jesús es el verdadero Pan bajado del Cielo para alimentar mi vida y transformarla en una vida dada y generosa por amor?

Cada día con la oración del Padrenuestro le pedimos al Señor que nos dé, no solamente el pan que necesitamos cada día, sino el alimento espiritual que nos sostenga fiel y perseverante en la oración y los sacramentos de la Eucaristía y Penitencia, alimentos que nos dan la Gracia y nos fortalecen en la lucha y el camino de cada día.

sábado, 4 de agosto de 2018

Hoy continúa existiendo la mentira y amenazando a la verdad. Hay muchas personas que por defenderla dan su vida. Está ocurriendo en muchas partes del mundo en estos momentos donde la mentira quiere imponerse y dominar, pero, donde también la verdad no se calla y planta cara.

La verdad hace libre al hombre y le aparta del dominio de la mentira. Porque, ser libre es vivir en la verdad y buscar el bien. La mentira busca el engaño, la oscuridad y se oculta de la luz. Sabe que miente y se esconde en la apariencia y en la hipocresía. Habla aparentando verdad, pero ocultando la mentira con la que piensa engañar.

¿Y por qué se miente? Porque se vive en el egoísmo, en la avaricia, en el afán de poder y la fuerza. Y cuando se persigue esos apetitos te inclinas a mentir, pues estás dominado por esas apetencias y pasiones que te esclavizan y te llevan a cometer injusticias y subyugar a tu prójimo. Por defender la verdad, Juan el Bautista entregó su vida.

viernes, 3 de agosto de 2018

Muchas veces el hombre complica su propia vida y lo que Dios quiere transmitirle. Pone barreras entre la Palabra de Dios y su oído e impide que la pueda oír. Y pone su imaginación y su pensamiento a lo que Dios quiere transmitirle. ¿Qué ocurre? Que se equivoca y no escucha lo que Dios le dice.

No podía imaginar el hombre que el Mesías prometido estuviese escondido en la Persona de Jesús. Aquel Jesús que ellos conocían era una más de ellos. Conocían a su Madre y su padre era el carpintero José. ¿Cómo iba a ser ese Jesús el Mesías prometido y enviado? No entraba esa idea en sus cabezas.

Pero, ¿qué ocurre hoy? ¿Nos sucede a nosotros lo mismo? ¿Acaso nosotros no pensamos que las cosas de Dios tienen que pasar por nuestra razón y nuestra forma de pensar? ¿Pretendemos entender a Dios? ¿O lo verdaderamente importante es fiarnos de Él? Dios puede hacer lo que quiera y suele tomar lo más pequeño, humilde y aparentemente inservible. Es Dios y todo es posible en y con Él.

jueves, 2 de agosto de 2018


Aveces nos empeñamos en llenar la vida de actividades, de buscar los que nos parece más exitoso y, sin darnos cuenta, llenamos nuestra vida de cosas y más cosas que al final no se tendrán en cuenta. Porque, en tu vida no van a mirar tantas misas, ni oraciones ni rosarios o novenas. Simplemente, lo que cuenta son los actos que has hecho con amor.

Eso son los peces que importan, los que han sido pescados con verdadero amor. No si son grandes o pequeños, sino si se han pescado con amor. Esa es la palabra que nos será examinada al final. Se apartarán los que ha sido obra interesada, mirada con cierto egoísmo o lucimiento, y se quedarán sólo los que lleven el estigma del amor.

Por lo tanto, amar es lo que realmente importa y esos son los pecados con los que hemos de llenar nuestras redes personales. Echar nuestras redes llenas de amor para traer peces llenos de amor. Porque, ese es el mandato de nuestro Señor, amar como Él nos ama. ¿Y cómo te ama el Señor? En Él descubrirá como también tú tienes que amar al otro.

miércoles, 1 de agosto de 2018

La experiencia nos delata que, o no sabemos buscar o perdemos el tiempo buscando donde no hay. No sólo gastamos nuestro tiempo, sino que también tomamos de la experiencia de otros, de nuestras propias familias, de nuestros amigos, conocidos, círculos e incluso enemigos…etc. Y no encontramos resultados, seguimos insatisfechos y perdidos.

Pero, no desistimos. En nuestro corazón hay algo que nos empuja y nos llama a esa búsqueda perseverante de esa perla o tesoro que nos responda y nos permita ser felices y vivir en paz. Hay algo que nos descubre, en muchos momentos estamos cerca, la cercanía a esa experiencia de experimentarnos felices, y, siempre, coincide con la vivencia del amor.


Sí, experimentamos que estamos felices cuando realmente amamos olvidándonos de nosotros mismos, pero, también sentimos que esa felicidad no se mantiene. Desaparece con nuestros afanes, ambiciones, egoísmos y pecados. Necesitamos eternizarla y, experimentamos que cuando permanecemos junto al Señor, todo parece diferente y la perla brilla como el Sol Y es que el Señor es la Perla que andaba buscando.